Luego de que la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ratificara la resolución que ordena al Ayuntamiento de Cuautla a reponer los 16 árboles que fueron talados en 2018 fuera de la primaria Plan de Ayala, en la colonia Emiliano Zapata, el abogado promotor de dicho amparo, Rubén Morales Labariega, adelantó que vigilará el cumplimiento de esta decisión, que además obliga al Ayuntamiento de Cuautla a reforestar al menos 320 árboles más en un plazo no mayor a 30 días.
En 2018, durante la administración municipal pasada, el ciudadano promovió un juicio de amparo antes de que las autoridades concretaran la tala de los árboles, como parte de la obra de rehabilitación de la primaria, un inmueble que resultó dañado en el sismo del 19 de septiembre de 2017. A pesar de la oposición de vecinos y grupos ambientalistas, las autoridades concretaron la tala sin haber contemplado un plan de reforestación para compensar el daño ambiental.
“Ya nada puede detener esta decisión, tienen que cumplir”, dice ahora el abogado cuautlense.
El amparo 289/2020 de la Segunda Sala de la SCJN describió así al acto reclamado:
“La inconstitucional orden y/o licencia y/o autorización y/o permiso emitida por las autoridades responsables que ordena la tala y derribo de los árboles (árboles denominados ficus) que se encuentran en la avenida Francisco I. Madero y en calle Sufragio Efectivo de la Colonia Emiliano Zapata de la ciudad de Cuautla, Morelos”.
Si bien el abogado contempla que la notificación de esta resolución al Ayuntamiento puede demorarse debido a la contingencia sanitaria del Covid-19 en el país y la entidad, confía en que ésta se concrete lo más pronto posible.
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De momento, ciudadanos cuautlenses han visto este caso como un precedente en la defensa del medio ambiente en el municipio, particularmente cuando se ha señalado al actual encargado de la Dirección de Protección Ambiental, Raúl Hernández Rivera, de favorecer la tala de varios árboles en la ciudad. Recientemente, Morales Labariega promovió un nuevo amparo para denunciar la tala de árboles en la calle Angustias de Calleja, en el Centro Histórico, como parte de las obras de rehabilitación del antiguo acueducto de la Hacienda Buenavista.
