Desde el asesinato del activista Samir Flores Soberanes, ocurrido el pasado 20 de febrero en el pueblo de Amilcingo, en Temoac, las cosas no han vuelto a ser las mismas para quienes, como Teresa Castellanos, siguen oponiéndose a la operación de la termoeléctrica de Huexca. Sin embargo, Castellanos reconoce el trabajo que ha realizado la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en su comunidad.
"Es muy importante en la lucha de los pueblos porque ellos también pueden hablar por nosotros, ayudan a frenar un poco las cosas cuando vienen graves", refirió la mujer, integrante de la Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos (APPM).
El pasado 23 y 24 de febrero, días en los que se llevó a cabo la consulta ciudadana para definir el destino de la termoeléctrica, la CNDH acudió a Huexca y otros puntos del estado para participar como ente observador del desarrollo de esta jornada. Hace unos días, el personal volvió a esta localidad, en el marco de la reunión que se llevó a cabo la noche de este miércoles, a la que asistió el delegado de Programas de Bienestar del gobierno federal, Hugo Eric Flores.
Castellanos solicitó a la CNDH: Pedimos mucho el apoyo de ellos porque además ustedes saben que a raíz del asesinato de Samir, se abren muchos mecanismos para los luchadores, hay mucho temor porque no fue una casualidad, y no es el único.
Las cosas no han vuelto a ser las mismas: opositora.