/ jueves 25 de marzo de 2021

Urióstegui, Adame y los demás

El Partido Acción Nacional tratará de echar abajo la determinación del Tribunal Electoral del Estado de Morelos con la que se invalida el proceso de selección de candidato a la alcaldía de Cuernavaca, en que se enfrentaron el evidente favorito de la dirigencia estatal, José Luis Urióstegui Salgado, y el ex diputado federal, Juan Pablo Adame Alemán. El resultado de una interrumpida votación había favorecido a José Luis Urióstegui, y la dirigencia de Acción Nacional hizo lo conducente al registrarlo como candidato en común con el Partido Social Demócrata, que había sido el primero en prestar su registro al ex independiente en el popular y bastante extraño carácter de candidato ciudadano.

El asunto no termina en eso, pero mete ruido a la candidatura del impugnado Urióstegui por varios motivos; primero el hecho de que el período para registro de candidatos ha concluido, aunque aún podrían hacer una sustitución si ésta se diera en los tiempos establecidos por la reglamentación electoral. Si el PAN decidiera reponer el procedimiento de designación, con los riesgos que ello implica, probablemente tendría tiempo de que Urióstegui fuera su candidato; en caso de determinar el ataque a la determinación en otras instancias, es probable que el tiempo se agotara. Por supuesto que admitir el resolutivo sería reconocer, tácitamente, que la dirigencia de Acción Nacional inclinó la balanza a favor de Urióstegui o que permitió y validó un procedimiento irregular, lo que aparentemente quienes toman las decisiones en el PAN estatal no estarían dispuestos a hacer. Así que la salida no será sencilla.

Aún es pronto para un análisis definitivo, pero eliminar la parte panista de la candidatura de Urióstegui (el tribunal no le impide concursar bajo las siglas del PSD), lesionaría la capacidad del candidato de alcanzar el triunfo en la elección de Cuernavaca. Dirán los del PSD que ya alguna vez lograron ganar la elección sólos, aquella vez que postularon al hoy gobernador Cuauhtémoc Blanco; pero las circunstancias eran totalmente diferentes y la competencia mucho más (por cierto, el PSD bloqueó este jueves las oficinas del Impepac por problemas con el registro de sus candidatos y la validez de los mismos).

Siendo breves, José Luis Urióstegui será candidato, al menos del PSD, en el peor de los casos, pero aún tiene posibilidades de que la Comisión Permanente de Acción Nacional, determine que su candidatura es válida y lo informe al Tribunal, con lo que su registro podría quedar firme. Si ello ocurrirá, es una determinación ajena a la dirigencia local PAN, a los simpatizantes de Juan Pablo Adame y a los de José Luis Urióstegui.

Más allá de lo que ocurra, tendría que reconocerse que igual José Luis Urióstegui, que Juan Pablo Adame son víctimas aparentes del desorden y la colección de mañas de un partido específico, pero que son bien iguales a las de todos, en sus precampañas y después. Porque nada costaba a la dirigencia panista haber hecho las cosas bien, igual que nada le costaba a muchos otros partidos presentar informes de gastos de precampaña, que no hicieron y en el pecado han llevarán la penitencia, según apuntan los dardos bien afilados del Instituto Nacional Electoral.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

El Partido Acción Nacional tratará de echar abajo la determinación del Tribunal Electoral del Estado de Morelos con la que se invalida el proceso de selección de candidato a la alcaldía de Cuernavaca, en que se enfrentaron el evidente favorito de la dirigencia estatal, José Luis Urióstegui Salgado, y el ex diputado federal, Juan Pablo Adame Alemán. El resultado de una interrumpida votación había favorecido a José Luis Urióstegui, y la dirigencia de Acción Nacional hizo lo conducente al registrarlo como candidato en común con el Partido Social Demócrata, que había sido el primero en prestar su registro al ex independiente en el popular y bastante extraño carácter de candidato ciudadano.

El asunto no termina en eso, pero mete ruido a la candidatura del impugnado Urióstegui por varios motivos; primero el hecho de que el período para registro de candidatos ha concluido, aunque aún podrían hacer una sustitución si ésta se diera en los tiempos establecidos por la reglamentación electoral. Si el PAN decidiera reponer el procedimiento de designación, con los riesgos que ello implica, probablemente tendría tiempo de que Urióstegui fuera su candidato; en caso de determinar el ataque a la determinación en otras instancias, es probable que el tiempo se agotara. Por supuesto que admitir el resolutivo sería reconocer, tácitamente, que la dirigencia de Acción Nacional inclinó la balanza a favor de Urióstegui o que permitió y validó un procedimiento irregular, lo que aparentemente quienes toman las decisiones en el PAN estatal no estarían dispuestos a hacer. Así que la salida no será sencilla.

Aún es pronto para un análisis definitivo, pero eliminar la parte panista de la candidatura de Urióstegui (el tribunal no le impide concursar bajo las siglas del PSD), lesionaría la capacidad del candidato de alcanzar el triunfo en la elección de Cuernavaca. Dirán los del PSD que ya alguna vez lograron ganar la elección sólos, aquella vez que postularon al hoy gobernador Cuauhtémoc Blanco; pero las circunstancias eran totalmente diferentes y la competencia mucho más (por cierto, el PSD bloqueó este jueves las oficinas del Impepac por problemas con el registro de sus candidatos y la validez de los mismos).

Siendo breves, José Luis Urióstegui será candidato, al menos del PSD, en el peor de los casos, pero aún tiene posibilidades de que la Comisión Permanente de Acción Nacional, determine que su candidatura es válida y lo informe al Tribunal, con lo que su registro podría quedar firme. Si ello ocurrirá, es una determinación ajena a la dirigencia local PAN, a los simpatizantes de Juan Pablo Adame y a los de José Luis Urióstegui.

Más allá de lo que ocurra, tendría que reconocerse que igual José Luis Urióstegui, que Juan Pablo Adame son víctimas aparentes del desorden y la colección de mañas de un partido específico, pero que son bien iguales a las de todos, en sus precampañas y después. Porque nada costaba a la dirigencia panista haber hecho las cosas bien, igual que nada le costaba a muchos otros partidos presentar informes de gastos de precampaña, que no hicieron y en el pecado han llevarán la penitencia, según apuntan los dardos bien afilados del Instituto Nacional Electoral.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx