Alfredo Cruz, pediatra intensivista de 44 años de edad, se encuentra en la recta final de su preparación física para escalar el Chimborazo, el monte más cercano al sol desde la Tierra. El médico trabajó rigurosamente en su condición física para afrontar este desafío que tiene una gran carga emocional, el cual espera cumplir a principios de julio.
"Subí la cumbre de La Malinche, como parte de la recta final de la preparación que estoy tomando para subir el Chimborazo. Son mis últimos entrenamientos previos, cargando 20 kilos en la maleta para acostumbrarme al peso, a cuatro mil 460 metros de altitud", dice Cruz.
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Este compromiso con el montañismo no solo surge del amor por el deporte, sino de una promesa a su abuelo:
"Mi abuelo relataba que él subió al Popocatépetl, y a mí era una historia que, cuando me la contaba, me impactaba mucho", compartió el médico cuautlense en abril pasado.
Aunque Alfredo reconoce que en su juventud se dedicó más a las fiestas que a las montañas, ahora considera que su inicio en el montañismo fue en el momento correcto: en enero de 2020, Cruz conquistó su primera cima, el Iztaccíhuatl, una experiencia que le dejó varias emociones. Desde entonces, escaló el Popocatépetl, el Pico de Orizaba y las principales montañas de México.
Hoy se prepara para su mayor reto hasta la fecha, el Chimborazo es un volcán ecuatoriano que se eleva a seis mil 263 metros sobre el nivel del mar.
Cuando llegue a la cima, Cruz honrará la promesa hecha a su abuelo y su amor por México, llevando consigo dos banderas. La de México, meticulosamente doblada en su mochila desde hace un par de meses, y una foto de su abuelo.
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