Durante la homilía de este domingo y en el marco de la celebración como solemnidad de la inmaculada siempre Virgen María, patrona de Catedral, el 15 de agosto, el obispo Ramón Castro Castro hizo una reflexión sobre la importancia de la Asunción de María y encabezó la confirmación de 36 catecúmenos.
Señaló que el nombre litúrgico por excelencia de esta fiesta y su contenido es la Asunción, de asumir, tomar algo o tomar a alguien en propiedad, hacer propia a una persona o a una cosa, debido a que después de que a María se le cumplió el tiempo en la tierra, Dios la asumió y la hace suya para siempre.
En este sentido, afirmó, el mensaje es "María fue directamente de la tierra, al cielo sin el proceso que todo ser humano debe pasar por el mérito a que es la madre de Dios".
Por ello, esta fiesta, dijo, es un motivo para creer en la resurrección, una fiesta que motiva, anima y renueva la esperanza, porque María solo se adelanto, y donde está, todos irán.