El cantante Sam Smith dio a conocer el año pasado un término poco común al identificarse como una persona de género “no binario”. En una entrevista para Instagram señaló:
“No soy masculino ni femenino; fluyo en una posición que está entre los dos extremos. A veces pienso como una mujer y por eso siempre he vivido una pequeña guerra entre mi cuerpo y mi mente".
¿Qué es ser no binario?
Esta definición se designa a las identidades de género que se identifican con aspectos masculinos y femeninos y, por tanto, no lo hacen con uno de sus dos términos absolutos: hombre o mujer. Tampoco tienen por qué definirse como homosexual o heterosexual.
Si bien está identidad puede considerarse relativamente nueva para ciertos sectores de la población, en localidades del país existen comunidades donde la apertura hacia ser quién eres sin importar el cuerpo en que hayas nacido es respetado y hasta se ha convertido en una comunidad y tema de investigación.
La historia ha demostrado y confirmado que el sexo no binario existe desde hace muchos años, siglos mejor dicho.
En el sitio web “El Orden Mundial” se narra el mito griego en donde Hermafrodito, bello joven hijo de los dioses Hermes y Afrodita, nadaba en un lago cuando la ninfa Salmacis se enamoró perdidamente de él. A pesar de la resistencia, Hermafrodito cayó en el encanto de la ninfa, ésta lo abrazó fuertemente en el agua e imploró a los dioses que fusionaran sus cuerpos y los convirtieran en un único ser. Los dioses aceptaron su deseo y los unieron en un nuevo ser que presentaría los atributos de ambos sexos, convirtiéndolo en una de las primeras referencias literarias a una persona intersexual.
Otro ejemplo data de 1606, cuando existía una casta de hechiceros angoleña, documentada por los jesuitas, quienes eran hombres que se tomaban como una ofensa el que se los considerara masculinos y, debido a ello, tenían maridos, no esposas.
Muxes, el tercer género
Las personas no binarias han formado parte de algunas sociedades con total normalidad, es el caso de muxes, conocido como el tercer género, pertenecientes a la región zapoteca del Istmo de Tehuantepec.
Un muxe es conocido como una persona nacida con genitales masculinos que asume roles femeninos en cualquiera de los ámbitos social, sexual y/o personal.
Se dice que el mito fundacional de los muxes hace referencia a San Vicente, venerado en Juchitán, quien siempre viajaba con tres costales de granos: en uno los masculinos, otro los femeninos y en otro mezclado, pero éste último se le rompió y dispersó en la región de Oaxaca.
La lengua zapoteca, propia del pueblo homónimo que habita la región donde se encuentran los muxes, no reconoce el género gramatical, lo que se indica puede haber favorecido la consolidación de esta identidad.
Los muxes son los encargados de cuidar a sus padres cuando estos envejecen y se quedan solos. Otra de sus funciones sociales es diseñar y bordar los hermosos trajes típicos que distinguen a la región juchiteca.
Hacia el reconocimiento legal
En los últimos años, varios países han modificado sus leyes para reconocer, de un modo u otro, el género no binario, por ejemplo: Alemania, Austria, Dinamarca, Países Bajos y Reino Unido.
Sin embargo, también hay avance en Uruguay, Nepal, Nueva Zelanda, Australia y Canadá.
En Canadá y Alemania, ya puede quedar registrado en los certificados de nacimiento.
