/ jueves 20 de febrero de 2020

Villalobos y las encuestas...

Morelos no quiere a su clase política, esto es un fenómeno que se arrastra desde tiempos de Jorge Carrillo Olea, se compuso un poco en los primeros meses del gobierno de Sergio Estrada Cajigal y se profundizó en el sexenio de Graco Ramírez pegando también al hoy gobernador, Cuauhtémoc Blanco, cuya popularidad ha venido en caída libre desde que tomó el mando del Ejecutivo en octubre de 2018. Por eso es interesante el dato que arrojan las encuestas de dos empresas Massive Caller y Consulta Mitofsky respecto a los niveles de aprobación del alcalde de Cuernavaca, Antonio Villalobos.

En efecto, si se compara con otros alcaldes (Massive Caller lo contrasta con 100 y Mitofsky con 60, Villalobos no está ni a la mitad de la tabla, es el lugar 88 (con 20.2% de aprobación) en la primera y el 38 (con 35.7%), en la segunda. Pero en contraste con la aprobación del gobernador, Cuauhtémoc Blanco, medida por las mismas casas, se mantiene bastante arriba 6 puntos en Massive Caller y 21 en Mitofsky. Dadas las circunstancias del mandato del alcalde, la forma en que llegó al poder como candidato suplente y la tradición morelense de rechazo a sus gobernantes, no se trata de un asunto menor. Algo estará haciendo bien el alcalde para que aún con un ayuntamiento en crisis financiera, con múltiples adversarios políticos con acceso evidente a medios de comunicación y liderazgos de opinión, pueda reportar números que, en términos generales, debieran considerarse positivos. ¿Qué tanto? Al medir la probabilidad de voto, Antonio Villalobos logra el 14.9 de sí a la pregunta “¿si su actual alcalde quisiera reelegirse o buscar un puesto público votaría por él en las elecciones del 2021?”, hecha por Massive Caller.

Frente a un Congreso en franca crisis, presidencias municipales que acumulan tremendos niveles de rechazo, y un gobierno estatal que requiere de cambios profundos para mejorar con urgencia la percepción ciudadana, Villalobos parece consolidarse como el liderazgo más importante en la actual clase política, lo que recuerda aquél “en el país de los ciegos el tuerto es rey”. En efecto, en circunstancias de mayor legitimidad política, de actores más competentes, el alcalde de Cuernavaca estaría sepultado y para nada sería motivo de atención en la ruta electoral que ya comienza a trazarse rumbo a las elecciones intermedias, pero en el escenario actual, tendrá que tomarse en cuenta al alcalde en el trazo de las candidaturas.

En Morena hay una corriente importante que reconoce en sus alcaldes Rafael Reyes Reyes, de Jiutepec; Juan Ángel Flores Bustamante, de Jojutla; y el propio Villalobos, de Cuernavaca; sus liderazgos más encumbrados actualmente y con quienes podría competir realmente en las elecciones próximas. Reyes Reyes y Flores Bustamante son considerados incluso para posiciones en el Congreso local, mientras que con Villalobos podría optarse por la reelección.

Por cierto, algo grave habrá ocurrido con el alcalde Villalobos tuvo que salir del desayuno por el Día del Ejército en el que estaba su nuevo amigo, el gobernador Cuauhtémoc Blanco, con quien recién hizo las paces.


Twitter: @martinellito

Correo: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Morelos no quiere a su clase política, esto es un fenómeno que se arrastra desde tiempos de Jorge Carrillo Olea, se compuso un poco en los primeros meses del gobierno de Sergio Estrada Cajigal y se profundizó en el sexenio de Graco Ramírez pegando también al hoy gobernador, Cuauhtémoc Blanco, cuya popularidad ha venido en caída libre desde que tomó el mando del Ejecutivo en octubre de 2018. Por eso es interesante el dato que arrojan las encuestas de dos empresas Massive Caller y Consulta Mitofsky respecto a los niveles de aprobación del alcalde de Cuernavaca, Antonio Villalobos.

En efecto, si se compara con otros alcaldes (Massive Caller lo contrasta con 100 y Mitofsky con 60, Villalobos no está ni a la mitad de la tabla, es el lugar 88 (con 20.2% de aprobación) en la primera y el 38 (con 35.7%), en la segunda. Pero en contraste con la aprobación del gobernador, Cuauhtémoc Blanco, medida por las mismas casas, se mantiene bastante arriba 6 puntos en Massive Caller y 21 en Mitofsky. Dadas las circunstancias del mandato del alcalde, la forma en que llegó al poder como candidato suplente y la tradición morelense de rechazo a sus gobernantes, no se trata de un asunto menor. Algo estará haciendo bien el alcalde para que aún con un ayuntamiento en crisis financiera, con múltiples adversarios políticos con acceso evidente a medios de comunicación y liderazgos de opinión, pueda reportar números que, en términos generales, debieran considerarse positivos. ¿Qué tanto? Al medir la probabilidad de voto, Antonio Villalobos logra el 14.9 de sí a la pregunta “¿si su actual alcalde quisiera reelegirse o buscar un puesto público votaría por él en las elecciones del 2021?”, hecha por Massive Caller.

Frente a un Congreso en franca crisis, presidencias municipales que acumulan tremendos niveles de rechazo, y un gobierno estatal que requiere de cambios profundos para mejorar con urgencia la percepción ciudadana, Villalobos parece consolidarse como el liderazgo más importante en la actual clase política, lo que recuerda aquél “en el país de los ciegos el tuerto es rey”. En efecto, en circunstancias de mayor legitimidad política, de actores más competentes, el alcalde de Cuernavaca estaría sepultado y para nada sería motivo de atención en la ruta electoral que ya comienza a trazarse rumbo a las elecciones intermedias, pero en el escenario actual, tendrá que tomarse en cuenta al alcalde en el trazo de las candidaturas.

En Morena hay una corriente importante que reconoce en sus alcaldes Rafael Reyes Reyes, de Jiutepec; Juan Ángel Flores Bustamante, de Jojutla; y el propio Villalobos, de Cuernavaca; sus liderazgos más encumbrados actualmente y con quienes podría competir realmente en las elecciones próximas. Reyes Reyes y Flores Bustamante son considerados incluso para posiciones en el Congreso local, mientras que con Villalobos podría optarse por la reelección.

Por cierto, algo grave habrá ocurrido con el alcalde Villalobos tuvo que salir del desayuno por el Día del Ejército en el que estaba su nuevo amigo, el gobernador Cuauhtémoc Blanco, con quien recién hizo las paces.


Twitter: @martinellito

Correo: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx