/ jueves 14 de octubre de 2021

[Juntos Crecemos] Artesanos crean arte con raíz, tule y mimbre

Curiosidades Catita es uno de los locales fundadores del mercado de Cuernavaca, siendo en el favorito de los adultos mayores por la venta de sombreros

El negocio de Artesanías y Curiosidades Catita es uno de los fundadores del mercado Adolfo López Mateos. Desde el local 1140 ha visto crecer a la principal central de abastos del estado, ha festejado sus triunfos y también padecido sus crisis, una de ellas la pandemia, que si bien al día de hoy sigue causando estragos en su economía, la tradición que representa es la que los mantiene a flote.

Por más de 50 años la familia Soto se ha dedicado a la venta de productos de mimbre, raíz y tule, así como sombreros de distintos tipos, originarios de Guerrero, Puebla, Querétaro y Guanajuato.

Iniciaron en el mercado Benito Juárez, ubicado en la esquina entre calles Degollado y Guerrero, pero ante la construcción del mercado Adolfo López Mateos fueron reubicados junto con una multitud de comerciantes que se negaba, en primera instancia, a este cambio.

A Artesanías y Curiosidades Catita le fue asignado el local 1140 en la sección de flores, siendo un comercio que ha pasado de generación en generación, aunque siempre con el mismo giro, quedando en manos hoy de la señora Martha Soto.

Elena Lucy Urquiza, encargada del negocio, afirmó a El Sol de Cuernavaca que el comercio tiene tanta historia que han llegado a recibir clientes que iban desde muy pequeños con sus padres y hoy compran pero ahora con sus propios hijos.

“Apenas vino un señor ya adulto y estaba muy emocionado platicando con la señora Martha Soto, le dijo que verla y ver el local le traía tantos recuerdos, ya que lo traían cuando era niño, hasta ganas de llorar le dieron por ver como todo eso que vivió aún seguía a flote”.

Pero no solo los clientes recuerdan con aprecio este negocio de productos 100 por ciento mexicanos, la propia Elena tiene su historia en el crecimiento y desarrollo de Artesanías y Curiosidades Catita, ya que ha trabajado en dos ocasiones aquí, primero cuando tenía 23 años y apenas hace año y medio regresó, iniciando labores dos meses antes de la llegada del SARS-CoV-2.

Ante ello, aseguró que la economía no es la misma ni la gente, disminuyendo considerablemente la presencia de ciudadanos al interior del mercado, lo cual, refiere, es por el incremento de negocios ambulantes y que los famosos andenes se han convertido en un mercado alterno.

“Sí ha bajado mucho porque a pesar de que está el Puente del Dragón que lanza mucha gente acá, desgraciadamente el mercado ambulante ha crecido en demasía. Si vemos los andenes es un mercado donde no hay espacio para pararte, abordar un taxi o ruta. La gente llega y compra ahí ya no entran al mercado, ya no es el mismo flujo de gente, el hecho de que pases y te acuerdes de que necesitas algo lo compras pero si la gente ya no entra al mercado ya no tiene vida”.

A raíz de la pandemia, las ventan han sido bajas pero el negocio continúa de pie / Adrián Oliván | El Sol de Cuernavaca

Al comercio han llegado clientes que iban desde niños con sus padres y hoy compran con sus propios hijos / Adrián Oliván | El Sol de Cuernavaca

Covid-19, el reto que todavía se encuentran enfrentando

Al aumentar las medidas de aislamiento, el mercado Adolfo López Mateos se mantuvo, como nunca, en total calma, eran pocos los ciudadanos que ingresaban y cuando lo hacían era para comprar lo más básico, dejando en el olvido aquellos locales que no contaban con productos de primera necesidad.

Artesanías y Curiosidades Catita tuvo que bajar sus cortinas por seis meses, tiempo en que lograron sobrevivir a base de sus ahorros, pero llegó un punto en que el dinero se acabó y era indispensable abrir.

“Cerramos seis meses por la pandemia y nadie vio cómo tuvimos que sobrevivir esos seis meses, no había ventas, no había mercado, no había nada, fue difícil, lo poquito que teníamos guardado se nos acabó y nada, aquí estamos”, señaló Elena Lucy Urquiza.

A partir de septiembre de 2020 volvieron a abrir sus puertas aunque las ventas, confirmó, no han sido tan buenas, “son tristes”. Hay días buenos y días malos, aunado a que la compra es poca, llegan a vender productos de 35 a 45 pesos, cuando la venta al mayoreo, que era su punto de ganancia, no ha podido restablecerse.

La comerciante considera que esto se debe a que muchas empresas siguen trabajando desde casa y porque los eventos han sido cancelados por completo, al vender por mayoreo servilleteros, tortilleros, saleros y recuerdos, “las empresas venían a comprar para Navidad, las escuelas para el 10 de mayo, bailables, pero como todo está parado no hay mercado, además de que no son productos de primera necesidad”.

Han vendido de todo un poco pero no alcanza para solventar los gastos que tiene el local; sin embargo, reconoció que tienen un plus, el hecho de que si guardan la mercancía no se echa a perder en comparación con otros negocios, que si no venden un día pierden producto. En marzo por ejemplo, destacó, se vendió muy bien el sombrero de palma de 35 pesos.

Otro reto que tuvo que enfrentar Artesanías y Curiosidades Catita fue la distribución de su mercancía, ya que sus proveedores quitaron corridas y como no les daba tiempo de llevar el producto hasta Cuernavaca lo dejaban, por ejemplo, en Cuautla, teniendo que pagar el arrastre y si se los mandaban en paquetería eran aún así más gastos.

La situación económica no ha sido fácil, pero Catita ha sobrevivido combinando promociones y fortaleciendo su línea digital. Antes, artesanías Catita no tenía página, hoy ya la mandaron a hacer para alcanzar un mayor rango de clientes.

“Por favor les encargo a todos los que visitan el mercado que se pongan su cubrebocas, es de verdad triste que se te obligue a usar el cubrebocas, que te pongas gel, que te lo están dando gratuito y te molestes, si todos nos hubiéramos puesto más las pilas esto ya hubiera pasado”, acentúo Elena Urquiza.

Artesanías y Curiosidades Catita se encuentra en el local 1140 del mercado Adolfo López Mateos en Cuernavaca, entrando por el estacionamiento del área de flores. Su horario de atención es de 9:00 a 18:00 horas de lunes a sábado y los domingos también están abiertos pero de 9:00 a 17:00 horas.

Una de sus ventas más fuertes antes de la pandemia han sido los distintos tipos de sombreros originarios de Guerrero, Puebla, Querétaro y Guanajuato / Adrián Oliván | El Sol de Cuernavaca


El negocio de Artesanías y Curiosidades Catita es uno de los fundadores del mercado Adolfo López Mateos. Desde el local 1140 ha visto crecer a la principal central de abastos del estado, ha festejado sus triunfos y también padecido sus crisis, una de ellas la pandemia, que si bien al día de hoy sigue causando estragos en su economía, la tradición que representa es la que los mantiene a flote.

Por más de 50 años la familia Soto se ha dedicado a la venta de productos de mimbre, raíz y tule, así como sombreros de distintos tipos, originarios de Guerrero, Puebla, Querétaro y Guanajuato.

Iniciaron en el mercado Benito Juárez, ubicado en la esquina entre calles Degollado y Guerrero, pero ante la construcción del mercado Adolfo López Mateos fueron reubicados junto con una multitud de comerciantes que se negaba, en primera instancia, a este cambio.

A Artesanías y Curiosidades Catita le fue asignado el local 1140 en la sección de flores, siendo un comercio que ha pasado de generación en generación, aunque siempre con el mismo giro, quedando en manos hoy de la señora Martha Soto.

Elena Lucy Urquiza, encargada del negocio, afirmó a El Sol de Cuernavaca que el comercio tiene tanta historia que han llegado a recibir clientes que iban desde muy pequeños con sus padres y hoy compran pero ahora con sus propios hijos.

“Apenas vino un señor ya adulto y estaba muy emocionado platicando con la señora Martha Soto, le dijo que verla y ver el local le traía tantos recuerdos, ya que lo traían cuando era niño, hasta ganas de llorar le dieron por ver como todo eso que vivió aún seguía a flote”.

Pero no solo los clientes recuerdan con aprecio este negocio de productos 100 por ciento mexicanos, la propia Elena tiene su historia en el crecimiento y desarrollo de Artesanías y Curiosidades Catita, ya que ha trabajado en dos ocasiones aquí, primero cuando tenía 23 años y apenas hace año y medio regresó, iniciando labores dos meses antes de la llegada del SARS-CoV-2.

Ante ello, aseguró que la economía no es la misma ni la gente, disminuyendo considerablemente la presencia de ciudadanos al interior del mercado, lo cual, refiere, es por el incremento de negocios ambulantes y que los famosos andenes se han convertido en un mercado alterno.

“Sí ha bajado mucho porque a pesar de que está el Puente del Dragón que lanza mucha gente acá, desgraciadamente el mercado ambulante ha crecido en demasía. Si vemos los andenes es un mercado donde no hay espacio para pararte, abordar un taxi o ruta. La gente llega y compra ahí ya no entran al mercado, ya no es el mismo flujo de gente, el hecho de que pases y te acuerdes de que necesitas algo lo compras pero si la gente ya no entra al mercado ya no tiene vida”.

A raíz de la pandemia, las ventan han sido bajas pero el negocio continúa de pie / Adrián Oliván | El Sol de Cuernavaca

Al comercio han llegado clientes que iban desde niños con sus padres y hoy compran con sus propios hijos / Adrián Oliván | El Sol de Cuernavaca

Covid-19, el reto que todavía se encuentran enfrentando

Al aumentar las medidas de aislamiento, el mercado Adolfo López Mateos se mantuvo, como nunca, en total calma, eran pocos los ciudadanos que ingresaban y cuando lo hacían era para comprar lo más básico, dejando en el olvido aquellos locales que no contaban con productos de primera necesidad.

Artesanías y Curiosidades Catita tuvo que bajar sus cortinas por seis meses, tiempo en que lograron sobrevivir a base de sus ahorros, pero llegó un punto en que el dinero se acabó y era indispensable abrir.

“Cerramos seis meses por la pandemia y nadie vio cómo tuvimos que sobrevivir esos seis meses, no había ventas, no había mercado, no había nada, fue difícil, lo poquito que teníamos guardado se nos acabó y nada, aquí estamos”, señaló Elena Lucy Urquiza.

A partir de septiembre de 2020 volvieron a abrir sus puertas aunque las ventas, confirmó, no han sido tan buenas, “son tristes”. Hay días buenos y días malos, aunado a que la compra es poca, llegan a vender productos de 35 a 45 pesos, cuando la venta al mayoreo, que era su punto de ganancia, no ha podido restablecerse.

La comerciante considera que esto se debe a que muchas empresas siguen trabajando desde casa y porque los eventos han sido cancelados por completo, al vender por mayoreo servilleteros, tortilleros, saleros y recuerdos, “las empresas venían a comprar para Navidad, las escuelas para el 10 de mayo, bailables, pero como todo está parado no hay mercado, además de que no son productos de primera necesidad”.

Han vendido de todo un poco pero no alcanza para solventar los gastos que tiene el local; sin embargo, reconoció que tienen un plus, el hecho de que si guardan la mercancía no se echa a perder en comparación con otros negocios, que si no venden un día pierden producto. En marzo por ejemplo, destacó, se vendió muy bien el sombrero de palma de 35 pesos.

Otro reto que tuvo que enfrentar Artesanías y Curiosidades Catita fue la distribución de su mercancía, ya que sus proveedores quitaron corridas y como no les daba tiempo de llevar el producto hasta Cuernavaca lo dejaban, por ejemplo, en Cuautla, teniendo que pagar el arrastre y si se los mandaban en paquetería eran aún así más gastos.

La situación económica no ha sido fácil, pero Catita ha sobrevivido combinando promociones y fortaleciendo su línea digital. Antes, artesanías Catita no tenía página, hoy ya la mandaron a hacer para alcanzar un mayor rango de clientes.

“Por favor les encargo a todos los que visitan el mercado que se pongan su cubrebocas, es de verdad triste que se te obligue a usar el cubrebocas, que te pongas gel, que te lo están dando gratuito y te molestes, si todos nos hubiéramos puesto más las pilas esto ya hubiera pasado”, acentúo Elena Urquiza.

Artesanías y Curiosidades Catita se encuentra en el local 1140 del mercado Adolfo López Mateos en Cuernavaca, entrando por el estacionamiento del área de flores. Su horario de atención es de 9:00 a 18:00 horas de lunes a sábado y los domingos también están abiertos pero de 9:00 a 17:00 horas.

Una de sus ventas más fuertes antes de la pandemia han sido los distintos tipos de sombreros originarios de Guerrero, Puebla, Querétaro y Guanajuato / Adrián Oliván | El Sol de Cuernavaca


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