/ lunes 1 de noviembre de 2021

Una nueva reunión del G20

La reunión de los líderes del G20 celebrada el pasado fin de semana en Roma, Italia cobra una especial relevancia debido a que es la primera celebración presencial luego del confinamiento provocado por la pandemia del COVID-19; en esta asamblea participaron representantes de las naciones más industrializadas del planeta que, además, en su mayoría, son los principales responsables de la industrialización mundial en la historia reciente.

Los países que participan son Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Francia, Italia, India, Indonesia, Japón, México, Rusia, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea, pero, ¿por qué es importante que se hayan reunido presencialmente estas naciones? Simplemente porque, de acuerdo a la Comisión Europea (2021), este grupo representa casi el 90% del Producto Interno Bruto (PIB) a nivel mundial, casi dos terceras partes de la población del planeta, así como el 80% del comercio mundial de productos agrícolas y cerca del 60% de todas las tierras agrícolas.

Es así que la reunión no debería pasar desapercibida, sobretodo, porque los acuerdos que alcanzan estas naciones impactan de manera directa sobre el rumbo que tome el planeta, no solo en materia económica y comercial, pero también en cuestión sanitaria, ya que uno de los principales objetivos de esta reunión fue abordar temas que tienen que ver con la recuperación postpandemia.

Fueron tres los principales objetivos basados en el multilateralismo y la importancia de las relaciones globales de los gobiernos más industrializados:

•El primer punto se refirió a encontrar acuerdos que ayuden a disminuir las desigualdades provocadas por la pandemia de la COVID-19.

•El segundo punto se centró en constituir acuerdos para acelerar la recuperación económica mundial.

•El tercer punto buscó el establecimiento de acuerdos concretos para atender la lucha en contra del cambio climático.

Sin embargo, el hecho de que los representantes de estas naciones se reúnan para afrontar los desafíos actuales del mundo globalizado debe recordarnos que son ellos mismos los que, por una u otra razón, han provocado esos males que pretenden evitar con este tipo de reuniones. Dicho con otras palabras, estas naciones, que acumulan el 80% del comercio global, son los que han creado los problemas que ahora intentan disminuir con reuniones como la celebrada en este fin de semana y que, sin embargo, será difícil que puedan alcanzar acuerdos reales a pesar de sus buenas intenciones ya que sin jugar a ser adivino, se podría decir que pasarán a la historia por ser reuniones diplomáticas pero poco efectivas para la economía global, sobre todo para esas otras 173 naciones que no están invitadas y que, apenas en su conjunto, aportan 20% a la economía global.

Es así que los que pretenden rescatar e impulsar la economía del mundo no hacen más que rescatarse a sí mismos y como ejemplos podríamos mencionar que 15 de los 20 países con mayor número de personas fallecidas a causa del coronavirus en el mundo son del G20, los mismos países que, en su conjunto, de acuerdo a Forbes (2021), aportan alrededor del 70% de las emisiones globales de CO₂ derivados de la quema de combustibles fósiles, algo así como 38,000 millones de toneladas métricas enviadas a la atmósfera.

Luego, la reflexión que queda tiene que ver más con saber si lo que buscan estos países es abordar realmente temas de trascendencia para encontrar soluciones reales a los problemas globales o solo paliativos diplomáticos a corto plazo que ni ellos mismos están dispuestos a seguir, justo como la Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP26) a celebrarse en Glasgow, Reino Unido estos próximos días.

Twitter @fabrecam

La reunión de los líderes del G20 celebrada el pasado fin de semana en Roma, Italia cobra una especial relevancia debido a que es la primera celebración presencial luego del confinamiento provocado por la pandemia del COVID-19; en esta asamblea participaron representantes de las naciones más industrializadas del planeta que, además, en su mayoría, son los principales responsables de la industrialización mundial en la historia reciente.

Los países que participan son Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Francia, Italia, India, Indonesia, Japón, México, Rusia, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea, pero, ¿por qué es importante que se hayan reunido presencialmente estas naciones? Simplemente porque, de acuerdo a la Comisión Europea (2021), este grupo representa casi el 90% del Producto Interno Bruto (PIB) a nivel mundial, casi dos terceras partes de la población del planeta, así como el 80% del comercio mundial de productos agrícolas y cerca del 60% de todas las tierras agrícolas.

Es así que la reunión no debería pasar desapercibida, sobretodo, porque los acuerdos que alcanzan estas naciones impactan de manera directa sobre el rumbo que tome el planeta, no solo en materia económica y comercial, pero también en cuestión sanitaria, ya que uno de los principales objetivos de esta reunión fue abordar temas que tienen que ver con la recuperación postpandemia.

Fueron tres los principales objetivos basados en el multilateralismo y la importancia de las relaciones globales de los gobiernos más industrializados:

•El primer punto se refirió a encontrar acuerdos que ayuden a disminuir las desigualdades provocadas por la pandemia de la COVID-19.

•El segundo punto se centró en constituir acuerdos para acelerar la recuperación económica mundial.

•El tercer punto buscó el establecimiento de acuerdos concretos para atender la lucha en contra del cambio climático.

Sin embargo, el hecho de que los representantes de estas naciones se reúnan para afrontar los desafíos actuales del mundo globalizado debe recordarnos que son ellos mismos los que, por una u otra razón, han provocado esos males que pretenden evitar con este tipo de reuniones. Dicho con otras palabras, estas naciones, que acumulan el 80% del comercio global, son los que han creado los problemas que ahora intentan disminuir con reuniones como la celebrada en este fin de semana y que, sin embargo, será difícil que puedan alcanzar acuerdos reales a pesar de sus buenas intenciones ya que sin jugar a ser adivino, se podría decir que pasarán a la historia por ser reuniones diplomáticas pero poco efectivas para la economía global, sobre todo para esas otras 173 naciones que no están invitadas y que, apenas en su conjunto, aportan 20% a la economía global.

Es así que los que pretenden rescatar e impulsar la economía del mundo no hacen más que rescatarse a sí mismos y como ejemplos podríamos mencionar que 15 de los 20 países con mayor número de personas fallecidas a causa del coronavirus en el mundo son del G20, los mismos países que, en su conjunto, de acuerdo a Forbes (2021), aportan alrededor del 70% de las emisiones globales de CO₂ derivados de la quema de combustibles fósiles, algo así como 38,000 millones de toneladas métricas enviadas a la atmósfera.

Luego, la reflexión que queda tiene que ver más con saber si lo que buscan estos países es abordar realmente temas de trascendencia para encontrar soluciones reales a los problemas globales o solo paliativos diplomáticos a corto plazo que ni ellos mismos están dispuestos a seguir, justo como la Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP26) a celebrarse en Glasgow, Reino Unido estos próximos días.

Twitter @fabrecam