Ciudad del Vaticano.- El tema no es nuevo, al contrario. Solo que ahora es mas apremiante. Lo confirma el pedido de los curas brasileños, encabezados por el cardenal Claudio Hummes, prefecto emérito de la Congregación para el Clero, que han solicitado oficialmente al Papa Francisco la apertura a sacerdotes casados. No tanto la abolición del celibato sacerdotal, sino, al menos, la aceptación en el sacerdocio de hombres unidos en matrimonio, los llamados “viri probati”.
El argumento sale a relucir periódicamente desde hace décadas, pero hasta ahora no se he producido ninguna novedad. Esta vez no se excluye que Bergoglio pueda intervenir, considerando su línea doctrinal y pastoral, tendencialmente abierta a iniciativas innovadoras.
Por lo pronto, aunque no en tiempos breves, es muy probable que el debate sobre el tema ocupará un espacio importante en la agenda de Francisco y en general dentro de la Iglesia Católica.
Se define “viri probati” a los hombres casados de una cierta edad y de probada fe, ordenados y por lo tanto autorizados a celebrar misa, en particular en lugares donde hay carencia crónica de sacerdotes, como por ejemplo en la zona amazónica de Brasil.
El objetivo de esta iniciativa promovida en varios países del continente americano, como Brasil; y de Europa, como Alemania, es tratar de frenar la considerable hemorragia de fieles, debido también a la falta, cada vez mayor, de sacerdotes.
La brasileña es una de las iglesias numéricamente mas fuertes en el mundo, con 18 mil 685 sacerdotes en 269 diócesis que trabajan en 9 mil 222 parroquias, pero en lugares aislados es evidente la falta de curas.
La delicada cuestión del celibato ya ha sido afrontada oficial y públicamente por el mismo pontífice argentino. Francisco ha subrayado: “la iglesia católica ya cuenta con sacerdotes casados, en el rito oriental. Y ello porque el celibato no es un dogma de fe, es una regla de vida que yo aprecio mucho y creo que sea un don para la iglesia.... “, aunque agregó significativamente que “no siendo un dogma de fe, la puerta está siempre abierta”.
El cardenal Hummes siempre ha estado muy cerca de Francisco. “Recuérdate siempre de los pobres”, fueron las palabras que el purpurado de Brasil murmuró a Jorge Mario Bergoglio cuando éste estaba por ser proclamado nuevo jefe de la Iglesia Católica.
Por lo tanto, se podría deducir que su ultimo pedido tiene concretas probabilidades de ser acogido exitosamente.