La cocina tradicional de Morelos es muy rica en historia, gracias a que la entidad estuvo bajo la influencia de las culturas Olmeca, Tolteca-Chinameca, Xochimilca, Chalca, Tlahuica y Tecpaneca.
Ciudades como Tenayo, Tetela, Tepoztlán y Xochicalco hablan de las culturas que se desarrollaron en esas regiones, rodeadas por cordilleras del Ajusco y el Popocatépetl, y supieron aprovechar planicies y valles fértiles surcados por numerosos ríos.
Hueyapan es uno de los municipios que ha sabido sacar provecho de las tierras morelenses.
En el barrio de San Andrés, Reyna Pérez Vicuña se suma a nuestras cocineras tradicionales, con un gran conocimiento en recolección de quelites. Reyna nos llevó a las montañas de Hueyapan para recolectar los quelites que, para ella, son una extensión de su propia vida.
Aunque la cocina de Reyna podría resultar simple, no lo es. Implica un gran trabajo que inicia desde la recolección de los quelites, para lo cual ocupa aproximadamente tres horas. Después, ya en casa, el tlecuil está preparado para cocinar un manjar digno de dioses.
Reyna fue bautizada como la maestra de la recolección, pues desde pequeña conoció las tierras donde brotan estos ejemplares culinarios.
La sabiduría proviene de sus padres, por lo cual asegura que el consumo de los quelites es de vital importancia.
Asegura Reyna que estas plantas son benéficas para la salud, pues incluso, dice, pueden curar hasta el cáncer.
Esta cocinera no solo representa al estado de Morelos, sino también a su gran historia familiar.
TRADICIÓN QUE PERSISTE
Verónica González Pérez, hija de Reyna, sigue al pie de la letra todos los conocimientos que le ha heredado y enseñado su madre.
A pesar de su corta edad, Verónica ha decidido seguir los pasos culinarios de sus ancestros.
Ella sería la tercera generación de las maestras de los quelites.
Hueyapan es un topónimo de origen náhuatl que significa Sobre el agua grande. Ahí Metlatl encontró a Reyna, quien enseñó todo sobre el arte de los quelites.
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