[Ambiente] Cangrejito barranqueño, el espíritu de Cuernavaca

No es grande, a lo mucho llega a los 5 centímetros de largo de su cuerpo, pero su importancia ecológica sí que es enorme

Karime Díaz | Colaboradora

  · lunes 26 de diciembre de 2022

Cada vez hay menos cangrejitos en Morelos. / Cortesía | Diego Viveros

La capital de Morelos, Cuernavaca, fue bautizada por el naturalista Alexander Von Humboldt como la Ciudad de la Eterna Primavera por su clima, un paraíso en el centro del país.

Esta tropical y cálida característica está relacionada a que, en esta ciudad, se cuenta con un sistema natural y 100 por ciento sustentable de “aire acondicionado”.

Son más de 200 las barrancas que rodean la ciudad y ahí, en el fondo de estos suelos accidentados y sólo ahí, vive el tímido Cangrejito Barranqueño, el espíritu de las barrancas.

/ Cortesía | Diego Viveros

Pseudothelphusa dugesi es un cangrejo de agua dulce de Cuernavaca, es endémico porque ahí vive, sólo en algunas barrancas y en ningún otro lugar más. Por su restringida distribución y porque las barrancas han sido ocupadas por muchos años para descargar aguas negras, objetos y otros contaminantes, podemos adivinar por qué el Cangrejito Barranqueño está en grave peligro de extinción.

Además, parece ser que el cangrejito endémico de Cuernavaca disfruta más de ciertas temperaturas muy reducidas entre los 16 y 18 grados centígrados, por lo que su distribución es todavía más limitada por esta razón.

No es un animal muy grande, por mucho llega a los 5 cm de largo de su cuerpo (o cefalotórax), pero su importancia ecológica es enorme.

Se encargan de procesar la materia orgánica del fondo de las barrancas ya que se alimenta de estos desechos orgánicos como hojas en descomposición e incluso de los restos de algunos animales, también comiendo plancton que son algas y otros microorganismos pequeños que flotan en el agua.

Cada vez hay menos cangrejitos, pero actualmente ya hay esfuerzos de conservación que surgen desde la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, guiados por el biólogo Diego Viveros en los que, con su equipo, están monitoreando las pequeñas poblaciones y estableciendo estrategias también educativas para su cuidado. Por el bien de Cuernavaca, ¡cuidemos sus barrancas!



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Miriam Estrada Dorantes

Local

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