/ miércoles 11 de agosto de 2021

Muere Eduardo López “El Molacho”, víctima de Covid-19

El “Molacho” fue un ícono del deporte de esquí acuático en Tequesquitengo

Tequesquitengo, el mar de Morelos, está de luto. Eduardo López Román "Molacho", ícono del esquí, falleció víctima de Covid-19.

Él mismo decía: “Soy chilango de nacimiento, oriundo de Acapulco, porque ahí crecí, pero morelense y de Tequesquitengo por decisión”.

Molacho, a quien se le recuerda con sombrero, camisa, pantalón o bermuda blanca y zapatos blancos, contrastantes con su piel morena, o sus floreadas camisas, fue un hombre de vestimenta impecable y de férrea vocación por el esquí.

“Molacho llegó para quedarse”, dijo uno de sus alumnos, José Manuel Celis, hijo del Morocco, quien reconoció que “Molacho” fue un gran amigo de su padre y juntos fueron los precursores de las actividades turísticas de Tequesquitengo.

“Fui su alumno y él fue alumno de muchos, hizo escuela con la gente del pueblo y mal harían en negarlo; pionero y maestro, enseñó durante más de 50 años a esquiar a muchos cuando eran niños.

Aunque también administró el restaurante “el Club Molachos”, su mundo era el esquí acuático y fue un gran campeón y entrenador de campeones internacionales.

“Lamentamos su pérdida, pero sabemos que se fue tranquilo porque dejó un buen legado, un buen ejemplo para todos los que seguimos aquí y los que vamos a seguir en Tequesquitengo", expresó.Recordó que a pesar de su debilidad visual, "Molacho" seguía enseñando y su legado quedará en la playa ejidal de San José, el Club Náutico, Vikingos, la Coqueta, entre otras, donde dejó muy buenos alumnos.

A manera de anécdota, Manuel Celis contó que él y Andy Gudiño, como campeones de esquí acrobático, creyeron que habían superado al maestro y lo retaron a esquiar sin tabla, pero se llevaron una gran sorpresa cuando "Molacho" los rebasó, pese a su edad, lo que sin duda fue una muestra de talento y dominio en el deporte.

Cortesía | Sara Flores

Regístrate AQUÍ y recibe GRATIS tu NEWSLETTER

Amigos y familia

En el pueblo de Tequesquitengo reconocen que una de las personas más cercanas a "Molacho" es Sergio Almada Vargas, quien tiene una tienda y una farmacia en el centro de la población.

Él reconoce en Eduardo López Román “Molacho” a su padrino y al amigo que le mostró otras formas de ver la vida, sobre todo con un grupo de amistades que, como él, renunciaron al alcohol.

Conteniendo las lágrimas por la dolorosa y reciente pérdida nos dijo:

"Fue una persona que aquí, en Tequesquitengo, hizo historia. No sólo fue el maestro de esquí, no sólo fue restaurantero con 'El morocho club', sino que le dio vida a las actividades deportivas de la laguna, y con ello a las actividades turísticas, y se retiró por los problemas de la pérdida paulatina de la vista, ya no veía bien y para no tener problemas se alejó".

El multicampeón del esquí no hizo fortuna y vivía de los apoyos que algunos amigos le daban y de la pensión que recibía del gobierno por su trabajo de más de 60 años como entrenador de campeones de Canadá, Estados Unidos y México.

Esa era su vida pero no un negocio. Lo hizo por amor a ese deporte y a Tequesquitengo. Las competencias de esquí en Acapulco lo trajeron al mar de Morelos donde la gente lo recibió con los brazos abiertos, y por eso se sintió en confianza y se quedó.

Y a pesar de la cercanía con el precursor del esquí en Tequesquitengo, de las tres hijas que sabe que tiene solo conoce a Lidia López, quien estuvo al pendiente de él y le mandaba “su lanita” desde Estados Unidos, donde ella vivía.

Otras de las personas más allegadas a "Molacho" fueron las hijas del señor Ángel Fernández, quienes lo visitaban y le llevaban despensas.

Lo querían mucho y le tenían afecto fraterno: “Fue una persona que dejó muchas huellas. Lo mejor es dar en vida, yo tuve la oportunidad de llevármelo a Huatulco en avión a un congreso de AA y nos la pasamos muy bien. Lo que pudo disfrutar lo disfrutó, lo que pudo comer, comió. Antes de la pandemia nos fuimos a Barra Vieja a comer pescado a la talla”, relató entre lágrimas.

Sara Flores, desde su negocio de trajes de baño, junto a la base de taxis del centro de la población, recordó: “Yo empecé con él a esquiar a los 13 años (...) duele mucho, fue mi maestro, mi mejor amigo y una leyenda en Teques".

Suscríbete a nuestro canal de Youtube

Tequesquitengo, el mar de Morelos, está de luto. Eduardo López Román "Molacho", ícono del esquí, falleció víctima de Covid-19.

Él mismo decía: “Soy chilango de nacimiento, oriundo de Acapulco, porque ahí crecí, pero morelense y de Tequesquitengo por decisión”.

Molacho, a quien se le recuerda con sombrero, camisa, pantalón o bermuda blanca y zapatos blancos, contrastantes con su piel morena, o sus floreadas camisas, fue un hombre de vestimenta impecable y de férrea vocación por el esquí.

“Molacho llegó para quedarse”, dijo uno de sus alumnos, José Manuel Celis, hijo del Morocco, quien reconoció que “Molacho” fue un gran amigo de su padre y juntos fueron los precursores de las actividades turísticas de Tequesquitengo.

“Fui su alumno y él fue alumno de muchos, hizo escuela con la gente del pueblo y mal harían en negarlo; pionero y maestro, enseñó durante más de 50 años a esquiar a muchos cuando eran niños.

Aunque también administró el restaurante “el Club Molachos”, su mundo era el esquí acuático y fue un gran campeón y entrenador de campeones internacionales.

“Lamentamos su pérdida, pero sabemos que se fue tranquilo porque dejó un buen legado, un buen ejemplo para todos los que seguimos aquí y los que vamos a seguir en Tequesquitengo", expresó.Recordó que a pesar de su debilidad visual, "Molacho" seguía enseñando y su legado quedará en la playa ejidal de San José, el Club Náutico, Vikingos, la Coqueta, entre otras, donde dejó muy buenos alumnos.

A manera de anécdota, Manuel Celis contó que él y Andy Gudiño, como campeones de esquí acrobático, creyeron que habían superado al maestro y lo retaron a esquiar sin tabla, pero se llevaron una gran sorpresa cuando "Molacho" los rebasó, pese a su edad, lo que sin duda fue una muestra de talento y dominio en el deporte.

Cortesía | Sara Flores

Regístrate AQUÍ y recibe GRATIS tu NEWSLETTER

Amigos y familia

En el pueblo de Tequesquitengo reconocen que una de las personas más cercanas a "Molacho" es Sergio Almada Vargas, quien tiene una tienda y una farmacia en el centro de la población.

Él reconoce en Eduardo López Román “Molacho” a su padrino y al amigo que le mostró otras formas de ver la vida, sobre todo con un grupo de amistades que, como él, renunciaron al alcohol.

Conteniendo las lágrimas por la dolorosa y reciente pérdida nos dijo:

"Fue una persona que aquí, en Tequesquitengo, hizo historia. No sólo fue el maestro de esquí, no sólo fue restaurantero con 'El morocho club', sino que le dio vida a las actividades deportivas de la laguna, y con ello a las actividades turísticas, y se retiró por los problemas de la pérdida paulatina de la vista, ya no veía bien y para no tener problemas se alejó".

El multicampeón del esquí no hizo fortuna y vivía de los apoyos que algunos amigos le daban y de la pensión que recibía del gobierno por su trabajo de más de 60 años como entrenador de campeones de Canadá, Estados Unidos y México.

Esa era su vida pero no un negocio. Lo hizo por amor a ese deporte y a Tequesquitengo. Las competencias de esquí en Acapulco lo trajeron al mar de Morelos donde la gente lo recibió con los brazos abiertos, y por eso se sintió en confianza y se quedó.

Y a pesar de la cercanía con el precursor del esquí en Tequesquitengo, de las tres hijas que sabe que tiene solo conoce a Lidia López, quien estuvo al pendiente de él y le mandaba “su lanita” desde Estados Unidos, donde ella vivía.

Otras de las personas más allegadas a "Molacho" fueron las hijas del señor Ángel Fernández, quienes lo visitaban y le llevaban despensas.

Lo querían mucho y le tenían afecto fraterno: “Fue una persona que dejó muchas huellas. Lo mejor es dar en vida, yo tuve la oportunidad de llevármelo a Huatulco en avión a un congreso de AA y nos la pasamos muy bien. Lo que pudo disfrutar lo disfrutó, lo que pudo comer, comió. Antes de la pandemia nos fuimos a Barra Vieja a comer pescado a la talla”, relató entre lágrimas.

Sara Flores, desde su negocio de trajes de baño, junto a la base de taxis del centro de la población, recordó: “Yo empecé con él a esquiar a los 13 años (...) duele mucho, fue mi maestro, mi mejor amigo y una leyenda en Teques".

Suscríbete a nuestro canal de Youtube

Finanzas

70 pesos o más podría costar el kilo de aguacate debido a la sequía

El kilo de aguacate podría costar al menos 60 pesos en huerta; en mercados y centros comerciales, más 

Seguridad

Cierran carretera Hueyapan-Tetela del Volcán; conoce vías alternas

Por labores de protección civil a partir de este 25 de abril permanecerá cerrada la carretera; conoce otras vías de circulación

Elecciones 2024

Canaco anuncia tres debates en Cuautla con candidatos locales

Los debates se llevarán a cabo durante el mes de mayo y posiblemente en el teatro Narciso Mendoza

Local

¡Escúchalo! Reloj del Señor del Pueblo funciona nuevamente

El reloj fue donado en el Siglo XIX por un alemán que salvó la vida en altamar tras encomendarse a la imagen de la parroquia en Cuautla

Elecciones 2024

Para el campo habrá 700 millones de pesos: Margarita González

"No robo ni un quinto y nunca voy a hacerlo", dijo la candidata a productores morelenses

Seguridad

Línea Segura en Cuautla: ¿Qué es y cómo funciona?

El jefe de la policía Isael Nieto Pliego nos explicó qué es y cómo funciona la Línea Segura para denunciar delitos de alto impacto