Ya hay nombres para el gabinete de Cuauhtémoc Blanco Bravo. Quienes conocen al alcalde de Cuernavaca y ahora gobernador electo están ciertos de que el listado de personas que le acompañarán por lo menos en la primera etapa de su gobierno está ya integrada y, a pesar del sigilo con que se operan las decisiones en el cuartel de Blanco, las señales en torno a algunos de quienes estarán con él son más que evidentes y en su mayoría suponen el ejercicio de autoridad de quien ganó con más del 50 por ciento de los votos la elección del 1 de julio y está dispuesto a ejercer con ese respaldo social.
Por supuesto que José Manuel Sanz Rivera, el hombre de confianza de Cuauhtémoc Blanco continuará como hasta ahora ejerciendo el control del primer círculo del gobernador, para lo que se crearía una figura similar a la que hoy se tiene en el Ayuntamiento de Cuernavaca, una secretaría técnica, que en niveles jerárquicos equivaldría a una jefatura del gabinete. Sanz Rivera ha probado ser un funcionario eficiente en el manejo de personal de alto nivel y ha podido coordinar bien al equipo compacto de Blanco Bravo, pero lo más importante, tiene la confianza de un gobernador electo que por lo general desconfía de la gente.
En la Secretaría de Gobierno se habla de la llegada de Samuel Sotelo Salgado, actual secretario del Ayuntamiento, de quien se dice ha empezado a formar su segundo círculo con reconocidos operadores políticos la mayor parte de ellos sin filiación partidista, pero con la característica de oriundez y conocimiento de la gente que les permite ejercer con sensibilidad política.
En Hacienda estaría Alejandro Villarreal Gasca, actual tesorero municipal y quien en los gobiernos de Sergio Estrada y Marco Adame fue secretario de finanzas y planeación, después de haber sido tesorero del ejecutivo con el propio Sergio Estrada. Margarita González Saravia sería la responsable de la Secretaría de Economía. En el área de la contraloría estaría Mirna Zavala Zúñiga, actual contralora municipal.
Para asesor jurídico del gobierno del estado se menciona a Guillermo Arroyo Cruz y a Jesús Guízar Nájera, ambos abogados cercanos a Cuauhtémoc Blanco y de reconocida trayectoria local. A ambos les ha tocado salvar al hoy gobernador electo de múltiples embates que sufrió desde el gobierno estatal y el congreso, y sus éxitos en ello les han perfilado para el cargo.
Otros nombres que se manejan son el del ex rector Alejandro Vera Jiménez para la Secretaría de Educación, con todo el riesgo que significaría el que la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación lo percibe como traidor luego de que les dejó la candidatura al gobierno del estado en los últimos días de la campaña. La posibilidad de Vera Jiménez descansa en una apuesta, la dirigencia del SNTE no es representativa del magisterio local y el trabajo de cientos de maestros sindicalistas a favor de la candidatura de Andrés Manuel López Obrador (y de Cuauhtémoc Blanco por añadidura) significarían la estabilidad en el sector y la posibilidad de que el SNTE sea una instancia de mero trámite de asuntos estrictamente laborales. Además, se considera un hecho que la dirección del Instituto de la Educación Básica se entregará a algún militante de las Redes Sociales Progresistas, el grupo de maestros del SNTE que apoyaron activamente la campaña de Morena en Morelos.
Miguel Ángel Izquierdo, promotor cultural y es subsecretario de educación en el gobierno de Graco Ramírez, sería el nuevo Secretario de Cultura.
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