/ miércoles 1 de septiembre de 2021

Se instalaron los diputados

Si uno decide no meterse al análisis fino de los discursos pronunciados por los representantes de las fracciones parlamentarias de la LV Legislatura en su ceremonia de instalación, podría quedar la impresión de que el acto fue, por lo menos, anticlimático. Los elementos estaban ahí: el evidente debilitamiento del grupo político que mantiene el Ejecutivo estatal, la colección de pendientes y demandas ciudadanas, la inoperancia de los diputados que antecedieron a los actuales, la añoranza del Morelos pujante y brioso que prometía un crecimiento económico sostenido y más o menos equilibrado, y los efectos gravísimos de la pandemia por Covid-19 en la salud y economía del estado.

Cierto que, aunque fuera de soslayo, todos los temas se tocaron por lo menos superficialmente. Y probablemente por el formato, que permitía el uso de la palabra sólo hasta por cinco minutos, el resultado fue, por lo menos, poco edificante.

Primero correspondió la palabra a Mirna Zavala, del PES a quien la opinión pública asume como la única aliada del gobernador en el Congreso; la diputada insistió en el alejamiento entre la actividad política local y la ciudadanía; un problema que se ha normalizado entre inercias y señalamientos que pocos escuchan. El que la diputada, ex secretaria en el gabinete de Cuauhtémoc Blanco, uno de los que se perciben más alejados de la ciudadanía en la historia reciente, haya hecho esos señalamientos podría ser un indicador del viraje alentador, por lo menos en el discurso.

Erika Hernández Gordillo, de RSP, prometió un trabajo evaluable en impacto social más que en cantidad de iniciativas; advirtió que no incurrirán en confrontaciones estériles y se pronunció por la tolerancia y el diálogo con todas las fuerzas políticas; y adelantó trabajar a favor de las energías limpias. Tania Valentina, reelecta por el PT, reconoció que el congreso le ha quedado a deber a la ciudadanía, también criticó la escasa gestión del gobierno del estado en materia de salud y propuso, probablemente en la intervención más definida (cuestión de experiencia), enumeró más de 20 pendientes legislativos.

Agustín Alonso, de Nueva Alianza, fue puntual en la crítica al Ejecutivo, y se pronunció por recuperar el Morelos seguro de hace años, y adelantó que esta legislatura será mucho más productiva a favor de los morelenses. Julio César Solís, adelantó que Morelos vive la parte más triste de su historia, por lo que es urgente la reconciliación y un nuevo inicio de trabajo político a favor de la ciudadanía. Del PRI, Alberto Sánchez, advirtió que no será su fracción la que detenga los trabajos por el bienestar de la ciudadanía, pero tampoco permitirá que se castigue presupuestalmente a los municipios.

Oscar Cano, del PAN, presumió el reposicionamiento de su partido entre los electores morelenses, y anunció que la LV será una legislatura que habrá de recordarse, por el empeño conjunto que pondrá en conseguir el bien común. Por Morena, habló Macrina Vallejo, la diputada indígena que aseguró que las comunidades originarias están bien representados en el Congreso, aunque subordinó las demandas a los ideales de la 4T, como si ésta no hubiera quedado mucho a deber a todas las comunidades.



@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Si uno decide no meterse al análisis fino de los discursos pronunciados por los representantes de las fracciones parlamentarias de la LV Legislatura en su ceremonia de instalación, podría quedar la impresión de que el acto fue, por lo menos, anticlimático. Los elementos estaban ahí: el evidente debilitamiento del grupo político que mantiene el Ejecutivo estatal, la colección de pendientes y demandas ciudadanas, la inoperancia de los diputados que antecedieron a los actuales, la añoranza del Morelos pujante y brioso que prometía un crecimiento económico sostenido y más o menos equilibrado, y los efectos gravísimos de la pandemia por Covid-19 en la salud y economía del estado.

Cierto que, aunque fuera de soslayo, todos los temas se tocaron por lo menos superficialmente. Y probablemente por el formato, que permitía el uso de la palabra sólo hasta por cinco minutos, el resultado fue, por lo menos, poco edificante.

Primero correspondió la palabra a Mirna Zavala, del PES a quien la opinión pública asume como la única aliada del gobernador en el Congreso; la diputada insistió en el alejamiento entre la actividad política local y la ciudadanía; un problema que se ha normalizado entre inercias y señalamientos que pocos escuchan. El que la diputada, ex secretaria en el gabinete de Cuauhtémoc Blanco, uno de los que se perciben más alejados de la ciudadanía en la historia reciente, haya hecho esos señalamientos podría ser un indicador del viraje alentador, por lo menos en el discurso.

Erika Hernández Gordillo, de RSP, prometió un trabajo evaluable en impacto social más que en cantidad de iniciativas; advirtió que no incurrirán en confrontaciones estériles y se pronunció por la tolerancia y el diálogo con todas las fuerzas políticas; y adelantó trabajar a favor de las energías limpias. Tania Valentina, reelecta por el PT, reconoció que el congreso le ha quedado a deber a la ciudadanía, también criticó la escasa gestión del gobierno del estado en materia de salud y propuso, probablemente en la intervención más definida (cuestión de experiencia), enumeró más de 20 pendientes legislativos.

Agustín Alonso, de Nueva Alianza, fue puntual en la crítica al Ejecutivo, y se pronunció por recuperar el Morelos seguro de hace años, y adelantó que esta legislatura será mucho más productiva a favor de los morelenses. Julio César Solís, adelantó que Morelos vive la parte más triste de su historia, por lo que es urgente la reconciliación y un nuevo inicio de trabajo político a favor de la ciudadanía. Del PRI, Alberto Sánchez, advirtió que no será su fracción la que detenga los trabajos por el bienestar de la ciudadanía, pero tampoco permitirá que se castigue presupuestalmente a los municipios.

Oscar Cano, del PAN, presumió el reposicionamiento de su partido entre los electores morelenses, y anunció que la LV será una legislatura que habrá de recordarse, por el empeño conjunto que pondrá en conseguir el bien común. Por Morena, habló Macrina Vallejo, la diputada indígena que aseguró que las comunidades originarias están bien representados en el Congreso, aunque subordinó las demandas a los ideales de la 4T, como si ésta no hubiera quedado mucho a deber a todas las comunidades.



@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx