Hablando de pozole, muchos son los famosos pero pocos los sabrosos, por eso solo me atrevo a recomendar los que tienen garantía de calidad, pero sobretodo de que al probarlos el paladar se derrite y la panza se deleita.
Pero para no errarle, esta semana me lancé a pedir dos pozoles chicos, uno de maciza, otro surtido y uno mas mini, para mi chamaco que a pesar de que es tragón, no iba a darle batalla a los tamaños que se avienta la Pozoleria La Angelita, ubicada en la calle Guerrero número 78 de la colonia Centro de Cuernavaca.
La experiencia fue la misma de hace años: el grano suave, el caldo con sabor y la carne casi deshaciéndose, aún sin condimentar.
Es que la Angelita es una pozoleria de tradición y por la que han transitado al menos dos generaciones que conservan la receta original y el sazón que hacen del pozole un platillo codiciado.
Previo a la pandemia tenías que llamar para apartar un plato, sin embargo, la contingencia -como a todos- les disminuyó la clientela y para algunos como yo, hizo más accesible el poder disfrutar del pozolazo sin tanto rollo.
El plato llega a la mesa rebosante; y cuando le metes la cuchara por cualquier lado del plato además de granos recoges carnita bien deshebrada que esta servida a pasto.
Con un chorrito de limón, una orden de aguacate y unos tacos dorados de papa -preparados- la experiencia es casi celestial, además que los precios son accesibles y los tamaños precisos para tragones.
La Angelita abre todos los días a partir de la 1:30 pero su horario es corto y a eso de las 5:30 quién sabe si encuentres ya, así que aplícate.