Un momento clave de las tradiciones de Tetela del Volcán ocurre durante el Domingo de Resurrección, cuando los pobladores queman los enormes sombreros que portaron durante varios días durante la Danza de los Sayones, sin importar las semanas que invirtieron durante su elaboración. Es así como este pueblo, ubicado a las faldas del volcán Popocatépetl, culmina con las actividades de Semana Santa.
La Danza de los Sayones es actualmente considerada como Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Morelos, luego de que el Congreso local lo determinara así en 2018. Este año, las actividades de los Sayones fueron atestiguadas y registradas por observadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el fin de preservar y difundir el patrimonio cultural de Tetela del Volcán.
La tradición concluye con una procesión cuyo final está marcado por el fuego, cuando los danzantes se quitan los sombreros y los ven arder en el suelo en el marco de una misa en la que los habitantes agradecen por los favores prestados durante el año transcurrido.
A los pies del volcán, Tetela del Volcán es un pueblo donde el fervor católico se mantiene muy cristiano, no sólo en esta temporada, sino también durante el Día de Muertos y las fiestas patronales que los pobladores llevan a cabo.