En los años 60, 70 y 80 Morelos era conocido por la combatividad de sus sindicatos. En esa época surgieron las organizaciones más representativas de la industria automotriz y textil, junto con otras de menor tamaño como los dos sindicatos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos: el de Trabajadores Administrativos (STAUAEM) y el Independiente de Trabajadores Administrativos (SITAUAEM).
Eran los tiempos del jaramillismo y los ánimos por todos lados estaban caldeados. Organizaciones, agrupaciones y sindicatos comenzaron con diversas inquietudes, hasta que en 1977 logran conformar el Frente Pro Derechos Humanos y presos políticos.
En ese espacio de debate y organización estaban sacerdotes y religiosos, grupos culturales, los sindicatos independientes de textiles, el SITUAEM, el STAUAEM, los despedidos de Rivetex, trabajadores de Nissan, estudiantes y bloques de campesinos e indígenas: un conglomerado que a la postre significó una dura lucha por el reconocimiento de los derechos.
Eran en total 27 organizaciones cuya bandera más sentida era la libertad de los presos políticos; incluso en 1979 logró un paso importante: una Ley de Amnistía y Libertad de todos los presos políticos en Morelos.
También promovió la solidaridad con las luchas revolucionarias de otros países, incluso se avanzó en la creación de la Unión de Pueblos de Morelos, después se dividió y se creó la Organización Campesina Independiente de Morelos; de allí surgieron varias agrupaciones para llegar al Frente de Sindicatos del Valle de Cuernavaca. Todo este proceso de organización, dicen los especialistas, amplió la participación popular.
Luchas históricas
De 1969 hasta 1983 se pueda catalogar como un verdadero periodo de quince años de lucha del proletariado en Morelos. Pero lo más importante fue la llegada de la industria en la entidad, que viene de la lucha de los textileros, pasando por la organización sindical independiente de la industria automotriz, los de la confección y los universitarios.
En estas luchas históricas, tanto el STAUAEM y el SITAUAEM fueron de los iniciadores del movimiento sindical independiente en Morelos en los años 70. Dieron luchas muy importantes para establecer los contratos colectivos y sus derechos laborales.
José Martínez Cruz, de la Comisión Independiente de Derechos Humanos en Morelos, considera que estas organizaciones, especialmente las de la UAEM, han estado muy ligadas a las autoridades de Rectoría, lo que ha limitado su participación y su combatividad. Es por ello muy importante que se hayan atrevido a lanzarse a la huelga en estos momentos.
Afirmó que fue probablemente en los años 70 cuando las representaciones gremiales de la Universidad tuvieron mayor fuerza para ir a la huelga en la defensa de sus derechos. En su libro La Izquierda y los Movimientos Sociales en Morelos detalla de manera amplia los orígenes y la lucha social y sindical en la entidad.
Recordó que de 1976 a 1979 se realizaron innumerables paros de labores en departamentos y fábricas enteras, suspensiones temporales de trabajo en horas extras, disminución de la producción por medio del tortuguismo, así como mítines y movilizaciones en alianza con otros sectores de la población. "Todas estas acciones mostraban la existencia de un clima real de descontento entre la clase obrera por la política de austeridad capitalista que se venía aplicando sobre ella”.
En 1976 se intentó destruir al STAUAEM por medio de la represión física. Es en este periodo cuando el STAUAEM y el SITAUAEM se aliaron con otros movimientos para demandar mejoras salariales y el respeto a sus prestaciones.
En defensa de la clase trabajadora
Recordó que en las últimas décadas hubo importantes cambios en el tema del sindicalismo, porque durante muchos años la entidad fue reconocida como cuna del sindicalismo independiente.
Y todo comenzó con la llegada de la industria, “en donde las condiciones en Civac eran favorables para la instalación de grandes empresas como Nissan, la industria farmacéutica y la textil, pero los obreros tenían salarios muy bajos y por lo tanto existía una explotación de la clase trabajadora, sobre todo porque había una gran necesidad de las empresas de producir a gran escala.
En este escenario la irrupción de los sindicatos fue oportuna porque en ese momento las empresas tenían todo el apoyo del gobierno, pero por medio de huelgas, marchas, movilizaciones y tomas de fábrica los trabajadores logran contratos colectivos muy importantes.
Este periodo de lucha por el reconocimiento de los derechos laborales abarcó los años 70 y 80, posteriormente llegó una estabilización durante los 90, y así fue disminuyendo el poder del sindicalismo a partir de que las empresas incluso decidieran emigrar de Morelos.
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