Sucedió lo inevitable. El desesperado intento por permitir el ingreso de aficionados a los escenarios deportivos encontró un freno y la reapertura tendrá que esperar hasta nuevo aviso. El rebrote de la Covid-19 cerrará, para los amantes del automovilismo, el circuito de Imola, previsto para esta semana. De tal suerte que los 13 mil asientos reservados para la ocasión quedarán vacíos.
En el mundo del balompié la situación es idéntica. Alemania y España mantendrán sus inmuebles sin público, al tiempo que en el futbol mexicano, los pequeños avances que se habían tenido, han dado marcha atrás. El estadio Victoria, de Aguascalientes, que fue el primero en abrir puertas, se mantendrá sin gente en el duelo de mañana entre Necaxa y Toluca, correspondiente a la penúltima fecha del Guard1anes 2020.
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En Mazatlán ya no hay partidos calendarizados en la temporada regular, de ahí que no haya habido necesidad de hacer anuncio, y Puebla, que había tenido la intención de abrir, se quedó con las ganas, debido a la problemática que obliga a tomar decisiones extremas.
Finalmente, el Super Bowl se disputará tentativamente con el 20 por ciento de su aforo, en Tampa Bay. En resumen, la pandemia no permite aún que surja la normalidad en el mundo del deporte. Con información de Alejandro Alfaro | ESTO
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