/ domingo 22 de julio de 2018

Si la ciencia fuera un pastel…

Si la ciencia fuera un pastel, sería un pastel de cuatro pisos y cada piso sería de un sabor diferente. El primer piso, el más importante porque es el que sostiene toda la estructura, es la formación de científicos. A los científicos se les forma desde la infancia mediante juegos, en la escuela, en los museos, en la familia, con textos apropiados para su edad que inspiren y orienten para que desarrollen las habilidades indispensables de cualquier buen científico como son disciplina de trabajo y capacidad crítica y analítica. Esta formación hay que extenderla a la juventud mediante capacitaciones extra-escolares por expertos y concursos de talento en disciplinas científicas y tecnológicas donde puedan foguearse y desarrollar confianza. Posteriormente se necesita formalizarla con la creación y apoyo a programas de estudio de los tres niveles de la educación superior, licenciaturas e ingenierías, maestrías y doctorados, para asegurar que tengamos suficientes científicos y tecnólogos preparados en áreas estratégicas como son salud y energía, por mencionar dos de ellas.

El segundo piso son las oportunidades laborales porque para hacer carrera primero hay que tener trabajo. Formar científicos y tecnólogos requiere un enorme esfuerzo personal y abundante inversión pública durante, al menos, veinte años. Para aprovechar ese talento se necesita generar fuentes de trabajo en instituciones públicas donde puedan realizar investigación básica o aplicada de alto nivel pero también y con la misma intensidad, hay que fomentar el emprendimiento de base tecnológica para la creación de nuevas empresas. Finalmente, es fundamental asesorar a industrias ya existentes para que incorporen maestros y doctores dentro de su planta laboral con la función de desarrollar y patentar nuevas tecnologías dentro de las empresas en beneficio de ellas mismas al hacerlas más competitivas mediante la innovación.

El siguiente piso consiste en dotar a nuestros científicos y tecnólogos de los recursos suficientes para que, una vez establecidos laboralmente, desarrollen sus ideas generando conocimiento o nueva tecnología. La inversión para la generación de conocimiento llamada también ciencia básica es responsabilidad de los gobiernos, sobre todo del federal, ya que cada proyecto requiere de materiales y equipamiento costosos y muchas veces importados. Sin esta inversión nuestros científicos se encontraran fuera de la carrera internacional perdiendo competitividad tanto ellos como nuestro país pues la materia prima de la tecnología es el conocimiento científico. Finalmente, a las empresas hay que ayudarlas a afrontar los costos de las primeras etapas del desarrollo de tecnología mediante inversión conjunta pero, de manera mucho más valiosa, mediante el acercamiento a científicos en centros e institutos de investigación quienes pueden acelerar enormemente la velocidad de los proyectos con su experiencia.

El último piso es la inversión en auxiliares para la investigación científica y también para el desarrollo de tecnología. Estos auxiliares son laboratorios especializados que provean servicios a los investigadores que se dedican a la ciencia básica o a los tecnólogos en la industria. La mejor manera de hacerlo es instalando y equipamiento laboratorios certificados en áreas estratégicas dentro de centros e institutos de investigación reduciendo con esto la necesidad de inversión en equipamiento dentro de la industria. En este sentido, es indispensable también invertir en mega proyectos científicos, al igual que lo hacen los países más competitivos del mundo, para poder alcanzarlos. Uno de estos mega proyectos es el Sincrotrón mexicano que daría servicio a prácticamente todas las áreas científicas y a nuestras principales industrias.

Finalmente hay que decorar el pastel, cubrirlo de una capa dulce y atractiva, que es la divulgación de la ciencia y la tecnología para que la sociedad desarrolle el gusto necesario por el conocimiento y también para que las aprecie como una parte importante de la vida moderna facilitando que se le proporcionen los recursos públicos necesarios para su desarrollo. Esta columna es parte del decorado de un pastel que hemos construido entre todos durante los últimos 18 años y que dejamos allí para que ustedes lo revisen y lo aprueben pero, sobre todo, para generarles conciencia de la importancia de seguirlo desarrollando para la grandeza de Morelos y beneficio de los morelenses.


Para mayor información y para otros temas los invito a conocer mi blog http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

Si la ciencia fuera un pastel, sería un pastel de cuatro pisos y cada piso sería de un sabor diferente. El primer piso, el más importante porque es el que sostiene toda la estructura, es la formación de científicos. A los científicos se les forma desde la infancia mediante juegos, en la escuela, en los museos, en la familia, con textos apropiados para su edad que inspiren y orienten para que desarrollen las habilidades indispensables de cualquier buen científico como son disciplina de trabajo y capacidad crítica y analítica. Esta formación hay que extenderla a la juventud mediante capacitaciones extra-escolares por expertos y concursos de talento en disciplinas científicas y tecnológicas donde puedan foguearse y desarrollar confianza. Posteriormente se necesita formalizarla con la creación y apoyo a programas de estudio de los tres niveles de la educación superior, licenciaturas e ingenierías, maestrías y doctorados, para asegurar que tengamos suficientes científicos y tecnólogos preparados en áreas estratégicas como son salud y energía, por mencionar dos de ellas.

El segundo piso son las oportunidades laborales porque para hacer carrera primero hay que tener trabajo. Formar científicos y tecnólogos requiere un enorme esfuerzo personal y abundante inversión pública durante, al menos, veinte años. Para aprovechar ese talento se necesita generar fuentes de trabajo en instituciones públicas donde puedan realizar investigación básica o aplicada de alto nivel pero también y con la misma intensidad, hay que fomentar el emprendimiento de base tecnológica para la creación de nuevas empresas. Finalmente, es fundamental asesorar a industrias ya existentes para que incorporen maestros y doctores dentro de su planta laboral con la función de desarrollar y patentar nuevas tecnologías dentro de las empresas en beneficio de ellas mismas al hacerlas más competitivas mediante la innovación.

El siguiente piso consiste en dotar a nuestros científicos y tecnólogos de los recursos suficientes para que, una vez establecidos laboralmente, desarrollen sus ideas generando conocimiento o nueva tecnología. La inversión para la generación de conocimiento llamada también ciencia básica es responsabilidad de los gobiernos, sobre todo del federal, ya que cada proyecto requiere de materiales y equipamiento costosos y muchas veces importados. Sin esta inversión nuestros científicos se encontraran fuera de la carrera internacional perdiendo competitividad tanto ellos como nuestro país pues la materia prima de la tecnología es el conocimiento científico. Finalmente, a las empresas hay que ayudarlas a afrontar los costos de las primeras etapas del desarrollo de tecnología mediante inversión conjunta pero, de manera mucho más valiosa, mediante el acercamiento a científicos en centros e institutos de investigación quienes pueden acelerar enormemente la velocidad de los proyectos con su experiencia.

El último piso es la inversión en auxiliares para la investigación científica y también para el desarrollo de tecnología. Estos auxiliares son laboratorios especializados que provean servicios a los investigadores que se dedican a la ciencia básica o a los tecnólogos en la industria. La mejor manera de hacerlo es instalando y equipamiento laboratorios certificados en áreas estratégicas dentro de centros e institutos de investigación reduciendo con esto la necesidad de inversión en equipamiento dentro de la industria. En este sentido, es indispensable también invertir en mega proyectos científicos, al igual que lo hacen los países más competitivos del mundo, para poder alcanzarlos. Uno de estos mega proyectos es el Sincrotrón mexicano que daría servicio a prácticamente todas las áreas científicas y a nuestras principales industrias.

Finalmente hay que decorar el pastel, cubrirlo de una capa dulce y atractiva, que es la divulgación de la ciencia y la tecnología para que la sociedad desarrolle el gusto necesario por el conocimiento y también para que las aprecie como una parte importante de la vida moderna facilitando que se le proporcionen los recursos públicos necesarios para su desarrollo. Esta columna es parte del decorado de un pastel que hemos construido entre todos durante los últimos 18 años y que dejamos allí para que ustedes lo revisen y lo aprueben pero, sobre todo, para generarles conciencia de la importancia de seguirlo desarrollando para la grandeza de Morelos y beneficio de los morelenses.


Para mayor información y para otros temas los invito a conocer mi blog http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

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