/ lunes 26 de agosto de 2019

La Universidad como motor de la economía

La primera Universidad del del mundo vio la luz en 1088 en la ciudad de Bolonia, Italia.

La Universidades, a diferencia de las escuelas religiosas que las precedieron, son comunidades con autonomía administrativa, planes de estudio definidos, los títulos y grados que ofrecen tienen reconocimiento público así como una intensa actividad de investigación. a pesar de su difusión hasta principio del siglo XX las universidades fueron profundamente elitistas, solamente una de cada cien personas tenía acceso a ese nivel educativo sin embargo eso ha cambiado significativamente en los últimos 100 años. Actualmente, a nivel mundial, una de cada cinco personas posee formación universitaria siendo así también para nuestro país.

Para 2010 solamente siete países poseían la mitad de las Universidades del mundo: Estados Unidos, Brasil, México, Filipinas, Japón, Rusia y la India, en ese orden.

Las Universidades afectan el desarrollo de una región mediante la formación de profesionistas pero también a través de la innovación como producto de la investigación científica, de la propagación de valores democráticos como la libertad de expresión, pero también económico a través de la demanda de nuevos y más sofisticados productos y servicios alimentados por el flujo de recursos públicos asociados a su operación. Una consideración importante, es que una vez que se funda una Universidad se arraiga y existen muy pocos casos a nivel mundial de desaparición de este tipo de instituciones.

En un estudio realizado recientemente, Ana Valero y John van Reenen nos dicen a cuánto ascienden los beneficios económicos de la presencia de una universidad en la región mediante el estudio de 15 mil Universidades localizadas en 1,500 regiones diferentes en 78 países, incluyendo México. Sus resultados demuestran cuando se duplica el número de Universidades en una región se observa un incremento del PIB per capita en un 4%.

De manera importante, el estudio demuestra que no importa si se trata de pocas universidades grandes o de muchas pequeñas, sino que es la matrícula la variable importante. Aquí vale mucho la pena hacer una reflexión. El impacto es mayor cuando se trata de Universidades en el sentido de establecimiento donde se ofrece educación superior asociada a la investigación, es decir, que la institución cuenta con personal de tiempo completo con grado de doctor que realiza la doble función y por lo tanto la derrama es integral.

Ciertamente no es necesario que toda la población cuente con estudios superiores. Ni la actividad económica lo demanda ni es un esfuerzo que deba obligarse a desarrollar de manera irreflexiva. Por otro lado es importante que las Universidades posean carácter universal, es decir, que desarrollen de manera integral las ciencias y las humanidades, las artes y la tecnología, la difusión y la extensión del conocimiento.

Una de las grandes discusiones en Morelos sobre porqué la alta presencia de la investigación científica no ha impactado más la economía local pudiera ser por las razones descritas en el artículo. Mientras que nuestros centros e institutos de investigación están enfocados y son muy bueno, en la formación de maestros y doctores y en la generación de conocimiento, participan muy poco en la formación de profesionistas a nivel licenciatura, quedando esta función en manos de las Universidades Estatales y en una plétora de instituciones privadas.

Pero no es necesario refundar el sistema para comenzar a detectar beneficios. Bastaría con ampliar la participación de los investigadores en la formación de cuadros a nivel licenciatura, con generar oportunidades de empleo para los egresados de los posgrados y con fortalecer la vinculación academia-empresa para la asimilación de la innovación. Finalmente, a diferencia de otras regiones, tenemos los ingredientes y solamente faltaría mezclarlos en las proporciones correctas.

Pero, para tener éxito, hay que aderezarlo con recursos públicos. La situación actual de nuestras Universidades es precaria. Recortes en el presupuesto, reducción en la planta académica, pérdida de prestaciones, incremento desproporcionado de la matrícula, falta de recursos para la investigación. Mientras más información se genera como la presentada en el artículo que reviso hoy, más convencida estoy que la solución para los grandes problemas del país es el incremento de la educación superior y el fortalecimiento de la investigación científica. Me imagino que usted, amable lector, piensa lo mismo si no, espero haberlo convencido.


Información adicional de éste y otros temas de interés: http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

La primera Universidad del del mundo vio la luz en 1088 en la ciudad de Bolonia, Italia.

La Universidades, a diferencia de las escuelas religiosas que las precedieron, son comunidades con autonomía administrativa, planes de estudio definidos, los títulos y grados que ofrecen tienen reconocimiento público así como una intensa actividad de investigación. a pesar de su difusión hasta principio del siglo XX las universidades fueron profundamente elitistas, solamente una de cada cien personas tenía acceso a ese nivel educativo sin embargo eso ha cambiado significativamente en los últimos 100 años. Actualmente, a nivel mundial, una de cada cinco personas posee formación universitaria siendo así también para nuestro país.

Para 2010 solamente siete países poseían la mitad de las Universidades del mundo: Estados Unidos, Brasil, México, Filipinas, Japón, Rusia y la India, en ese orden.

Las Universidades afectan el desarrollo de una región mediante la formación de profesionistas pero también a través de la innovación como producto de la investigación científica, de la propagación de valores democráticos como la libertad de expresión, pero también económico a través de la demanda de nuevos y más sofisticados productos y servicios alimentados por el flujo de recursos públicos asociados a su operación. Una consideración importante, es que una vez que se funda una Universidad se arraiga y existen muy pocos casos a nivel mundial de desaparición de este tipo de instituciones.

En un estudio realizado recientemente, Ana Valero y John van Reenen nos dicen a cuánto ascienden los beneficios económicos de la presencia de una universidad en la región mediante el estudio de 15 mil Universidades localizadas en 1,500 regiones diferentes en 78 países, incluyendo México. Sus resultados demuestran cuando se duplica el número de Universidades en una región se observa un incremento del PIB per capita en un 4%.

De manera importante, el estudio demuestra que no importa si se trata de pocas universidades grandes o de muchas pequeñas, sino que es la matrícula la variable importante. Aquí vale mucho la pena hacer una reflexión. El impacto es mayor cuando se trata de Universidades en el sentido de establecimiento donde se ofrece educación superior asociada a la investigación, es decir, que la institución cuenta con personal de tiempo completo con grado de doctor que realiza la doble función y por lo tanto la derrama es integral.

Ciertamente no es necesario que toda la población cuente con estudios superiores. Ni la actividad económica lo demanda ni es un esfuerzo que deba obligarse a desarrollar de manera irreflexiva. Por otro lado es importante que las Universidades posean carácter universal, es decir, que desarrollen de manera integral las ciencias y las humanidades, las artes y la tecnología, la difusión y la extensión del conocimiento.

Una de las grandes discusiones en Morelos sobre porqué la alta presencia de la investigación científica no ha impactado más la economía local pudiera ser por las razones descritas en el artículo. Mientras que nuestros centros e institutos de investigación están enfocados y son muy bueno, en la formación de maestros y doctores y en la generación de conocimiento, participan muy poco en la formación de profesionistas a nivel licenciatura, quedando esta función en manos de las Universidades Estatales y en una plétora de instituciones privadas.

Pero no es necesario refundar el sistema para comenzar a detectar beneficios. Bastaría con ampliar la participación de los investigadores en la formación de cuadros a nivel licenciatura, con generar oportunidades de empleo para los egresados de los posgrados y con fortalecer la vinculación academia-empresa para la asimilación de la innovación. Finalmente, a diferencia de otras regiones, tenemos los ingredientes y solamente faltaría mezclarlos en las proporciones correctas.

Pero, para tener éxito, hay que aderezarlo con recursos públicos. La situación actual de nuestras Universidades es precaria. Recortes en el presupuesto, reducción en la planta académica, pérdida de prestaciones, incremento desproporcionado de la matrícula, falta de recursos para la investigación. Mientras más información se genera como la presentada en el artículo que reviso hoy, más convencida estoy que la solución para los grandes problemas del país es el incremento de la educación superior y el fortalecimiento de la investigación científica. Me imagino que usted, amable lector, piensa lo mismo si no, espero haberlo convencido.


Información adicional de éste y otros temas de interés: http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

ÚLTIMASCOLUMNAS