Aunque la tasa de impunidad por homicidios dolosos ha crecido en todo el país alrededor del 30 por ciento en los últimos dos sexenios, en Morelos el índice llega al 99.6%, de acuerdo con el reporte 2019 de Impunidad Cero, colectivo de investigadores especializados en la materia; la cifra implica que de cada mil asesinatos cometidos en el estado apenas 4 son castigados.
El documento preparado por Guillermo Raúl Zepeda Lecuona y Paola Guadalupe Jiménez Rodríguez, establece que 2018 habría sido el año más violento del que haya registro en el país, y que sumado a la alza en el número de asesinatos es notoria la baja en sentencias condenatorias por el delito.
De acuerdo con su definición jurídica, el homicidio doloso “es el acto de ocasionar deliberadamente la muerte de otra persona”; y en Morelos se han cometido 2 mil 556 en el período de 2015 a 2018; con una tendencia a la alza, mientras que en 2015 fueron 495, en el 2018 llegaron a 783. Para un dato más actualizado, de enero septiembre de 2019, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública contabilizaba 683 homicidios dolosos, cifra que continúa a la alza.
El documento de Impunidad Cero identifica un aumento de 58.2 por ciento en la tasa de asesinatos entre 2015 y 2018; y en cambio una reducción sustancial en el número de condenas por el delito: en el 2018 se lograron sólo tres sentencias condenatorias y una absolutoria, para un total de cuatro, el número más bajo de sentencias en el país y que se traduce también en la más baja tasa de sentencias condenatorias, apenas 75%.
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Pese a la cantidad de homicidios, la baja tasa poblacional de Morelos haría parecer que la contribución de la entidad a la cantidad de víctimas totales por homicidios dolosos en el país es mínima al representar sólo el 2.3%; sin embargo, la tasa por cada cien mil habitantes coloca al estado en octavo lugar en asesinatos, con 39.1.
La materia del reporte, la tasa de impunidad en el delito de homicidio doloso en el país (es decir cuántos asesinatos no resultan en criminales encontrados culpables y condenados por el sistema judicial mexicano), que alcanza al 89% en el 2018; contra 54.7% en el 2007. Morelos, sin embargo, supera con mucho la alta tasa nacional de homicidios que no se castigan al llegar a 99.6% con lo que la entidad aportó sólo 4 de las 4 mil 294 sentencias por el delito dictadas en el país.
Para los investigadores de Impunidad Cero, “el gran pasivo de las autoridades de nuestro país en materia de incidencia delictiva y de violencia está en el creciente deterioro de la capacidad de investigación criminal, cuya función de disuasión en algunos estados —como se ha demostrado— es prácticamente nula. La media nacional de efectividad de investigación de los ministerios públicos se estimó en 19.4%”. Por lo que una de las propuestas más urgentes de implementar, consideran, es el fortalecimiento de las unidades de investigación de los delitos para lograr las sentencias condenatorias que reduzcan el índice de impunidad.
“Si bien es cierto que existe una valoración costo-beneficio al momento de cometer un delito, donde el responsable valora los beneficios monetarios y de otro tipo que obtendrá por su actuación ilegal comparados con los que obtendría obrando legalmente, también es cierto que la valoración sobre la probabilidad de captura y condena juega un papel determinante para perpetrar los hechos delictivos. Por esta razón, es fundamental erradicar la impunidad para combatir el homicidio doloso, a través del mejoramiento y robustecimiento de las capacidades en los procesos de procuración e impartición de justicia, así como de la reconstrucción de las capacidades de investigación y la reformulación de la coordinación entre las diferentes autoridades”, concluyen los investigadores.
