¿Qué sigue después de las marchas y protestas protagonizadas por cientos de mujeres en el marco del Día Internacional de la Mujer?
Esa pregunta queda abierta después de la conmemoración que une a miles de mujeres a levantar la voz en contra de las violencias que enfrentan todos los días por el único hecho de ser mujeres.
Una de las demandas más sentidas durante las movilizaciones del 8 de marzo fue la de garantizar a las mujeres seguridad en su entorno, al caminar por las calles, en el transporte público y de regreso a sus casas.
Las colectivas de mujeres han denunciado de manera reiterada que no existen acciones suficientes en el estado de Morelos para la disminución de la violencia de género, muestra de ello son los feminicidios registrados, que, en muchos casos, no se ha logrado detener a los responsables.
En la marcha del 8 de marzo por las calles de Cuernavaca las mujeres demandaron también la puesta en marcha de acciones como la capacitación de personal del servicio público con perspectiva de género para una atención adecuada, el diseño e implementación de políticas para combatir la violencia de género en cooperación con los diversos colectivos de mujeres.
Otra de las exigencias en las que hubo coincidencia es la de exigirle al Congreso que apruebe de una vez por todas la despenalización del aborto, que sea legal, seguro y gratuito. En muchos otros estados de la República esto es una realidad, pero no así en Morelos.
La creación de un padrón de agresores sexuales y de deudores alimentarios en el estado, así como la aprobación de la Iniciativa de Ley 3 de 3 contra la violencia para todo servidor público, enfatizando en la Fiscalía General del estado, Secretaría de Seguridad Pública y Secretaria de Educación Pública, son otros de los reclamos que mujeres enarbolaron este 8 de marzo.
Otro de los grandes pendientes en la agenda de género se encuentra la designación de la Presidenta del Instituto de la Mujer para el estado de Morelos. Nombramiento en el que diputados no han podido aún lograr un consenso.
Cientos de mujeres son las que salieron a las calles a levantar la voz al unísono para hacerse escuchar; algunos podrán cuestionar “las formas” de las protestas realizadas por algunas, pero el fondo es lo que debía convocar no un día, sino todos los días.
Las voces ya se escucharon, ahora le toca a la Fiscalía General de Justicia, el Poder Ejecutivo, al Congreso y al resto de las instituciones involucradas, dar respuesta a cada una de las demandas plasmadas en cada cartulina y en cada grito de la marcha del 8 de marzo.
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