/ sábado 25 de diciembre de 2021

Tiempo de dar gracias

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.

Juan 3:16.

Diciembre es un mes mágico, lleno de alegrías, sonrisas, abrazos y hasta donde la vida lo permite, fiestas, celebraciones y regalos. Con tantas cosas pasando, es fácil perder de vista lo que estamos celebrando.

Hoy es Navidad, el día en que se celebra el nacimiento de Jesús.

Hace 2021 años nació, en algún lugar de Belén, un niño al que se le puso por nombre Jesús, y cuya vida y enseñanzas han sido estudiadas y transmitidas por generaciones hasta el día de hoy. Enseñanzas que han transformado la vida de millones de personas alrededor del mundo. Yo soy una de ellas.

Yo soy testigo de cómo Dios puede transformar una vida, rescatar un matrimonio, dar nuevas esperanzas cuando todo parece perdido. “Vengan a mi todos los que estén trabajados y cansados que yo los haré descansar” dice el Señor, es una promesa cumplida, en millones y millones de vidas a lo largo de los siglos.

Desde tiempos inmemoriales hemos habido personas cansadas y angustiadas por las dificultades de la vida que no encuentran descaso. El llamado de Dios es precisamente para nosotros, para esta clase de personas, es decir, personas angustiadas por las “injusticias” de la vida, frustradas por los fracasos y en general todo aquel que este cansado de luchar con sus problemas de pareja, de familia o en el trabajo.

Y no tiene que ver con el estatus educativo, económico o social. En esto consiste lo maravilloso del ministerio de Jesús. Él vino a buscar a todos, pero especialmente a los necesitados y despreciados de este mundo. El no desarrollo su ministerio en un palacio, asesorando a reyes y príncipes como lo hacían los líderes religiosos de su tiempo, ni siquiera desarrollo su ministerio en Jerusalén, la capital del reino donde se encontraba la gente más pudiente, por el contrario, la mayor parte de su ministerio la realizó en Galilea, un región donde vivía gente sencilla, sin estudios, de oficios ordinarios como el de pescador, no dio preferencia a los príncipes sino a prostitutas y publicanos, con ellos se sentó para predicarles el evangelio del Reino. A eso vino precisamente Jesús: a llamar a todos aquellos cansados y angustiados.

Esa es la buena noticia. Esta escrito, “El ángel les dijo: "No teman, porque les traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”. “Esto les servirá de señal: hallarán a un Niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. De repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo: "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad en quienes Él se complace”. Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: "Vayamos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a saber". Fueron a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. Cuando lo vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este Niño. Y todos los que lo oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores. Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.”

Navidad es tiempo de dar gracias a Dios, por todo lo que hemos visto y oído, es tiempo de agradecer por todo lo bueno que hemos vivido y recordar que si bien hemos pasado por malos momentos, son muchas las dificultades que hemos superado.

Que Dios vuelva a nacer esta Navidad en tu corazón, en tu familia, en tu comunidad. Son mis mejores deseos.

Facebook: JuanCarlosValenciaAGUA

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.

Juan 3:16.

Diciembre es un mes mágico, lleno de alegrías, sonrisas, abrazos y hasta donde la vida lo permite, fiestas, celebraciones y regalos. Con tantas cosas pasando, es fácil perder de vista lo que estamos celebrando.

Hoy es Navidad, el día en que se celebra el nacimiento de Jesús.

Hace 2021 años nació, en algún lugar de Belén, un niño al que se le puso por nombre Jesús, y cuya vida y enseñanzas han sido estudiadas y transmitidas por generaciones hasta el día de hoy. Enseñanzas que han transformado la vida de millones de personas alrededor del mundo. Yo soy una de ellas.

Yo soy testigo de cómo Dios puede transformar una vida, rescatar un matrimonio, dar nuevas esperanzas cuando todo parece perdido. “Vengan a mi todos los que estén trabajados y cansados que yo los haré descansar” dice el Señor, es una promesa cumplida, en millones y millones de vidas a lo largo de los siglos.

Desde tiempos inmemoriales hemos habido personas cansadas y angustiadas por las dificultades de la vida que no encuentran descaso. El llamado de Dios es precisamente para nosotros, para esta clase de personas, es decir, personas angustiadas por las “injusticias” de la vida, frustradas por los fracasos y en general todo aquel que este cansado de luchar con sus problemas de pareja, de familia o en el trabajo.

Y no tiene que ver con el estatus educativo, económico o social. En esto consiste lo maravilloso del ministerio de Jesús. Él vino a buscar a todos, pero especialmente a los necesitados y despreciados de este mundo. El no desarrollo su ministerio en un palacio, asesorando a reyes y príncipes como lo hacían los líderes religiosos de su tiempo, ni siquiera desarrollo su ministerio en Jerusalén, la capital del reino donde se encontraba la gente más pudiente, por el contrario, la mayor parte de su ministerio la realizó en Galilea, un región donde vivía gente sencilla, sin estudios, de oficios ordinarios como el de pescador, no dio preferencia a los príncipes sino a prostitutas y publicanos, con ellos se sentó para predicarles el evangelio del Reino. A eso vino precisamente Jesús: a llamar a todos aquellos cansados y angustiados.

Esa es la buena noticia. Esta escrito, “El ángel les dijo: "No teman, porque les traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”. “Esto les servirá de señal: hallarán a un Niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. De repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo: "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad en quienes Él se complace”. Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: "Vayamos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a saber". Fueron a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. Cuando lo vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este Niño. Y todos los que lo oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores. Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.”

Navidad es tiempo de dar gracias a Dios, por todo lo que hemos visto y oído, es tiempo de agradecer por todo lo bueno que hemos vivido y recordar que si bien hemos pasado por malos momentos, son muchas las dificultades que hemos superado.

Que Dios vuelva a nacer esta Navidad en tu corazón, en tu familia, en tu comunidad. Son mis mejores deseos.

Facebook: JuanCarlosValenciaAGUA