Sergio Pérez se encuentra en el mejor momento de su carrera dentro de la Fórmula Uno. A tal grado que Checo Pérez y Max Verstappen han despertado cierta rivalidad. Misma, que por instantes, a su padre le recuerda a la que sostuvieron Alain Prost y Ayrton Senna en McLaren durante los 80’s y 90’s.
“Hay que recordar cuando McLaren tenía a Senna y Prost. Esto es lo mismo. Hoy lo estamos viviendo nuevamente. Son dos tigres, gramo por gramo, en la misma jaula. Los dos piensan lo mismo, desayunan lo mismo, comen lo mismo, tú ves que en la vuelta rápida se la están quitando una Max, una Checo. En la calificación quieren la pole, ganar la práctica uno, la práctica dos, porque Checo acarició el éxito, no lo conocía, esa es la mayor diferencia”, dijo.
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Además, desde su perspectiva de padre, Garibay asegura que Checo Pérez y Max Verstappen están a la par porque el mexicano “está más acoplado. Hay que recordar cuánto tiempo llevaba Max en el equipo, le llevaba mucha ventaja. Checo, ahora sí, ya puede caminar al ritmo de Max. Yo todavía siento que entre Max y Checo hay unas milésimas a favor de Max, y en las pistas difíciles los veo muy parejos”.
Es por este nivel que ni la afición mexicana, ni el propio Checo Pérez se conforman con quedar del segundo lugar para abajo y, de hecho, hay algunos que confían en que tarde o temprano podrá salir campeón de la Fórmula Uno.
“Cada que amanece, él sabe que está en un equipo que es de primer lugar y que el segundo es el primer perdedor. Anteriormente cuando terminaba décimo era una maravilla, pero si Checo hubiera tenido esta oportunidad desde el principio como lo han tenido otros pilotos jóvenes ya sería campeón del mundo varias veces, no tengo ninguna duda. Y yo creo que tenemos Checo Pérez para los próximos 10 años y lo veo campeón del mundo”, apuntó.
Checo Pérez se mantiene con los pies en la tierra
Finalmente, Pérez Garibay también señaló que los éxitos de su hijo también lo acompañan fuera de las pistas, pues las marcas ven en él un embajador modelo para hacer crecer sus negocios, además de ser constantemente requerido por los medios de comunicación. Según el diputado, ha tenido ocasiones en donde se vio obligado a “bajarlo de su nube”.
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“El día de hoy ven a un Checo Pérez diferente y también él habla, camina y se ve diferente, y lo noto como papá cuando hablo con él, entonces a veces se me marea y me dice: ‘no, no, no jefe, recuerda, el número uno soy yo’ y yo le comentó, ‘no, no, no te confundas (entre risas). Yo el sábado antes de Azerbaiyán me dormí siendo el papá de Checo Pérez y el domingo desperté siendo el papá del ‘rey de las calles’, esa es la gran diferencia”, sentenció.