Sin duda alguna, el principal reto al que nos enfrentaremos el próximo año será conservar la salud, ya sea por la persistencia de la pandemia de COVID-19 complicada por la aparición de nuevas variantes, más contagiosas o agresivas, o por la escases de medicamentos y atención médica.
Los datos oficiales más recientes indican que la pandemia ha ocasionado un exceso de más de 600 mil muertes en México, la mitad de ellas no relacionadas a COVID-19 sino por la mala atención de otros padecimientos.
El segundo reto es el cambio climático. Después de una breve tregua ocasionada por el confinamiento, se reactivaron las cadenas de producción emitiendo más de 34 mil millones de toneladas de dióxido de carbono. El 90% de estas emisiones se generan por el uso de combustibles fósiles.
Los efectos no se hicieron esperar. Hemos sido testigos de más frecuentes e intensos huracanes, tornados, incendios, nevadas, sequías o inundaciones que ocasionaron daños irreversibles a la naturaleza, empobreciendo países completos y generando imparables oleadas de migración forzada.
El tercer reto es el empleo y nos referimos al empleo formal, al que dota al empleado y a su familia de atención médica, seguridad social y fondo de jubilación. La pandemia ocasionó una profunda erosión del mercado laboral formal en México afectando 1.5 millones de trabajadores.
La reapertura de las actividades económicas solventó parcialmente esa pérdida, sin embargo, todavía existe un déficit importante y para comenzar a percibir una mejora real de la condición social, además de recuperar los perdidos por la pandemia, se deberían generar 100 mil nuevos empleos cada mes, lo que no ocurre, siendo los jóvenes los más afectados.
La esperanza subyace en que las soluciones a estos problemas están en nuestras manos. Podemos controlar la pandemia con campañas de vacunación y la aplicación de medidas preventivas, sobre todo el uso de cubrebocas evitando reuniones masivas y espacios cerrados o con mala ventilación.
También podemos mitigar la acumulación de emisiones de efecto invernadero si aceleramos la transición energética favoreciendo el uso intensivo de energías renovables para la generación de electricidad, descarbonizando la industria y desplazando el uso de combustibles fósiles en la movilidad y el transporte.
Finalmente, podemos encauzar todo ese talento sin empleo formal hacia el emprendimiento mediante programas masivos de apoyo para la creación de nuevas empresas. Empresas que entiendan mejor el mundo al que nos enfrentamos y que generen las soluciones que necesitamos.
En lo personal, haré lo que me corresponda, sin embargo, espero que quienes lean este mensaje se sumen por un mejor futuro para el próximo año y para las generaciones que vienen.
PD. Mientras festejamos en familia, el estudiantado del CIDE permanece de guardia en sus instalaciones en espera de la atención a sus demandas. Reciban mi solidaridad.
Para información adicional de éste y otros temas de interés visiten:
Reivindicando a Plutón o Brenda Valderrama en Facebook
.jpg "Diseño sin título (95).jpg")