/ miércoles 6 de julio de 2022

Se hunde el transatlántico llamado PRIAN

Los audios de Alejandro Moreno Cárdenas (mejor conocido como “Alito”) que ha dado a conocer la gobernadora morenista de Campeche, Layda Sansores, han conducido al PRIAN a una encrucijada de la que será muy difícil que salga indemne, ya que los escándalos han acelerado la crisis derivada de las derrotas electorales de la coalición que integra el partido tricolor junto con PAN y PRD.

Contra esa coalición se han levantado voces de inconformidad en los dos partidos principales (el PRD ya está fuera de combate) En el PAN el senador Damián Zepeda –expresidente del partido—ha señalado con toda claridad que el dirigente del blanquiazul ha equivocado el rumbo al echarse al hombro un fardo que, además del desprestigio de su dirigente, ha perdido millones de votos porque sus bases lo han abandonado.

Al interior del partido tricolor, el senador Miguel Ángel Osorio Chong –también su expresidente—de hecho ha llamado a la militancia priista a la insurrección interna con vías de hecho, al denunciar en múltiples entrevistas la falta de cumplimiento de “Alito” de los compromisos que recién pactó con los expresidentes de ese partido.

La legisladora priísta Dulce María Sauri Riancho dijo, por su parte, que “Alito” debe renunciar para salvar la unidad del partido tricolor. Evocó el pasaje bíblico de las madres que se presentaron ante el Rey Salomón, reclamando la maternidad de una niña; el monarca pidió una espada para partir a la infanta y dar una parte a cada reclamante. La verdadera madre renunció a sus pretensiones para salvar la vida de la niña. La legisladora yucateca propuso que “Alito” renuncie para que el niño tricolor siga viviendo.

Ambos exdirigentes del PRI --Osorio Chong y Sauri Riancho—expresaron que el mandato de “Alito” terminará en agosto de 2023, y que su Consejo Político puede ampliarle el plazo por tres meses, o sea hasta noviembre de ese año, por lo que “Alito” tratará de imponer candidaturas de gobernador, diputados y senadores del PRI en las elecciones que tendrán lugar en 2024. Las pasiones políticas estallarán en esos momentos.

En otras palabras: la guerra política ya penetró a las entrañas del PRI, y “Alito” no podrá salir de ella con banderas desplegadas. Lo que están haciendo los anteriores dirigentes del PRI ante la contumacia del actual líder tricolor es maniatarlo, limitarlo y no permitirle operar libremente ni hacer campaña en pro de la ampliación de su poder. Esa guerra de lodo está alejando a los simpatizantes priístas que emigran hacia otros partidos.

Ante esa batalla, el fundador y dirigente real del PRIAN, Claudio X González, no ha opinado nada, y en cambio ha llamado al partido Movimiento Ciudadano (MC) a sumarse a su agrupación, bajo pena de que si no lo hace, habrá consecuencias políticas negativas que los emecistas deberán pagar. El empresario viajó a Guadalajara, Jalisco, plaza fuerte de MC, para hacerles la perentoria advertencia.

Las cuentas de Claudio X González –creador y mandamás del PRIAN—siempre han sido muy alegres. Llegó al punto de hacer una sumatoria mecánica, muy optimista, de donde concluyó que el PRIAN había obtenido cifras muy cercanas a las de la coalición de izquierda en las elecciones federales del 2021.

Luego añadió la cifra de votos obtenida por MC –sumando peras con manzanas-- y lanzó en mayo la propuesta de que toda la oposición junta podría vencer a la izquierda en las elecciones de 2024. MC salió de inmediato al paso y aclaró que ellos nunca habían aceptado unirse al PRIAN, por lo que no deberían incluir sus votos. Esta primera aclaración fue suficiente de momento para calmar los ímpetus del dirigente real del PRIAN.

En el mes de junio, Claudio X retomó su descabellada iniciativa y viajó a Guadalajara, donde amenazó con “graves consecuencias” si los emecistas persistían en su negativa. Varios dirigentes le contestaron, entre ellos el gobernador Enrique Alfaro, quien rechazó la amenaza en términos tajantes. Después llegó el dirigente vitalicio de MC a la capital tapatía y puso en evidencia una vez más al empresario.

Este incidente fue un episodio más del largo conflicto de intereses entre la cúpula empresarial que ha logrado aglutinar al PRIAN y los del partido naranja. Aunque el MC logró muy escasa votación en las recientes elecciones –es decir, que sigue formando parte de “la chiquillada” según las categorías del “Jefe” Diego—y solo controla Jalisco – en Nuevo León llegó de rebote—MC hoy se ha convertido en el partido que atrae las codiciosas miradas de los empresarios.

Veamos las cifras de MC en las últimas elecciones de 2022 en los 6 estados en disputa:

Oaxaca.- Ganó la izquierda con más de 60% de los votos; MC solo obtuvo 3.27% de esa votación.

Hidalgo.- Ganó la izquierda con más del 50% de los votos; MC obtuvo solo 3.38% del total.

Quintana Roo.- Ganó la izquierda con diferencia muy grande de votos; MC solo obtuvo 12.94% de los mismos.

Durango.- Ganó el PRI con poco más del 50% de la votación; MC obtuvo el 4.5% de la misma.

Tamaulipas: ganó la izquierda con reducido margen sobre el PRIAN; MC solo obtuvo 3.17% de los votos.

Aguascalientes.- Ganó el PAN con cerca del 50% de la votación; MC obtuvo 6.95% de la misma.

Lo anterior indica que –salvo Quintana Roo—en las demás entidades MC obtuvo cifras electorales que no rebasan un dígito. Estos datos nos señalan que MC sigue siendo un partido de votaciones pequeñas. El porcentaje que obtuvo en Quintana Roo, arriba de 12 puntos, se debe a que su candidato, el senador José Luis Pech, abandonó las filas de Morena con “su gente” y obtuvo el registro como candidato bajo las siglas de MC. Pero de ninguna manera se puede considerar esa votación como “propia” del partido naranja, sino como algo excepcional. En promedio, con su votación MC solo alcanzaría el 5.71 de los sufragios emitidos en las seis entidades donde compitió

Con cifras tan endebles, Dante Delgado ha asumido una línea propia y rechazado la oferta de la derecha con términos muy arrogantes. Solo se puede entender el asunto como un duelo de egos entre los diversos capos de la derecha. Dante quiere seguir siendo la cabeza de su minúsculo proyecto, y no situarse a la cola de los leones que hoy disputan el poder.

Los audios de Alejandro Moreno Cárdenas (mejor conocido como “Alito”) que ha dado a conocer la gobernadora morenista de Campeche, Layda Sansores, han conducido al PRIAN a una encrucijada de la que será muy difícil que salga indemne, ya que los escándalos han acelerado la crisis derivada de las derrotas electorales de la coalición que integra el partido tricolor junto con PAN y PRD.

Contra esa coalición se han levantado voces de inconformidad en los dos partidos principales (el PRD ya está fuera de combate) En el PAN el senador Damián Zepeda –expresidente del partido—ha señalado con toda claridad que el dirigente del blanquiazul ha equivocado el rumbo al echarse al hombro un fardo que, además del desprestigio de su dirigente, ha perdido millones de votos porque sus bases lo han abandonado.

Al interior del partido tricolor, el senador Miguel Ángel Osorio Chong –también su expresidente—de hecho ha llamado a la militancia priista a la insurrección interna con vías de hecho, al denunciar en múltiples entrevistas la falta de cumplimiento de “Alito” de los compromisos que recién pactó con los expresidentes de ese partido.

La legisladora priísta Dulce María Sauri Riancho dijo, por su parte, que “Alito” debe renunciar para salvar la unidad del partido tricolor. Evocó el pasaje bíblico de las madres que se presentaron ante el Rey Salomón, reclamando la maternidad de una niña; el monarca pidió una espada para partir a la infanta y dar una parte a cada reclamante. La verdadera madre renunció a sus pretensiones para salvar la vida de la niña. La legisladora yucateca propuso que “Alito” renuncie para que el niño tricolor siga viviendo.

Ambos exdirigentes del PRI --Osorio Chong y Sauri Riancho—expresaron que el mandato de “Alito” terminará en agosto de 2023, y que su Consejo Político puede ampliarle el plazo por tres meses, o sea hasta noviembre de ese año, por lo que “Alito” tratará de imponer candidaturas de gobernador, diputados y senadores del PRI en las elecciones que tendrán lugar en 2024. Las pasiones políticas estallarán en esos momentos.

En otras palabras: la guerra política ya penetró a las entrañas del PRI, y “Alito” no podrá salir de ella con banderas desplegadas. Lo que están haciendo los anteriores dirigentes del PRI ante la contumacia del actual líder tricolor es maniatarlo, limitarlo y no permitirle operar libremente ni hacer campaña en pro de la ampliación de su poder. Esa guerra de lodo está alejando a los simpatizantes priístas que emigran hacia otros partidos.

Ante esa batalla, el fundador y dirigente real del PRIAN, Claudio X González, no ha opinado nada, y en cambio ha llamado al partido Movimiento Ciudadano (MC) a sumarse a su agrupación, bajo pena de que si no lo hace, habrá consecuencias políticas negativas que los emecistas deberán pagar. El empresario viajó a Guadalajara, Jalisco, plaza fuerte de MC, para hacerles la perentoria advertencia.

Las cuentas de Claudio X González –creador y mandamás del PRIAN—siempre han sido muy alegres. Llegó al punto de hacer una sumatoria mecánica, muy optimista, de donde concluyó que el PRIAN había obtenido cifras muy cercanas a las de la coalición de izquierda en las elecciones federales del 2021.

Luego añadió la cifra de votos obtenida por MC –sumando peras con manzanas-- y lanzó en mayo la propuesta de que toda la oposición junta podría vencer a la izquierda en las elecciones de 2024. MC salió de inmediato al paso y aclaró que ellos nunca habían aceptado unirse al PRIAN, por lo que no deberían incluir sus votos. Esta primera aclaración fue suficiente de momento para calmar los ímpetus del dirigente real del PRIAN.

En el mes de junio, Claudio X retomó su descabellada iniciativa y viajó a Guadalajara, donde amenazó con “graves consecuencias” si los emecistas persistían en su negativa. Varios dirigentes le contestaron, entre ellos el gobernador Enrique Alfaro, quien rechazó la amenaza en términos tajantes. Después llegó el dirigente vitalicio de MC a la capital tapatía y puso en evidencia una vez más al empresario.

Este incidente fue un episodio más del largo conflicto de intereses entre la cúpula empresarial que ha logrado aglutinar al PRIAN y los del partido naranja. Aunque el MC logró muy escasa votación en las recientes elecciones –es decir, que sigue formando parte de “la chiquillada” según las categorías del “Jefe” Diego—y solo controla Jalisco – en Nuevo León llegó de rebote—MC hoy se ha convertido en el partido que atrae las codiciosas miradas de los empresarios.

Veamos las cifras de MC en las últimas elecciones de 2022 en los 6 estados en disputa:

Oaxaca.- Ganó la izquierda con más de 60% de los votos; MC solo obtuvo 3.27% de esa votación.

Hidalgo.- Ganó la izquierda con más del 50% de los votos; MC obtuvo solo 3.38% del total.

Quintana Roo.- Ganó la izquierda con diferencia muy grande de votos; MC solo obtuvo 12.94% de los mismos.

Durango.- Ganó el PRI con poco más del 50% de la votación; MC obtuvo el 4.5% de la misma.

Tamaulipas: ganó la izquierda con reducido margen sobre el PRIAN; MC solo obtuvo 3.17% de los votos.

Aguascalientes.- Ganó el PAN con cerca del 50% de la votación; MC obtuvo 6.95% de la misma.

Lo anterior indica que –salvo Quintana Roo—en las demás entidades MC obtuvo cifras electorales que no rebasan un dígito. Estos datos nos señalan que MC sigue siendo un partido de votaciones pequeñas. El porcentaje que obtuvo en Quintana Roo, arriba de 12 puntos, se debe a que su candidato, el senador José Luis Pech, abandonó las filas de Morena con “su gente” y obtuvo el registro como candidato bajo las siglas de MC. Pero de ninguna manera se puede considerar esa votación como “propia” del partido naranja, sino como algo excepcional. En promedio, con su votación MC solo alcanzaría el 5.71 de los sufragios emitidos en las seis entidades donde compitió

Con cifras tan endebles, Dante Delgado ha asumido una línea propia y rechazado la oferta de la derecha con términos muy arrogantes. Solo se puede entender el asunto como un duelo de egos entre los diversos capos de la derecha. Dante quiere seguir siendo la cabeza de su minúsculo proyecto, y no situarse a la cola de los leones que hoy disputan el poder.