Mientras que en otros países la contingencia del Covid-19 ha hecho que los canales de agua recuperen su transparencia en tanto los habitantes permanecen en sus casas, la situación del río Cuautla no ha cambiado: los ciudadanos siguen dejando sus desechos en la ribera de este caudal, que desde hace años atraviesa por un problema de contaminación que no ha podido ser resuelto.
"Hace menos de un año, varios de los ciudadanos de Cuautla fuimos a limpiar durante días y no es posible que no haya un orden. Es horrible ver nuestra hermosa ciudad sucia y que la gente siga haciendo esto. ¿Qué podemos, qué puede hacer el Gobierno para que ya no haya esto", expresó Gabrielle Tremblay, impulsora de la campaña Reforestando Cuautla, que se llevó a cabo a mediados de 2019. Días antes de la reforestación, el grupo ciudadano se dio a la tarea de preparar el terreno a sembrar con una jornada de limpieza.
Durante años, el río Cuautla se ha visto amenazado por las descargas de aguas negras que llegan procedentes no solo de habitantes de la zona, sino también de Yecapixtla; además, grupos ambientalistas han querido frenar el problema que también causan aquellas personas que depositan sus desechos en la ribera, hasta ahora sin resultados permanentes.
En la contingencia que enfrentan México y el mundo, el agua se ha convertido en uno de los principales aliados para frenar la expansión de la pandemia, dada su importancia dentro de las medidas higiénicas que se han recomendado a la población para evitar nuevos contagios.
En Cuautla, algunas localidades han enfrentado problemas de abastecimiento de agua en esta temporada, como recientemente fue reportado en las colonias Gabriel Tepepa y Plan de Ayala. Además, ejidatarios de la región han advertido que este año los cultivos sufrirán una reducción de agua de hasta el 20 por ciento a causa de la temporada de estiaje.