De acuerdo a cifras del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), al 17 de mayo 56 países en todo el mundo han decido posponer elecciones, 23 han decidido celebrarlas.
Un estado democrático, no se puede concebir sin los procesos electorales, ya que a través de las elecciones la ciudadanía puede ejercer el derecho fundamental de elegir a sus representantes mediante el voto.
A nivel mundial, surge la interrogante entre varios países sobre la posibilidad de posponer las elecciones, así como diversos mecanismos de participación ciudadana, como consecuencia de la pandemia provocada por el COVID-19, Otros mientras tanto, analizan la forma de celebrar elecciones, lo cierto es que, aparecen nuevos retos y desafíos en esta pandemia para la vida democrática en el mundo.
Tanto el derecho fundamental a la protección de la salud, y la emisión de medidas necesarias para atender la pandemia corresponde a las autoridades, también la emisión de directrices, de estrategias para salvaguardar el derecho al voto corresponde a las autoridades en su respectivo ámbito de competencia.
Podemos decir, que la interrogante de posponer elecciones obedece a la ponderación de dos derechos que se encuentran en colisión el derecho a la salud y a su protección, incluso el derecho a la vida, frente a los derechos político electorales, considerados como derechos fundamentales.
Sin embargo, se considera que el derecho a la salud y su respectiva salvaguarda no se contrapone con el derecho a votar y ser votado, ya que se puede garantizar el derecho a la salud, sin suspender los derechos al sufragio en doble vertiente, en razón de que las elecciones son el momento democrático para que la ciudadanía confirme o elija a un nuevo representante.
Existen criterios jurisprudenciales que establecen que la protección de un derecho no debe implica el menoscabo de otro derecho fundamental.
Bajo el argumento de la emisión de medidas sanitarias, las autoridades, están retrasando las elecciones, cuando lo ideal es generar estrategias proporcionales, razonables y necesarias, en todo caso, se debe instar a la autoridad competente a legislar modificando sus leyes y normativa para adecuarse al nuevo contexto actual, mediante legislación formal
Replantear un nuevo diseño para llevarlas a cabo, trabajar de manera coordinada e interinstitucional con las autoridades sanitarias a efecto de tomar medidas para prevenir contagios, la emisión de protocolos, lineamientos, directrices para llevarlas a cabo, hacer uso de mecanismos tecnológicos para la capacitación, incorporar un protocolo de actuación respecto a la salud y seguridad en los procesos electorales.
Si se prohíbe las reuniones masivas, evidentemente esto impacta en las campañas electorales, pero bien se puede legislar a efecto de que los candidatos lleven a través de redes sociales, internet, etc sus campañas electorales, disminuyendo en la medida de lo posible las aglomeraciones.
Establecer disposiciones electorales extraordinarias que permitan la emisión del voto alternativo como el voto a distancia, voto electrónico, por correo, o por alguna aplicación, y de llevarse de manera presencial, que se bajo un protocolo correspondiente, adicionando medidas sanitarias.
Si bien es cierto, la desconfianza podría ser uno de las principales barreras, para ello, la participación de la ciudadanía en la organización de los procesos electorales contrarrestaría dicha desconfianza.
Los medios de información son protagonistas en las elecciones, a ellos les toca la tarea de informar y comunicar correctamente a la ciudadanía, mediante campañas permanentes de información que esten transparentando cada movimiento de la autoridad electoral.
Por ello, es indispensable que las autoridades electorales, empiecen a trabajar con mecanismos alternos para llevar a cabo las elecciones libres, trasparente y seguras, garantizando los derechos políticos electorales.
Revisemos las experiencias exitosas en otros países, hoy se habla de las elecciones de Corea del Sur, en donde hicieron uso de redes sociales para sus campañas políticas, del voto alternativo, del uso de crubrebocas, caretas, liquito sanitizante, la instalación de casillas especiales para gente con riesgo por tener el sistema inmune comprometido, el escrutinio videograbado en donde podía verse en tiempo real y una serie de prácticas que permitieron llevar a cabo sus elecciones.
Es fundamental que con responsabilidad enfrentemos estos retos y desafíos, no solo es tarea de las autoridades, sino también como ciudadanos, debemos asumir este compromiso protegiendo la integridad de la democracia, de sus elecciones; porque la construcción y la consolidación democrática es tarea de todos.
