El fin de un encargo, la continuidad de un compromiso

Dora Ivonne Rosales Sotelo | El Sol de Cuernavaca

  · martes 8 de junio de 2021

Este día me dirijo a todas y todos los que me han hecho el honor de seguir mis participaciones en este y otros medios de comunicación, quienes me han honrado con la oportunidad de expresar mis ideas y convicciones con el único fin de abonar a la construcción de una sociedad de derechos y fomentar la cultura de la transparencia, la rendición de cuentas y el respeto a la privacidad.

Ayer concluí una de las etapas más importantes en mi vida, mi encargo como comisionada del Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE), institución que salvaguarda los derechos humanos de acceso a la información y de protección de datos personales, el cual tuve la fortuna de presidir en dos ocasiones.

Fueron siete años en los que aprendí y me apropié apasionadamente de los temas, por los que trabajé con esmero y a los que dediqué toda mi energía; años de compromiso con la sociedad, en los que también tuve el gozo de compartir con un equipo de trabajo que me respaldó con entusiasmo, amistad y convicción en la ardua labor de la socialización y garantía de los derechos humanos.

En el camino asimilé que ser la representante de una institución, que por su naturaleza debe dar ejemplo de honestidad, ética, responsabilidad, transparencia y respeto, simbolizó el reto más importante de mi carrera profesional, no solo por la complejidad de los temas que el IMIPE atiende, sino por el gran compromiso que requiere servir a las personas.

Ahora que concluyo este ciclo, tengo la satisfacción de poder ver a la cara a cada morelense y decirle que cumplí con el juramento que hice de proteger y fortalecer el ejercicio de sus derechos.

En estos siente años impulsé y construí gracias a mi equipo, grandes proyectos que hoy son acciones consolidadas no solo en Morelos, sino a nivel nacional, que han aportado a que el Instituto sea referente ante el Sistema Nacional de Transparencia y entre los compañeros homólogos del país.

Asimismo, tuve la oportunidad de fortalecer lo que tres generaciones de consejeros, ahora comisionados, plantearon y pulieron en el transitar de las administraciones del IMIPE; con satisfacción y con gran orgullo visitaré el Órgano de Transparencia de Morelos que me vio crecer y con el que aprendí que el servicio público es la clave para el cambio de una entidad y un país democrático.

Agradezco a los comisionados de los órganos garantes del país, con quienes intercambiamos opiniones, analizamos propuestas y desarrollamos soluciones que garantizan llevar a las instituciones mexicanas a la altura que requirieren las personas, el acompañamiento de todos ustedes fue siempre un aliciente para dar mi mayor esfuerzo.

Gracias a quienes compartieron conmigo las vivencias, a quienes enfrentaron conmigo los obstáculos, que logramos superar, quienes estuvieron a mi lado en las jornadas de trabajo extenuantes, y quienes hicieron realidad los proyectos.

Hasta el último día de mi presidencia mantuve un IMIPE fuerte, con finanzas sanas y sin asuntos legales pendientes; una institución con resultados y que es punta de lanza en materia de datos personales y archivos en el país gracias a un equipo de trabajo profesional, capacitado y experto.

Desde mi preparación profesional como maestra y psicóloga, de la cual me enorgullezco, sé del valor de la profesionalización, por eso fue mi sello el impulso de la educación, el fortalecimiento de la cultura y la capacitación de todos los servidores públicos; quienes se quedan al frente del IMIPE harán lo propio y hago votos porque mantengan en alto el nombre de esta hermosa institución, les deseo el mayor de los éxitos por el bien de la sociedad.

Agradezco también a El Sol de Cuernavaca, por permitirme expresar mi opinión sobre los diferentes temas que abarca la transparencia, el acceso a la información, la protección de datos personales, la gestión documental, el gobierno abierto y la rendición de cuentas.

A quienes me leen, les aseguro que aunque mi encargo ha llegado a su fin, mi compromiso continúa; desde la trinchera en que me encuentre, seguiré impulsando el trabajo institucional en pro de los derechos humanos y segura estoy que pronto nos veremos, desde nuevos escenarios, para seguir construyendo la sociedad que merecemos.

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