El músico y escritor Camel Perea, quien se define a sí mismo como "un cronista de mi tiempo y un trovador sin rabia, que evidencia lo importante o lo que cree que es necesario mencionar", siempre se ha caracterizado por estar creando, por ser muy activo en la realización de proyectos y en el apoyo educativo para niños y jóvenes, y por supuesto, la pandemia no lo detuvo, pues fue el tiempo ideal para trabajar en nuevas ideas.
"He estado trabajando mucho más en temas de producción, ya que la pandemia nos impidió realizar actividades directamente escénicas en forma. En un momento traté de adherirme a la escena telemática de los conciertos en línea, pero después me enfoqué en una parte introspectiva de decir lo importante y acercarme con los chicos porque muchos han estado buscando alternativas para subsistir y para encontrar otras maneras de vivir, incluso más allá del arte", expresó Camel Perea.
El talentoso joven decidió juntar a los muchachos para sacar adelante diversas producciones que derivan en proyectos muy interesantes, y además fue llamado para realizar la música de algunas obras.
"Este tiempo sirvió mucho para reflexionar en la labor que tenemos los compositores y los artistas en general, en el desarrollo histórico de las sociedades. Concretamente haré tres lanzamientos que se enfocan en la niñez, en la forma que acompañamos a las infancias y la responsabilidad social que tenemos los artistas y la sociedad en general, sobre todo en estos momentos con las clases en línea por ejemplo, que se hace un gran esfuerzo y los padres están evidenciando la importancia de los profesores en la formación de los chicos. Y también a nivel superior, no estábamos preparados para que esto ocurriera y estamos haciendo lo mejor que podemos".
El artista menciona que en estos tiempos, se logran evidenciar algunas cosas de corrupción y temas históricos que salen a la luz, pero en general la buena voluntad, el enfoque en lo importante y las herramientas de proposición y prospección permiten unificarse en ese sentido. Por tal motivo, suele dar clases y acompañamiento educativo a través de la música, enseñándole a los niños y jóvenes, fracciones, temas históricos, cultura, gramática y semántica.
"De eso hablaran mis producciones, sobre la niñez y la noche, que es un tema que mr gusta mucho, abordar la esencia noctámbula de la vida bohemia que también se ha modificado".
Sus próximas producciones estarán disponibles en las diversas plataformas digitales, además de que las presentará en programas de televisión y radio, en algunos conciertos o intervenciones en espacios públicos.
A través de su trabajo artístico, Camel siempre ha tratado de ser muy honesto en su discurso, y sobre todo en esta pandemia, su trabajo independiente le ha permitido una mayor libertad.
"He estado realizando materiales muy honestos con respecto a nuestras necesidades de expresión. La música nunca para, nos ha acompañado siempre y nos ha permitido registrar un momento histórico, a los artistas nos toca ese trabajo ya sea a través del entrenamiento o del arte más comprometido, como la literatura o danza".
Otro de sus proyectos más recientes es el libro "La luna es un plátano. Sinonimia de la incompletitud" en el que retoma muchas de sus letras de los últimos años.
"Fui recopilando algunas letras que habían quedado fuera y trabajé en la portada con una diseñadora argentina, queríamos reivindicar la semántica del plátano como un elemento fálico y darle una enunciación femenina, es decir, de pronto creo que muchas causas o elementos se han apropiado de los símbolos, que lo azul no tenga que ser la bandera de lo tradicional y de lo pro vida, pienso que nos han arrebatado muchos elementos que son hermosos. En el caso del plátano, pensé en una luna platanar como una representación femenina por el asunto de las fases lunares y la relación que tiene con los ciclos menstruales. Es un libro muy femenino que evoca la alteridad de la construcción humana, ya que vivimos en tiempos donde se asumen muchas formas de concebirse y construirse. Es un proyecto que aborda la libertad del espíritu y el amor manifestado en distintas formas".
Para este proyecto, Camel ha estado trabajando muy de cerca con Oscar Athie, Fernando Delgadillo y Felicia Garza escuchándolos mucho y apoyándose en su sabiduría pues considera importante escuchar a sus referentes, así como a las voces experimentadas y a las nuevas, pues todo eso le permite crecer como persona y artista.
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