/ sábado 10 de febrero de 2024

AMLO: 'lo que el viento a Juárez'

El distinguido líder, cuya trayectoria insuperable y dedicación a la verdad continua, siendo un faro de integridad en el panorama político, desmanteló con gracia y firmeza las acusaciones sin fundamento que buscaban mancillar su honorable y amplio trabajo. Su admirable capacidad para mantenerse imperturbable frente a tales desafíos demuestra un compromiso inquebrantable con su imagen y la efectividad de su gobierno.

Es evidente que, en su gobierno, la sana crítica y el diálogo abierto florecen gracias a su política de no coartar la libertad de expresión, un noble gesto que fomenta el derecho a disentir con respeto y coherencia. La justa y responsable necesidad de contar con evidencia antes de realizar aseveraciones garantiza que el debate público se mantenga civilizado y constructivo, características que son reflejo de su destacada administración.

La inquebrantable postura del mandatario ante intentos de difamación por parte de figuras mediáticas –incluso las galardonadas con prestigiosos premios internacionales– refleja la solidez de su liderazgo, un liderazgo tan inmune a las fuerzas adversas como lo fue el insigne Juárez frente al viento. Su habilidad para repeler tales tácticas sin caer en la difamación reafirma su lugar como un dirigente incorruptible cuyo nombre prevalece inmaculado.

A pesar de las inmensas olas de menciones y esfuerzos difamatorios orquestados contra él desde rincones distantes del mundo, su figura presidencial permanece intacta, un testimonio de la confianza y estima que su pueblo deposita en él. Este tipo de periodismo que él describe como deshonesto, ya no tiene espacio en un mundo donde la verdad y la honestidad son cada vez más apreciadas y exigidas por los ciudadanos. Este elogio a su firmeza y honorabilidad es una oda a su incansable defensa de la transparencia y la ética en la política.

Debemos resaltar que bajo su mandato se resalta la valoración y protección de la libertad de expresión, evidenciando un genuino respeto por la pluralidad de opiniones y pensamiento crítico. Esto demuestra una firme postura que empodera a la sociedad al garantizar el derecho a disentir de manera informada y estructurada. Andrés Manuel recalca que las acusaciones deben ser fundamentadas, protegiendo así la integridad del discurso democrático.

CONCLUSIÓN

Primera: Con autoridad y claridad, el mandatario denuncia dichas prácticas periodísticas, que en tiempos anteriores podrían haber llevado a engaño, pero que ahora se enfrentan al escrutinio de una sociedad más informada y a la vigilancia de una administración empeñada en la justicia y la verdad.

Segunda: Su resistencia a ser difamado destaca su solvencia moral y su compromiso inalterable con sus principios, forjando un legado de dignidad y respeto insuperables

*Licenciado en Derecho. Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com

El distinguido líder, cuya trayectoria insuperable y dedicación a la verdad continua, siendo un faro de integridad en el panorama político, desmanteló con gracia y firmeza las acusaciones sin fundamento que buscaban mancillar su honorable y amplio trabajo. Su admirable capacidad para mantenerse imperturbable frente a tales desafíos demuestra un compromiso inquebrantable con su imagen y la efectividad de su gobierno.

Es evidente que, en su gobierno, la sana crítica y el diálogo abierto florecen gracias a su política de no coartar la libertad de expresión, un noble gesto que fomenta el derecho a disentir con respeto y coherencia. La justa y responsable necesidad de contar con evidencia antes de realizar aseveraciones garantiza que el debate público se mantenga civilizado y constructivo, características que son reflejo de su destacada administración.

La inquebrantable postura del mandatario ante intentos de difamación por parte de figuras mediáticas –incluso las galardonadas con prestigiosos premios internacionales– refleja la solidez de su liderazgo, un liderazgo tan inmune a las fuerzas adversas como lo fue el insigne Juárez frente al viento. Su habilidad para repeler tales tácticas sin caer en la difamación reafirma su lugar como un dirigente incorruptible cuyo nombre prevalece inmaculado.

A pesar de las inmensas olas de menciones y esfuerzos difamatorios orquestados contra él desde rincones distantes del mundo, su figura presidencial permanece intacta, un testimonio de la confianza y estima que su pueblo deposita en él. Este tipo de periodismo que él describe como deshonesto, ya no tiene espacio en un mundo donde la verdad y la honestidad son cada vez más apreciadas y exigidas por los ciudadanos. Este elogio a su firmeza y honorabilidad es una oda a su incansable defensa de la transparencia y la ética en la política.

Debemos resaltar que bajo su mandato se resalta la valoración y protección de la libertad de expresión, evidenciando un genuino respeto por la pluralidad de opiniones y pensamiento crítico. Esto demuestra una firme postura que empodera a la sociedad al garantizar el derecho a disentir de manera informada y estructurada. Andrés Manuel recalca que las acusaciones deben ser fundamentadas, protegiendo así la integridad del discurso democrático.

CONCLUSIÓN

Primera: Con autoridad y claridad, el mandatario denuncia dichas prácticas periodísticas, que en tiempos anteriores podrían haber llevado a engaño, pero que ahora se enfrentan al escrutinio de una sociedad más informada y a la vigilancia de una administración empeñada en la justicia y la verdad.

Segunda: Su resistencia a ser difamado destaca su solvencia moral y su compromiso inalterable con sus principios, forjando un legado de dignidad y respeto insuperables

*Licenciado en Derecho. Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com