/ martes 9 de noviembre de 2021

Pobreza, ¿Dónde ubicarla?

Retomando el hilo, la Agenda 2030 señala a la pobreza como el Objetivo número uno del Desarrollo Sostenible, en el mismo sentido se numeraba en los Objetivos del Milenio. En nuestro país, la medición institucional de la pobreza es de muy muy corta data, se concibió a partir de la Ley General de Desarrollo Social aprobada por unanimidad en 2004. Como puede observarse, el fenómeno de la pobreza aun cuando era y es una cruda realidad no tenía la relevancia suficiente para atender a su erradicación, y generalmente era asociada al nivel de ingresos de las personas. Fue en el 2001 con el simposio internacional “Pobreza: Conceptos y Metodologías” cuando inician los trabajos oficiales para definir una metodología para la medición de la pobreza; a partir de entonces se detonó una actividad creciente para atender tan lacerante fenómeno. Se ha reconocido que los trabajos de Amartya Sen hicieron un aporte originario hacia una visión multidimensionalidad de la pobreza, señalándola como una carencia de capacidades en diversos sentidos.

El fenómeno de la pobreza es una evidencia milenaria y en gran medida siempre fue asumida como una realidad que estaba ahí si más. En distintas épocas se le fue concibiendo de diferentes formas al grado ser cambiante en el tiempo según los contextos sociales, económicos, políticos e ideológicos. Fue pasando desde la antigüedad por las distintas épocas históricas hasta la nuestra posmoderna o líquida o postverdad, según se quiera visualizar; de todo esto se fueron acuñando estereotipos de muy diversa índole sin que se hubiera atendido de manera profunda tan gravosa realidad.

Aun cuando finalmente en los últimos años se haya definido la pobreza multidimensional como:

Una persona se encuentra en situación de pobreza multidimensional cuando no tiene garantizado el ejercicio de al menos uno de sus derechos para el desarrollo social, y sus ingresos son insuficientes para adquirir bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades.

Y sea una perspectiva verosímil, sin duda, es insuficiente para alcanzar su verdadera dimensión. Vista así, parece circunscribirse a las condiciones materiales y económicas de existencia y sin duda superar la pobreza es algo mucho más profundo. Habría que considerar como señalan algunos autores factores biofísicos, socio-culturales, territoriales, entre otros; y desde otra perspectiva, el propio empobrecimiento constatado por la pandemia introduce al análisis contingencias epocales que deben tomarse en cuenta. Una revisión de toda esta condición de pobreza será de gran ayuda para una caracterización adecuada y por supuesto, atender los aspectos que nos permitan alcanzar un “punto de apoyo para mover el mundo”, como señaló el genio de Siracusa. Continuaremos la travesía.

Retomando el hilo, la Agenda 2030 señala a la pobreza como el Objetivo número uno del Desarrollo Sostenible, en el mismo sentido se numeraba en los Objetivos del Milenio. En nuestro país, la medición institucional de la pobreza es de muy muy corta data, se concibió a partir de la Ley General de Desarrollo Social aprobada por unanimidad en 2004. Como puede observarse, el fenómeno de la pobreza aun cuando era y es una cruda realidad no tenía la relevancia suficiente para atender a su erradicación, y generalmente era asociada al nivel de ingresos de las personas. Fue en el 2001 con el simposio internacional “Pobreza: Conceptos y Metodologías” cuando inician los trabajos oficiales para definir una metodología para la medición de la pobreza; a partir de entonces se detonó una actividad creciente para atender tan lacerante fenómeno. Se ha reconocido que los trabajos de Amartya Sen hicieron un aporte originario hacia una visión multidimensionalidad de la pobreza, señalándola como una carencia de capacidades en diversos sentidos.

El fenómeno de la pobreza es una evidencia milenaria y en gran medida siempre fue asumida como una realidad que estaba ahí si más. En distintas épocas se le fue concibiendo de diferentes formas al grado ser cambiante en el tiempo según los contextos sociales, económicos, políticos e ideológicos. Fue pasando desde la antigüedad por las distintas épocas históricas hasta la nuestra posmoderna o líquida o postverdad, según se quiera visualizar; de todo esto se fueron acuñando estereotipos de muy diversa índole sin que se hubiera atendido de manera profunda tan gravosa realidad.

Aun cuando finalmente en los últimos años se haya definido la pobreza multidimensional como:

Una persona se encuentra en situación de pobreza multidimensional cuando no tiene garantizado el ejercicio de al menos uno de sus derechos para el desarrollo social, y sus ingresos son insuficientes para adquirir bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades.

Y sea una perspectiva verosímil, sin duda, es insuficiente para alcanzar su verdadera dimensión. Vista así, parece circunscribirse a las condiciones materiales y económicas de existencia y sin duda superar la pobreza es algo mucho más profundo. Habría que considerar como señalan algunos autores factores biofísicos, socio-culturales, territoriales, entre otros; y desde otra perspectiva, el propio empobrecimiento constatado por la pandemia introduce al análisis contingencias epocales que deben tomarse en cuenta. Una revisión de toda esta condición de pobreza será de gran ayuda para una caracterización adecuada y por supuesto, atender los aspectos que nos permitan alcanzar un “punto de apoyo para mover el mundo”, como señaló el genio de Siracusa. Continuaremos la travesía.