Dos construcciones antiguas, ubicadas en centro del municipio de Ayala, han causado preocupación a los habitantes durante esta temporada de lluvias, debido a su deterioro y el riesgo de que colapsen en cualquier momento, según expusieron integrantes de la delegación de la cabecera municipal, quienes, por otro lado, lamentaron la poca capacidad de acción que hay al tratarse de inmuebles históricos.
Se trata de una antigua vivienda ubicada en la avenida Lázaro Cárdenas, actualmente acordonada con cintas rojas, y otra que se encuentra sobre la calle Pablo Torres Burgos:
"Pusieron un acordonamiento, pero no es suficiente, porque en caso de que se desplome esa vivienda, abarcaría un gran espacio, lo cual podría causar problemas para las personas que pasan por ahí o los vehículos", dijo Reyes Martínez, delegado de la cabecera municipal.
La vulnerabilidad de las construcciones antiguas ante las lluvias quedó en evidencia el fin de semana pasado, cuando se derrumbó una barda entre los municipios de Cuautla y Ayala, sobre el bulevar Emiliano Zapata. Para el delegado, este tipo de eventos deberían acentuar el riesgo que existe en otras estructuras antiguas:
"Si la fachada se cayó y otras estructuras eléctricas también colapsaron por las lluvias, tan fácil se puede caer ese inmueble, lo que puede causar accidentes", dijo.
"Al que por cualquier medio dañe, altere o destruya un monumento arqueológico, artístico o histórico, se le impondrá prisión de tres a diez años y multa hasta por el valor del daño caudado", dice una pancarta colocada en el edificio de la calle Torres Burgos, una advertencia que ha impedido demoler la construcción, medida que la delegación ha llegado a considerar la adecuada.
De acuerdo con Martínez, la delegación ha solicitado al INAH elaborar un dictamen de la situación se ambos inmuebles, en busca de garantizar la seguridad de los habitantes de la zona, ya que, en ambos casos, las vialidades en las que están los inmuebles son muy transitadas.
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