La campaña panista por la dirigencia estatal se agudizó sobre todo en redes sociales luego de quedar cerrado el registro de aspirantes. La pelea será entre Adrián Rivera Pérez y Juan Carlos Martínez Terrazas. Según los estatutos, debe hacerse con la visita de los militantes porque únicamente ellos podrán votar el 11 de noviembre. Esta semana Rivera sumó a su causa al ex gobernador, Sergio Estrada Cajigal, mientras que Martínez Terrazas, anunció que ex diputados locales apoyarán su fórmula.

Ante la prohibición de una campaña más abierta, las redes sociales se han convertido en la vía de escape y en la alternativa, aunque también en vehículo para el mayor rechazo contra el dirigente con licencia, que busca la reelección. "Gracias al apoyo y consejos de mi amigo Sergio Estrada Cajigal Ramírez para recuperar la grandeza de nuestro partido", escribió Rivera Pérez mientras aparece en una foto con el ex mandatario. Y es que dijo, "Sergio fue nuestro primer presidente municipal en Cuernavaca y gobernador de Morelos emanado de Acción Nacional, metas históricas que tuve la oportunidad de coordinar como dirigente estatal del panismo morelense".

Insistió que a pesar de las descalificaciones no hablará de su contrincante, "mi compromiso es seguir sumando a toda la militancia por un verdadero Cambio Con Unidad. Lograremos nuevamente un partido ganador".

Al debate de sumó Oswaldo Castañeda, y convocó a los militantes a ser analíticos para decidir entre los dos aspirantes, "el hecho de que los dos hayan sido ya dirigentes estatales del partido y hoy aspiren nuevamente a serlo, nos da la posibilidad a los pocos que podemos participar en este proceso contrastar lo que hizo uno y otro al frente del partido, es decir no bastaran los slogans, la elocuencia de los discursos, más bien serán los hechos, logros, los números hablan más que cualquier promesa de campaña".

Sólo basta recordar, dijo, cuando hubo estructura del PAN en todos los municipios, y cuando se obtuvieron los principales logros electorales, "cuando nuestro padrón de miembros además de ser cuantioso estaba vivo y por otro lado cuando llegó al partido la opacidad, discrecionalidad, nepotismo y el debacle, no debe espantarnos el debate, señalar con argumentos no es denostar, meterse con la vida y aspectos personales de los panistas se entiende como campaña negra, yo la entiendo como de miedo de aquellos que sienten que pueden perder sus privilegios". Y lejos de cualquier interés, lejos de filias y fobias, regresar al PAN a la legalidad.

Mientras militantes como Cristina Rodríguez Pedroza de los cientos que se han sumado al debate panista, expresó, "creo que para que exista un cambio verdadero primero se tienen que aceptar los errores ".

Otro de los comentarios como Juan Antonio Berdejo Brito, reiteró, la dirigencia actual es hipócrita y convenenciera, además de entreguista y con doble moral.

Por su parte, el aspirante Juan Carlos Martínez daba a conocer que la primera actividad en campaña fue visitar a Guillermo Padilla Nares, "el panista con más años de militancia en todo el estado, militante del partido desde 1950. Gracias Don Guillermo por su consejo sabio y por su respaldo"

Pero la gente militante o no del PAN no le perdonó su gestión como último dirigente panista, como Fredy Ortega, que dijo, "difícil creer que después de nulos resultados en las últimas elecciones, después de dividir el partido, después de actos de nepotismo donde a sus hermanos coloca en puestos claves todavía tantos creen en las mentiras de Terrazas".