/ domingo 9 de enero de 2022

Con enjuague bucal con propóleo, UNAM busca combatir caries

Este producto y el geopropóleo contienen algunos compuestos orgánicos que demostraron actividad cicatrizante, antinflamatoria y antibacteriana 

Un equipo multidisciplinario de científicos universitarios trabaja en el desarrollo de una formulación de propóleo para obtener un medicamento herbolario, a fin de apoyar, en especial, a la población de las comunidades indígenas que dependen de la medicina tradicional en la atención primaria de la salud.

La meta es elaborar un preparado con propiedades antimicrobianas en forma de enjuague bucal para el combate de bacterias causantes de la caries, que se absorba adecuadamente y con eficacia terapéutica, el cual cumpla con la normativa establecida para su distribución al público.

El propóleo es uno de los productos más ricos de las abejas. A través de la historia ha tenido múltiples usos, para el tratamiento de enfermedades respiratorias o digestivas, o como agente antibacteriano y cicatrizante. No obstante, sus propiedades varían de acuerdo con su lugar de origen. Adriana Correa Benítez, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ), explicó que los propóleos son resinas que las abejas obtienen de las plantas, las cuales adicionan con secreciones salivales y mezclan con cera, barro, arcilla o tierra. Ese material, con el cual sellan agujeros o grietas en su colonia, es un agente termorregulador y también les sirve como antibiótico y protección contra los invasores; si alguno entra, es “momificado” con una cobertura de resina.

Sus propiedades varían porque ni Apis mellifera (abeja europea) ni las especies nativas visitan las mismas plantas. Las características de cada uno dependerán de su origen geográfico y del tipo de abeja, explicó el egresado de la Facultad de Química, José Fausto Rivero Cruz, quien continúa laborando en este proyecto.

El grupo de trabajo, abundó Blanca Rivero Cruz, del Departamento de Farmacia de la FQ, desarrolló y validó metodologías analíticas para cuantificar a los flavonoides marcadores de los propóleos provenientes del altiplano en México. Gracias a ellas establecieron que hay dos característicos de esta región, y “los hemos diferenciado entre muestras de propóleos de los estados de Puebla, Zacatecas, Chiapas, Tlaxcala y Guanajuato. Estos procedimientos analíticos son de vital importancia para garantizar la calidad y, por ende, la eficacia de ese producto de la colmena”.

Cuando se obtiene la muestra, relató, se identifican los componentes principales; luego se hace un estudio denominado fitoquímico y se aíslan dichos componentes en forma pura. En el laboratorio se les da el tratamiento adecuado y con el uso de disolventes (etanol y agua) se hace el preparado, detalló la académica.

Una vez que se cuenta con el perfil de los propóleos, es decir, componentes y posible actividad farmacológica, entonces “se desafían contra bacterias, hongos y otros agentes causantes de enfermedades, y se determina si son realmente efectivos en diferentes usos, no sólo para humanos, sino para animales”, abundó Adriana Correa. Se toman en cuenta los usos que se les dan en la medicina tradicional: curar heridas, problemas de cavidad oral o infecciones, por ejemplo. Sabemos por la experiencia con animales y seres humanos qué bacterias ocasionan gingivitis, caries, infecciones de la piel, y así se prueban, refirió.

Con información de la UNAM


➡️ Recibe GRATIS la información relevante en tu correo a través de nuestro Newsletter

Suscríbete a nuestro canal de YouTube

Un equipo multidisciplinario de científicos universitarios trabaja en el desarrollo de una formulación de propóleo para obtener un medicamento herbolario, a fin de apoyar, en especial, a la población de las comunidades indígenas que dependen de la medicina tradicional en la atención primaria de la salud.

La meta es elaborar un preparado con propiedades antimicrobianas en forma de enjuague bucal para el combate de bacterias causantes de la caries, que se absorba adecuadamente y con eficacia terapéutica, el cual cumpla con la normativa establecida para su distribución al público.

El propóleo es uno de los productos más ricos de las abejas. A través de la historia ha tenido múltiples usos, para el tratamiento de enfermedades respiratorias o digestivas, o como agente antibacteriano y cicatrizante. No obstante, sus propiedades varían de acuerdo con su lugar de origen. Adriana Correa Benítez, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ), explicó que los propóleos son resinas que las abejas obtienen de las plantas, las cuales adicionan con secreciones salivales y mezclan con cera, barro, arcilla o tierra. Ese material, con el cual sellan agujeros o grietas en su colonia, es un agente termorregulador y también les sirve como antibiótico y protección contra los invasores; si alguno entra, es “momificado” con una cobertura de resina.

Sus propiedades varían porque ni Apis mellifera (abeja europea) ni las especies nativas visitan las mismas plantas. Las características de cada uno dependerán de su origen geográfico y del tipo de abeja, explicó el egresado de la Facultad de Química, José Fausto Rivero Cruz, quien continúa laborando en este proyecto.

El grupo de trabajo, abundó Blanca Rivero Cruz, del Departamento de Farmacia de la FQ, desarrolló y validó metodologías analíticas para cuantificar a los flavonoides marcadores de los propóleos provenientes del altiplano en México. Gracias a ellas establecieron que hay dos característicos de esta región, y “los hemos diferenciado entre muestras de propóleos de los estados de Puebla, Zacatecas, Chiapas, Tlaxcala y Guanajuato. Estos procedimientos analíticos son de vital importancia para garantizar la calidad y, por ende, la eficacia de ese producto de la colmena”.

Cuando se obtiene la muestra, relató, se identifican los componentes principales; luego se hace un estudio denominado fitoquímico y se aíslan dichos componentes en forma pura. En el laboratorio se les da el tratamiento adecuado y con el uso de disolventes (etanol y agua) se hace el preparado, detalló la académica.

Una vez que se cuenta con el perfil de los propóleos, es decir, componentes y posible actividad farmacológica, entonces “se desafían contra bacterias, hongos y otros agentes causantes de enfermedades, y se determina si son realmente efectivos en diferentes usos, no sólo para humanos, sino para animales”, abundó Adriana Correa. Se toman en cuenta los usos que se les dan en la medicina tradicional: curar heridas, problemas de cavidad oral o infecciones, por ejemplo. Sabemos por la experiencia con animales y seres humanos qué bacterias ocasionan gingivitis, caries, infecciones de la piel, y así se prueban, refirió.

Con información de la UNAM


➡️ Recibe GRATIS la información relevante en tu correo a través de nuestro Newsletter

Suscríbete a nuestro canal de YouTube

Seguridad

Espacios culturales refuerzan medidas contra la inseguridad

Artistas y promotores tratan de mantener los espacios escénicos lejos de la delincuencia; implementan protocolos a favor de la seguridad de artistas y público

Seguridad

Atacan a balazos unidad del transporte público en Anenecuilco

Una mujer resultó herida y tuvo que ser trasladada al hospital para su atención médica; el chofer de la ruta presentó un rozón de bala

Seguridad

Elecciones 2024: Incrementó hasta cuatro veces la instalación de espectaculares

La mayoría de las estrcuturas de publicidad y propaganda no tienen los dictámenes correspondientes de Protección Civil

Local

Suspensión de clases en Morelos: Docentes exigen mejores servicios de salud

Docentes en Morelos protestan por servicios médicos inadecuados del ISSSTE; clases suspendidas

Local

Estudiantes del CBTA de Temoac ganan concurso de robótica

Los estudiantes del CBTA 39 de Temoac lograron medallas de oro, plata y bronce

Doble Vía

Regar cultivos por la noche, la propuesta para cuidar el agua en Cuautla

La propuesta está pensada para aprovechar mejor el agua en las noches y que la humedad en la tierra permanezca más tiempo