En el último año de su licenciatura, Inocencia quedó marcada por el momento en que un niño, estudiante de una primaria a la que había llegado para hacer exámenes visuales, empezó a llorar inconsolablemente. ¿La razón? En ese momento, aquel alumno había descubierto un mundo nuevo, diáfano, con imágenes que podía distinguir con claridad. Para Inocencia, aquel instante consolidó el amor que hoy sigue sintiendo por la optometría. Momentos así han fortalecido la pasión que muchos optometristas sienten por su profesión, aunque ésta no siempre ha sido valorada como tal.
La importancia de acudir con un profesional
Las personas no suelen ponderar la importancia de acudir con un optometrista profesional hasta que viven una mala experiencia con alguien que no lo es: por todas partes hay compañías ópticas que reclutan a personal sin las credenciales académicas para hacer un examen de la vista, y mucho menos para recetar lentes graduados. Incluso hay casos en que las autoridades han permitido que la salud visual se convierta en un negocio para quienes ofrecen lentes a bajo costo.
Es muy frecuente encontrarlos, sobre todo en las campañas electorales, cuando llegan personas dando el servicio sin tener la instrucción ni la profesionalización necesaria para detectar problemas visuales en niños y adultos. En algunas escuelas llegan y les ponen lentes a todo el mundo, sin siquiera tener una razón
Doctora Inocencia Varo, vocal del Colegio de Optometristas del Estado de Morelos (Coopmor) A.C.
Aunque esos lentes son más baratos que acudir a un consultorio optométrico integral, a la larga pueden resultar en daños graves a la salud: sólo un optometrista está capacitado para diagnosticar, tratar y corregir efectos refractivos y acomodativos de la vista, así como el diseño, cálculo, adaptación y control de lentes.
Cofepris, de la vista gorda
Con la adición de la optometría a las actividades de salud que requieren de título profesional, algo que ocurrió en 2014 en la Ley de Salud del Estado de Morelos y un año después en la Ley General de Salud, los optometristas esperaban no sólo que su carrera se consolidara como una profesión, sino que las autoridades hicieran su trabajo. Sin embargo, las cosas no han cambiado: la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) no ha implementado revisiones en los consultorios establecidos y no establecidos tanto de Morelos como de otros estados.
"Incluso a nosotros, que tenemos título y contamos con lo que la Ley nos obliga a cumplir, nunca nos han ido a revisar", señala la optometrista Guillermina Salgado, secretaria del Coopmor.
A nivel nacional, la Asociación Mexicana de Facultades, Escuelas, Colegios y Consejos de Optometría (AMFECCO) A.C. sigue buscando que la optometría se ejerza de acuerdo con la Ley, pero el proceso para conseguirlo ha sido muy lento, cuando no con resultados nulos.
En el marco del Día Mundial de la Visión, que se conmemora este 10 de octubre, una comisión del Coopmor viajará al Senado de la República para reiterar esta petición a los legisladores:
Tenemos que hacer presión por todos lados, que la optometría se tome en serio y que la gente le dé a su salud visual el cuidado que merece
Ma. de la Luz López, presidenta del Coopmor
Recomendaciones:
- De acuerdo con el Coopmor, la edad en que una persona debe tener su primera valoración visual son los tres años.
- A partir de entonces, se recomienda visitar a un optometrista una vez al año.
- Después de los 40 años, la vista inicia un proceso degenerativo relacionado con la edad, el cual puede derivar en afecciones que un optometrista puede tratar.