José Juan Conejo Pichardo
En el contexto de una crisis profunda que atraviesa nuestro estado de Morelos, donde los problemas sociales, políticos y económicos se entrelazan con una explotación desmesurada de recursos naturales y violaciones a los derechos humanos, la incapacidad de las iniciativas pública y privada para abordar estas situaciones ha dado lugar a la emergencia de organizaciones sociales. Estas organizaciones sociales surgen como respuesta a las necesidades no atendidas de la sociedad.
Las organizaciones sociales nacen del compromiso de individuos afectados directamente por estas problemáticas o de aquellos que muestran empatía hacia las condiciones de vulnerabilidad de otros, buscando mejorar su calidad de vida y el bienestar social a través de actividades de asistencia social, altruismo, filantropía y la implementación de proyectos dirigidos a sectores específicos de la población.
Sin embargo, a pesar de la abundancia de estas organizaciones en Morelos, el tercer sector (Fundaciones, Alianzas, Asociaciones Civiles, Sindicatos, Agrupaciones, etc) ha enfrentado importantes carencias durante las últimas tres décadas, lo que ha impedido su evolución y ha resultado en gestiones poco eficientes, insuficientes para enfrentar los desafíos actuales.
En el marco de una certificación internacional en alta dirección ejecutiva de ONG's, realicé un estudio en el estado de Morelos que identificó seis problemas cruciales que están frenando el desarrollo de estas organizaciones en Morelos: el enfoque erróneo en sus proyectos, la falta de una identidad de marca, la escasez de talento, la ausencia de perfiles adecuados en sus equipos, la carencia de una capacitación profesional actualizada y la falta de empatía solidaria entre organizaciones.
El enfoque en las fundaciones
Muchos proyectos se centran en la culpabilidad del público, tratando de hacer responsable a los donantes de las situaciones adversas en otras partes del mundo. Este enfoque, basado en la culpa, resulta contraproducente, ya que aleja a posibles aliados y donantes. Además, muchas fundaciones abordan los problemas desde una perspectiva negativa, enfocándose en las tragedias sin ofrecer soluciones concretas o propuestas viables, lo que limita su impacto y efectividad.
La ausencia de una marca fuerte
El tercer sector en Morelos no ha prestado la debida atención a la construcción de una identidad de marca sólida y a su comunicación. Sin una imagen reconocible y atractiva, es difícil generar identificación y compromiso entre el público y los posibles colaboradores. Las organizaciones necesitan trabajar su marca de manera tan rigurosa como lo hace la iniciativa privada para asegurar su sostenibilidad y crecimiento.
La falta de talento y gestión profesional
La gestión del tercer sector debería ser tan profesional como la de cualquier empresa. Sin embargo, en Morelos, muchas organizaciones siguen operando con una visión caritativa, basándose en el voluntariado y en la "recompensa emocional" en lugar de en una gestión eficiente y sostenible. Es crucial que las fundaciones inviertan en talento y profesionales comprometidos, asegurando que sus equipos estén formados por personas con los perfiles adecuados y el compromiso necesario para impulsar las organizaciones hacia adelante.
Capacitación profesional y actualización
El tercer sector en Morelos necesita invertir en capacitación profesional y mantenerse al día con las últimas tecnologías y herramientas, como la inteligencia artificial, que ya se están utilizando en organizaciones sociales de primer nivel. La falta de inversión en formación limita el crecimiento y la efectividad de las organizaciones.
Empatía y colaboración entre organizaciones
Finalmente, la falta de empatía y la rivalidad entre líderes y organizaciones impide el trabajo conjunto y la creación de coaliciones efectivas. Este individualismo debilita al tercer sector y le resta capacidad para incidir en políticas públicas y en la toma de decisiones a nivel estatal.
Es en respuesta a estos desafíos que nace Civicus Morelos, un proyecto que busca unir esfuerzos para transformar la gestión de las organizaciones sociales en Morelos, promoviendo la colaboración, el cabildeo, y una intervención más efectiva en las políticas públicas.