La determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de ordenar que se vuelva al confinamiento en los municipios de Cuautla y Cuernavaca es un tema más político que de salud, pues pese a que se estaba cumpliendo con todos los protocolos ordenados por autoridades sanitarias, muy fácil los funcionarios ordenan el cierre de los negocios mientras ellos tienen seguros sus salarios; por ello, "mientras no seamos notificados seguiremos trabajando", expuso el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Harry Nielsen León.
En medio de la controversia y la incertidumbre, el presidente de la Canirac dejó en claro que hasta este jueves, "nosotros seguimos trabajando normal porque aparte cumplimos con todos los protocolos sanitarios que nos han pedido y hasta el momento no nos han notificado" y agregó de manera airada que en medio de la pandemia y la crisis sanitaria; "no nos han apoyado ningún gobierno, ni federal, estatal o municipal, para aguantar esta contingencia".
Harry Nielsen manifestó su preocupación, pues señaló que ante el cierre inminente de los restaurantes y demás negocios y empresas, qué va a pasar con el personal, con todos los trabajadores, al no tener con qué solventar sus más elementales necesidades, y pregunto: "¿El gobierno nos va a asegurar que no va a haber más inseguridad, más problemas sociales?".
Señaló que ante la inconformidad generalizada de restauranteros, comerciantes y empresarios, "buscaremos las conexiones, las relaciones, el apoyo; hablaremos con otros líderes de los negocios tenemos que acordar estrategias a seguir, nosotros no estamos de acuerdo en esto y no por un tema de salud, esto ya es un tema político", recalcó.
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