Después de que una unidad de transporte público se impactara contra el muro perimetral del histórico Jardín Borda, entre avenida Álvaro Obregón esquina con calle Rayón, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Morelos detalló que las afectaciones fueron severas y ya trabajan en conjunto con la Secretaría de Obras Públicas para su restauración.
"El impacto que generó la unidad de transporte público lamentablemente afectó severamente la esquina norponiente de lo que es el perímetro del Jardín Borda, donde se encuentra uno de los miradores que forman parte del diseño original del siglo XVIII, y al ser una parte elevada, estamos hablando de más de seis metros por lo que resultó muy afectada", expresó el arquitecto Fernando Duarte del Centro INAH Morelos.
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Detalló que el conjunto cultural Jardín Borda está a cargo del Gobierno del Estado de Morelos, por lo que están haciendo lo pertinente para realizar los trabajos de consolidación de las afectaciones.
"La esquina al ser un muro de mampostería sobre la avenida Álvaro Obregón y la prolongación Rayón, cuenta con unos contrafuertes por la altura, que soportan a parte del peso y el relleno, el cambio de nivel que tenemos al interior del jardín. Y están los contrafuertes de piedra aparente, y la ruta se impactó sobre uno de ellos principalmente, lo que generó un desplazamiento de este elemento, y al otro lateral también lo afectó en menor escala".
Destacó que, principalmente la esquina donde están las bardas de este conjunto más los contrafuertes, salieron desplazados los elementos conjuntivos y hubo pérdida de material colapsado de manera parcial, pero lamentablemente este impacto llegó hasta la parte de arriba donde se ubica el mirador junto con las pilastras que salieron lastimadas.
“Al momento de hacer la evaluación tanto de la parte exterior, como de la parte superior del mirador, son evidentes las afectaciones en tres de las cuatro pilastras que soportan la cubierta de vigas de madera y tejado del mismo mirador que históricamente se llama La chocolatera norte”.
Es así como las afectaciones son en la parte del desprendimiento de mampostería, de piedras con mezcla, los contrafuertes que quedaron totalmente dañados, grietas a los muros que convergen la esquina de la avenida Álvaro Obregón con Rayón y las tres pilastras más la cubierta de los petatillos que protegen los tejados.
Asimismo, mencionó que su tarea como instituto fue apoyar a las autoridades estatales principalmente a las secretarías de Obras públicas y Turismo y Cultura, para hacer la reclamación ante este siniestro y así llevar a cabo la reparación de los daños.
“Haciendo la minuciosa inspección, lamentablemente salió muy lastimado y el impacto fue severo. Recordemos que estamos en una temporada de lluvias fuerte, entonces estos muros al ser principalmente la mezcla con la que están asentadas las bardas y toda la piedra, es con lodo y cal y eso lo hace más vulnerable con la humedad que tiene concentrada; eso fue lo que accionó para que saliera más dañado de lo que aparentemente se ve”.
Actualmente, la dirección de Obras Públicas del Gobierno del estado está llevando a cabo el proyecto bajo la supervisión del INAH, para que se haga la restauración con los materiales de origen, es decir, la reutilización de la misma piedra, con mezclas de cal arena y los mismos procedimientos que marcan los trabajos de restauración en un inmueble histórico.
“Hay una serie de acciones que estamos trabajando para afinar el presupuesto y definir un monto para que gobierno del estado haga la reclamación y las reparaciones como tiene que ser”.
Por el momento, la parte afectada estará cerrada al público para brindarles seguridad a los visitantes.
“Obras Públicas actuó inmediatamente con hacer trabajos de apuntalamientos, porque hay el riesgo de que con la lluvia se haga un desplazamiento mayor, y con ello afectar incluso a peatones y vehículos que circulen por el lugar”.
Aún no habría una fecha estimada para culminar los trabajos de restauración, ya que se requiere tener primero el presupuesto, y comenzar los trabajos que requiere un proceso de afinación de la obra.
“Hay varios detalles de restauración, que a veces conforme vayamos interviniendo podamos tener algunas sorpresas de más afectaciones, lo que podría incrementar el programa de intervención. Es difícil aventurar una fecha en cuanto a tiempos, es mejor que se ejecuten bien los trabajos en tiempo y forma, Ahora, los cierres administrativos lo complican un poco más, pero ellos nos darán la pauta para poder iniciar los trabajos y dentro del proceso ir definiendo una fecha de entrega”.
Finalmente dijo que, sugirieron el poner unos topes como reductores de velocidad en esa zona, porque los transportes pesados pasan a una gran velocidad que hace que incluso retumbe el lugar, y sería lo mejor para la seguridad de los trabajadores, peatones y conductores.
Recordemos que, de agosto de 2023 a febrero de 2024, el Jardín Borda permaneció cerrado por trabajos de restauración, con el objetivo de preservar su legado histórico y cultural.
Asimismo, en un acontecimiento similar en mayo de este año, la estructura del Acueducto del Barrio de Gualupita en Cuernavaca, sufrió daños debido a los impactos recibidos por los camiones que sobrepasan el límite, y hace un par de semanas quedó lista su restauración.