/ domingo 2 de agosto de 2020

¿Por qué paridad?

A partir de la reforma que aprobamos en el Senado de la República, es obligatorio que los espacios políticos sean ocupados bajo el principio de paridad de género dentro de todos los Poderes de la Unión. Es decir, que la convocatoria que el Congreso del Estado de Morelos para elegir a 6 magistrados y magistradas del Poder judicial —que deberá emitirse en los próximos días— tiene que tomar en cuenta que este organismo debe tener una ocupación igual entre hombres y mujeres. Ahora bien, ¿por qué es importante esta paridad?

En México y alrededor del globo, las mujeres hemos tenido que superar un sinfín de barreras para poder abrirnos paso dentro de la vida pública de nuestras ciudades, países y naciones. En un mundo en el que, históricamente, las actividades públicas han sido etiquetadas por género, es nuestra labor dar revés a estas concepciones que, inherentemente, generan violencia.

Nuestra presencia en la vida pública es un derecho natal por el que, durante años, hemos tenido que pelear para que se nos reconozca. Desde las heroicas sufragistas que lograron el reconocimiento de nuestro derecho al voto hace 65 años; hasta las que hoy, en cargos públicos y en las calles, luchamos por erradicar la espiral de violencia en nuestra contra.

En la esfera política, las mujeres hemos tenido que derribar diversas barreras que, durante años, fueron levantadas por un sistema machista y discriminatorio que —dentro de otras cosas— encasilla el quehacer político como una práctica exclusiva de los hombres y ajena a los conocimientos de nosotras.

Evidentemente, todas hemos tenido un encuentro con esta violencia sistemática. En el ámbito personal, no fue nada sencillo iniciar mi trayectoria política —hace más de 20 años— en un contexto en el que la violencia machista y la discriminación en nuestra contra dentro de los espacios públicos era aún más marcada.

Superar esta barrera requirió de determinación, esfuerzo y entrega. Desde mi paso por los H. ayuntamientos de Cuautla y Atlatlahucan, en Morelos, la descalificación de mis actividades por el simple hecho de ser mujer fue un obstáculo que tuve que vencer con trabajo que, en muchas ocasiones, debía ser el doble del que realizaban mis compañeros hombres para recibir el mismo reconocimiento. Ello, reafirmó mi compromiso de luchar por un país libre de violencia en contra de las mujeres de hoy y del mañana, en el que ellas y su trabajo sean juzgadas por su valor y no por el simple hecho de ser mujer.

Hoy, las mujeres hemos avanzado un largo camino para posicionarnos más firmes que nunca dentro de la esfera pública del país. A nivel federal, la primera legislatura de la paridad de género ha logrado grandes avances en materia de combate a la violencia en nuestra contra. Dentro de estos, vale la pena señalar la aprobación por unanimidad de la minuta que reforma siete leyes para prevenir, sancionar y erradicar la violencia política en contra de las mujeres y que; a su vez, establece medidas de protección y reparación de daños.

Nuestro papel hoy es el de representar a las mujeres del presente y establecer las bases para que las del futuro puedan disfrutar de una vida libre de violencia, en el que todos sus derechos sean reconocidos y respetados. Nuestra responsabilidad es con las que están, con las que ya no están y con las que vienen. Porque hoy somos más fuertes que nunca, debemos permanecer unidas para seguir dando pasos firmes, denunciando actos de violencia y creando espacios seguros para el empoderamiento de la mujer.

Algo por venir

A partir del lunes 3 de agosto te presentaré un proyecto muy interesante en el que estamos trabajando dentro de mi equipo. Te invito a estar al pendiente de mis redes sociales para que seas la primera persona en enterarse.


Senadora por Morelos

Redes sociales: @LuciaMezaGzm

A partir de la reforma que aprobamos en el Senado de la República, es obligatorio que los espacios políticos sean ocupados bajo el principio de paridad de género dentro de todos los Poderes de la Unión. Es decir, que la convocatoria que el Congreso del Estado de Morelos para elegir a 6 magistrados y magistradas del Poder judicial —que deberá emitirse en los próximos días— tiene que tomar en cuenta que este organismo debe tener una ocupación igual entre hombres y mujeres. Ahora bien, ¿por qué es importante esta paridad?

En México y alrededor del globo, las mujeres hemos tenido que superar un sinfín de barreras para poder abrirnos paso dentro de la vida pública de nuestras ciudades, países y naciones. En un mundo en el que, históricamente, las actividades públicas han sido etiquetadas por género, es nuestra labor dar revés a estas concepciones que, inherentemente, generan violencia.

Nuestra presencia en la vida pública es un derecho natal por el que, durante años, hemos tenido que pelear para que se nos reconozca. Desde las heroicas sufragistas que lograron el reconocimiento de nuestro derecho al voto hace 65 años; hasta las que hoy, en cargos públicos y en las calles, luchamos por erradicar la espiral de violencia en nuestra contra.

En la esfera política, las mujeres hemos tenido que derribar diversas barreras que, durante años, fueron levantadas por un sistema machista y discriminatorio que —dentro de otras cosas— encasilla el quehacer político como una práctica exclusiva de los hombres y ajena a los conocimientos de nosotras.

Evidentemente, todas hemos tenido un encuentro con esta violencia sistemática. En el ámbito personal, no fue nada sencillo iniciar mi trayectoria política —hace más de 20 años— en un contexto en el que la violencia machista y la discriminación en nuestra contra dentro de los espacios públicos era aún más marcada.

Superar esta barrera requirió de determinación, esfuerzo y entrega. Desde mi paso por los H. ayuntamientos de Cuautla y Atlatlahucan, en Morelos, la descalificación de mis actividades por el simple hecho de ser mujer fue un obstáculo que tuve que vencer con trabajo que, en muchas ocasiones, debía ser el doble del que realizaban mis compañeros hombres para recibir el mismo reconocimiento. Ello, reafirmó mi compromiso de luchar por un país libre de violencia en contra de las mujeres de hoy y del mañana, en el que ellas y su trabajo sean juzgadas por su valor y no por el simple hecho de ser mujer.

Hoy, las mujeres hemos avanzado un largo camino para posicionarnos más firmes que nunca dentro de la esfera pública del país. A nivel federal, la primera legislatura de la paridad de género ha logrado grandes avances en materia de combate a la violencia en nuestra contra. Dentro de estos, vale la pena señalar la aprobación por unanimidad de la minuta que reforma siete leyes para prevenir, sancionar y erradicar la violencia política en contra de las mujeres y que; a su vez, establece medidas de protección y reparación de daños.

Nuestro papel hoy es el de representar a las mujeres del presente y establecer las bases para que las del futuro puedan disfrutar de una vida libre de violencia, en el que todos sus derechos sean reconocidos y respetados. Nuestra responsabilidad es con las que están, con las que ya no están y con las que vienen. Porque hoy somos más fuertes que nunca, debemos permanecer unidas para seguir dando pasos firmes, denunciando actos de violencia y creando espacios seguros para el empoderamiento de la mujer.

Algo por venir

A partir del lunes 3 de agosto te presentaré un proyecto muy interesante en el que estamos trabajando dentro de mi equipo. Te invito a estar al pendiente de mis redes sociales para que seas la primera persona en enterarse.


Senadora por Morelos

Redes sociales: @LuciaMezaGzm