La Casa de la Cultura de Popotlán, en el municipio de Temoac, realizó un taller para la elaboración de figuras con hojas de totomoxtle, cuyo objetivo fue además desarrollar la creatividad de los receptores y generar trabajos con la hoja de maíz y poder comercializarlos para llevar un ingreso más a sus hogares.
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El taller tuvo una duración de 15 sesiones en las cuales participaron, principalmente, amas de casa, aunque también hubo algunos niños que fueron enviados por sus padres con la intención de dejar un poco el uso del celular, indicó el responsable de la Casa de la Cultura de Popotlán, Ernesto Ariza Becerra.
Agregó que se trata del primer taller del año que se aplica en esta pequeña comunidad de apenas mil habitantes, una de las cuatro de las que se compone el municipio de Temoac: Fueron 15 sesiones de dos horas, pero se tomaban dos sesiones cada sábado; en total fueron nueve días en los que acudió la gente”.
Detalló que este jueves 30 de mayo por la tarde llevó a cabo la clausura del taller con una muestra de todos los trabajos realizados por los participantes.
Margarita Soriano Hidalgo, con una experiencia de 14 años como tallerista, fue la encargada de aplicar esta actividad, la cual, dijo, le ha dejado muchas satisfacciones, ya que gracias al aprendizaje de los alumnos muchos de ellos han podido salir adelante al contribuir con el gasto familiar.
“Y es que con esta actividad fomentamos el emprendimiento entre las poblaciones de estas comunidades, llevándoles talleres en los que invierten muy poco dinero, pues en el caso de la hoja de totomoxtle muchos de ellos incluso la tienen en sus casas y ya solo invierten en pintura, pegamento y algunos palitos; el resto se los proporcionamos nosotros”.
Puntualizó que en este taller los receptores aprendieron a hacer flores de diferentes tipos como gladiolas, crisantemos, dalias, y girasoles, entre otros, así como figuras de ángel o un pastor cargando leña.
“El tema del taller salió de ellos mismos, sobre todo porque es un material que tienen en casa, algunos niños nos llegaron a decir que su abuelita les había ayudado a sacar las hojas de la mazorca, y de esta manera es como se pudo aprovechar el material sin tener que gastar un dinero extra, todo fue muy accesible, ellos solo invirtieron en un palito de madera, un silicón de dos pesos y nada más; de ahí en fuera la mayoría de los materiales se los proporcioné como alambre, un cable, una base de madera para parar las figuras y cosas así; todo fue muy accesible para ellos”.
