México ha recibido una gran cantidad de personas, muchos de éstas han aportado mucho al país y lo han engrandecido de sobremanera.
Sin lugar a duda, el alemán Alexander von Humboldt (1769-1859) es uno de los hombres más destacados que ha visitado el país conocido en su nacimiento como la Nueva España, y al fallecer ya como una nación independiente de España: México. Vino junto con Humboldt otro importante baluarte francés de la botánica, Aimé Bonpland. Todo el viaje fue pagado por Humboldt, y fue bastante caro porque, además de todo el trabajo de campo, también apoyó el traslado del instrumental científico.
Realmente conoció poco de la inmensa magnitud de México. Llega por Acapulco, después se dirige al centro-sur del país. Básicamente, él llegó para entender el Cosmos y, por lo tanto, verlo desde diferentes horizontes a través de las más variadas voces de la naturaleza y de su entorno cultural. El poco tiempo que pasó en México (menos de un año), también él estuvo involucrado con ciertos aspectos de la sociedad. Por ejemplo, asistió a la inauguración del Caballito, conoció una icónica mujer de ese tiempo, la Güera Rodríguez, de quien se dice que quizás hubo amoríos con ella, pero no hay evidencias al respecto.
La Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (CONABIO) expuso la película de Humboldt realizada por Ana Cruz, de una manera majestuosa. Más que un explorador y naturalista, realmente fue un importante científico para su tiempo. Por ejemplo, además de geólogo, geógrafo, y climatólogo (entre otras disciplinas), también fue un importante botánico quien colectó muchas plantas mexicanas, la mayor parte del tiempo la paso en el campo. Además, él estaba muy interesado en comparar grupos de organismos y las razones de su distribución; y se preguntaba por qué migran las plantas y cuáles son las condiciones qué les permiten sobrevivir en las diferentes regiones del mundo.
América, el sueño de su vida, particularmente México y específicamente la ciudad de México. Por eso pidió conocer (y esencialmente desenterrar) a la Coatlicue, efigie que representaba una deidad de los Aztecas y madre de todos los Dioses, representando una mujer de avanzada edad. Por eso mismo, hay gente que piensa que Humboldt, debido a la apertura sin límites de archivos mexicanos, “plagió” a México. Pero no hay dada más fuera de la realidad. Es decir, Humboldt tenía una visión progresista, por eso mismo él pudo detectar que en este país había desigualdad.
Benito Juárez nombró a Humboldt como Benemérito de México. Y esto está relacionado, además, de su combinación de enorme sabiduría y buen sentido del humor. Por lo tanto, para Humboldt, México tiene una posición en la ciencia, pero también en el corazón de Humboldt. Él aparentaba que sus escritos resultaran ser escritos para que el mundo conociera de ellos, ya que, además, sus diarios de campo son muy bellos y se conservan muy bien.
En realidad, no importa si fue (o no) quien estipuló que Cuernavaca es “la ciudad de la eterna primavera”, por el poco tiempo que estuvo en dicha localidad; además de que (especialmente en aquel tiempo), Cuernavaca en realidad era muy pequeña. Pero si dijo que “México es un microcosmos del planeta” por tener representados en su territorio todos los principales tipos de vegetación del mundo.
Lo importante es la gran contribución a México. Por eso, y muchas cosas más, el Dr. José Sarukhán, ex rector de la UNAM e importante investigador mexicano, considera que Humboldt además de ser el científico más importante en su tiempo, fue una gran inspiración para Darwin quien, muy probablemente, al leer sus relatos y travesías, básicamente… le encendió la cabeza.