La industria de la moda es la más contaminante en el mundo y en México tan sólo solo se recicla el 0.5 por ciento de lo que se consume. Apenas existen visos de seguir la corriente mundial de darle una segunda oportunidad a la ropa, ya que comprar prendas usadas se suele asociar con un bajo nivel económico, mientras que la moda sustentable o hecha de material reciclado suele ser considerada cara.
Amelia Rojo, consultora en imagen pública, moda y sostenibilidad, señala que en los últimos años a nivel global se ha tratado de transitar de un sistema económico lineal a uno circular.
El modelo de producción de economía lineal tiene que ver con extraer los recursos naturales para poderlos procesar, fabricar la indumentaria, cubrir la necesidad básica del ser humano que es vestir, y después consumirla, usarla y tirarla.
Mientras que la circular propone pensar desde un inicio cómo se van a extraer y usar los recursos naturales (agua, energía) y lo que se necesitó para producir fibras, tela o calzado, así como el impacto que trae su extracción y cómo reducirlo.
“Pensar en un uso y reutilización, reintegrar a la cadena de valor lo que tiene aún un valor para que se minimice el uso de estos recursos para hacer un artículo. La industria de la moda se debe de repensar en inicio y cómo estamos produciendo y consumiendo”, expresó.
Comentó que de acuerdo a la información que se tiene, a nivel global uno por ciento de textiles que se tira es reciclable; en México ese porcentaje es de 0.5 por ciento, es decir, cada persona en promedio tira tres kilogramos.
En la entidad se generan aproximadamente mil 072 toneladas de residuos sólidos al día, de las cuales cada persona genera cerca de 1.1 a 1.3 kilogramos. El 51 por ciento de esos residuos orgánicos y 29 por ciento de residuos son inorgánicos de los cuales el 13 por ciento son plásticos, el 10 por ciento papel y cartón, 4 por ciento vidrio y el 2 por ciento metal; mientras que el 20 por ciento otros residuos. Sin embargo, la consultora refirió que aún no hay datos de qué otros porcentajes corresponden a desechos textiles.
A nivel global se producen cerca de 150 millones de prendas de ropa, donde usan 102 millones de toneladas de materia prima, 93 millones cúbicos de agua que pedirán aprovechar 5 millones de personas.
Formas de aprovechamiento
Amelia Rojo consideró que hace faltan políticas públicas a nivel nacional y estatal para el tema de destino final, sin embargo, en este proceso al menos en Morelos existen pepenadores, quienes les dan un valor a lo que aún lo tiene o lo que se puede reciclar.
Pero la mayoría de la población tiene la mala costumbre de mezclar los residuos, incluyendo la ropa, y esto puede generar que las prendas ya no puedan ser aprovechadas por alguien más.
Por lo que la mejor manera de ayudar al cuidado del planeta es depositar de manera separada, donarla ya sea para una buena causa, o algún integrante de la familia o amigos.
Ropa de segunda mano
La experta indicó que lamentablemente se ha estigmatizado el reutilizar ropa como una práctica que tiene que ver con el estatus social, “si compras en portal o tienda de segunda mano es que no tienes dinero”.
Dijo que pensar en moda sostenible tiene que ver con los criterios utilizados en el proceso de producción, desde el tema social, ambiental y económico.
Asimismo, destacó que la ropa elaborada de material reciclable es considerada cara, esto muchas veces tiene que ver porque se trata de una línea de producción corta, se hacen pocas piezas, y a veces son modelos irrepetibles; pero también se debe considerar que se trata de un beneficio para el medio ambiente.
Moda amigable
Isela Briseño, con la marca “Ruiseñor” buscó promover el uso de materiales más orgánicos a través de un comercio local, siempre dejando claro que hacer una marca responsable no es barato, sino todo lo contrario, porque los materiales cuesta trabajo conseguirlos y los proceso son más lentos.
Debería ser una moda para todos pero es difícil, es por ello que tiene que hacer conciencia en las personas de cuál es el impacto de nuestro consumo, cual es el impacto de un prenda o calzado que consumo en línea sin saber las condiciones de trabajo de las personas que lo hacen y el origen de los materiales.
El trabajo de la marca “Ruiseñor” basa en bordar prendas que ya están hechas con la idea de darles un segundo uso de una manera renovada e incluso personalizada, contribuyendo así a la reducción del consumo excesivo.
Actualmente existen tanto locales comerciales establecidos, como puestos tianguis en los cuales venden ropa de segunda mano o conocida también como de paca americana.
Una forma de acceder a ropa de segunda mano, inclusive vintage o de marca en muy buenas condiciones es por medio de Apps mundialmente conocidas como GoTrendier, Segunda Mano, Vinter, Wallapop, Ebay, Amazon Seller, entre otras.
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