/ miércoles 3 de junio de 2020

Se puso en marcha el comedor rodante en Ayala

Con el apoyo de una camioneta 86, reparten comida a comunidades más vulnerables del municipio

La asociación civil Ayala de mis Amores A.C. puso en marcha un nuevo proyecto para apoyar a las familias más vulnerables del municipio. Se trata del Comedor Rodante, una camioneta modelo 86 que, durante una semana, recorrerá las zonas de mayor vulnerabilidad para repartir comida preparada con base en las donaciones que realiza un grupo de ciudadanos, tanto integrantes de la asociación como personas que se han sumado a la idea.

“La intención es que sea durante una semana; empezamos este martes y le vamos a seguir hasta el sábado, pero si Dios nos ayuda le vamos a seguir”, explica Pablo Molina Mora, representante de la organización y propietario de la camioneta que, según relata, ha acompañado a su familia desde 1986.

Hoy, demostrando jamás rajarse, se convirtió en un comedor rodante para seguir compartiendo vida, compartiendo experiencias y compartiendo con los que más necesitan en estos tiempos.

Relata Molina.

En su primer recorrido, la camioneta recorrió la zona de Lomas Norte, en la localidad de Anenecuilco. Durante los próximos días, el vehículo visitará otras zonas para repartir platillos de comida entre la población.

Para realizar su primer recorrido, la asociación civil recibió el apoyo de varias personas que se ofrecieron para donar los alimentos o, en su caso, prepararlos. Además, ha habido quien se ha ofrecido a aportar dinero para la gasolina del vehículo. “El tema es muy comunitario”, agrega Pablo Molina.

El proyecto es encabezado por la asociación Ayala de mis amores

Durante la contingencia sanitaria, los integrantes de la asociación civil se han organizado (y cooperado económicamente) para llevar a cabo otras acciones que buscan ayudar a la población y prevenir contagios de Covid-19, como la sanitización de unidades de transporte público, la colocación de tinacos en lugares públicos para que la gente pueda lavarse las manos, y la realización de talleres a través de Facebook para que la gente tenga posibilidades de autoempleo.

Para Molina Mora, las jornadas que realiza el vehículo tienen también un alto valor personal, pues se trata de una camioneta que, al tener más de tres décadas de antigüedad, está llena de historias familiares y hoy forma parte de un nuevo episodio.

Una camioneta de los años 80 acompaña a los voluntarios

La asociación civil Ayala de mis Amores A.C. puso en marcha un nuevo proyecto para apoyar a las familias más vulnerables del municipio. Se trata del Comedor Rodante, una camioneta modelo 86 que, durante una semana, recorrerá las zonas de mayor vulnerabilidad para repartir comida preparada con base en las donaciones que realiza un grupo de ciudadanos, tanto integrantes de la asociación como personas que se han sumado a la idea.

“La intención es que sea durante una semana; empezamos este martes y le vamos a seguir hasta el sábado, pero si Dios nos ayuda le vamos a seguir”, explica Pablo Molina Mora, representante de la organización y propietario de la camioneta que, según relata, ha acompañado a su familia desde 1986.

Hoy, demostrando jamás rajarse, se convirtió en un comedor rodante para seguir compartiendo vida, compartiendo experiencias y compartiendo con los que más necesitan en estos tiempos.

Relata Molina.

En su primer recorrido, la camioneta recorrió la zona de Lomas Norte, en la localidad de Anenecuilco. Durante los próximos días, el vehículo visitará otras zonas para repartir platillos de comida entre la población.

Para realizar su primer recorrido, la asociación civil recibió el apoyo de varias personas que se ofrecieron para donar los alimentos o, en su caso, prepararlos. Además, ha habido quien se ha ofrecido a aportar dinero para la gasolina del vehículo. “El tema es muy comunitario”, agrega Pablo Molina.

El proyecto es encabezado por la asociación Ayala de mis amores

Durante la contingencia sanitaria, los integrantes de la asociación civil se han organizado (y cooperado económicamente) para llevar a cabo otras acciones que buscan ayudar a la población y prevenir contagios de Covid-19, como la sanitización de unidades de transporte público, la colocación de tinacos en lugares públicos para que la gente pueda lavarse las manos, y la realización de talleres a través de Facebook para que la gente tenga posibilidades de autoempleo.

Para Molina Mora, las jornadas que realiza el vehículo tienen también un alto valor personal, pues se trata de una camioneta que, al tener más de tres décadas de antigüedad, está llena de historias familiares y hoy forma parte de un nuevo episodio.

Una camioneta de los años 80 acompaña a los voluntarios

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