/ martes 29 de diciembre de 2020

Proyectos y perspectivas económicas para 2021

Si hay algo a lo que debiéramos apostar para el 2021 es a la recuperación económica. Mucho más que los procesos electorales local y federal, será la apuesta al trabajo, la producción y el consumo, lo que podrá hacer que el estado se recupere y empiece lo que hace muchos años no hace, crecer en materia económica. Incluso podríamos arriesgar que gran parte de los problemas de baja calidad, de la democracia, de los gobernantes, de los servicios, de los productos, que padecen los morelenses todos los días están ligados a la renuncia del estado a crecer en inversiones, trabajo, producción y consumo.

Proyectos detonantes de la economía que están pendientes y para los que 2021 es un año crucial son la termoeléctrica de Huexca, la minera de Tetlama, el funcionamiento normal de la Autopista Siglo XXI, y el Ferrosur. Otros anunciados son el libramiento poniente y la central de autobuses de Cuernavaca, prometidos hace más de tres lustros por políticos de cualquier estirpe sin que se registre avance alguno en ellos.

La termoeléctrica deberá iniciar operaciones en enero, la fase de pruebas avanza adecuadamente y la vigilancia de la Guardia Nacional ha evitado que los opositores al proyecto tengan oportunidad de bloquear el arranque de la planta en Huexca. Si todo sigue igual, habrá un detonante económico de relevancia en la zona oriente del estado que potenciaría la recuperación de parte de lo perdido por la pandemia en el 2020.

La Minera Esperanza Silver en Tetlama podría iniciar operaciones una vez obtenidos los permisos municipales, detenidos más por posiciones ideológicas que bajo principios de derecho. De liberarse los permisos, en el 2021 empezarían seguramente a fluir los recursos por 9 mil 500 millones de pesos que se han proyectado para los próximos diez años, con lo que la contratación de mil 500 personas por la empresa, y la generación de seis mil empleos indirectos podría empezar también en el año que está por iniciar.

La autopista Siglo XXI, sufrió en el 2020 153 días de bloqueos por grupos diversos, desde los que se quejaron por desatención del gobierno federal, hasta los que aprovecharon las omisiones de cuerpos de seguridad para asaltar a paseantes. Si el estado garantiza la operación ininterrumpida de la vía, la empresa podría cumplir su obligación social de contribuir al desarrollo de las comunidades por las que atraviesa con proyectos de desarrollo económico y social.

El ferrosur es un proyecto ferroviario de carga que conectaría a Morelos con Centroamérica; la inversión proyectada para el mismo es de 220 millones para rehabilitar las vías que permitirían reactivar la zona industrial del oriente del estado. Si el proyecto se concreta potenciará la creación de empleos directos e indirectos. Lo que falta para este año es que las autoridades acuerden el andamiaje jurídico que permitirá la operación de las vías.

El denominador común que compromete los cuatro proyectos, que significarían la posibilidad de un crecimiento económico sustentable para el estado, es de índole político. El uso ideológico de espacios legales que permiten la discrecionalidad en el actuar de las autoridades, mantiene detenidas, comprometidas o llenas de sobresaltos las inversiones y con ello se detienen los beneficios evidentes que traerían a una entidad urgida de desarrollo. Si la política se sigue oponiendo a la racionalidad, será un 2021 mucho más difícil de lo que se espera.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Si hay algo a lo que debiéramos apostar para el 2021 es a la recuperación económica. Mucho más que los procesos electorales local y federal, será la apuesta al trabajo, la producción y el consumo, lo que podrá hacer que el estado se recupere y empiece lo que hace muchos años no hace, crecer en materia económica. Incluso podríamos arriesgar que gran parte de los problemas de baja calidad, de la democracia, de los gobernantes, de los servicios, de los productos, que padecen los morelenses todos los días están ligados a la renuncia del estado a crecer en inversiones, trabajo, producción y consumo.

Proyectos detonantes de la economía que están pendientes y para los que 2021 es un año crucial son la termoeléctrica de Huexca, la minera de Tetlama, el funcionamiento normal de la Autopista Siglo XXI, y el Ferrosur. Otros anunciados son el libramiento poniente y la central de autobuses de Cuernavaca, prometidos hace más de tres lustros por políticos de cualquier estirpe sin que se registre avance alguno en ellos.

La termoeléctrica deberá iniciar operaciones en enero, la fase de pruebas avanza adecuadamente y la vigilancia de la Guardia Nacional ha evitado que los opositores al proyecto tengan oportunidad de bloquear el arranque de la planta en Huexca. Si todo sigue igual, habrá un detonante económico de relevancia en la zona oriente del estado que potenciaría la recuperación de parte de lo perdido por la pandemia en el 2020.

La Minera Esperanza Silver en Tetlama podría iniciar operaciones una vez obtenidos los permisos municipales, detenidos más por posiciones ideológicas que bajo principios de derecho. De liberarse los permisos, en el 2021 empezarían seguramente a fluir los recursos por 9 mil 500 millones de pesos que se han proyectado para los próximos diez años, con lo que la contratación de mil 500 personas por la empresa, y la generación de seis mil empleos indirectos podría empezar también en el año que está por iniciar.

La autopista Siglo XXI, sufrió en el 2020 153 días de bloqueos por grupos diversos, desde los que se quejaron por desatención del gobierno federal, hasta los que aprovecharon las omisiones de cuerpos de seguridad para asaltar a paseantes. Si el estado garantiza la operación ininterrumpida de la vía, la empresa podría cumplir su obligación social de contribuir al desarrollo de las comunidades por las que atraviesa con proyectos de desarrollo económico y social.

El ferrosur es un proyecto ferroviario de carga que conectaría a Morelos con Centroamérica; la inversión proyectada para el mismo es de 220 millones para rehabilitar las vías que permitirían reactivar la zona industrial del oriente del estado. Si el proyecto se concreta potenciará la creación de empleos directos e indirectos. Lo que falta para este año es que las autoridades acuerden el andamiaje jurídico que permitirá la operación de las vías.

El denominador común que compromete los cuatro proyectos, que significarían la posibilidad de un crecimiento económico sustentable para el estado, es de índole político. El uso ideológico de espacios legales que permiten la discrecionalidad en el actuar de las autoridades, mantiene detenidas, comprometidas o llenas de sobresaltos las inversiones y con ello se detienen los beneficios evidentes que traerían a una entidad urgida de desarrollo. Si la política se sigue oponiendo a la racionalidad, será un 2021 mucho más difícil de lo que se espera.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx