/ lunes 27 de mayo de 2024

Cámaras de comercio: aliadas en la integración económica internacional

Por Saúl Gopar

Dentro de las relaciones diplomáticas entre dos o más países, indudablemente el factor económico tendrá un lugar en la mesa. En el contexto actual, con un mundo hiperconectado, y tras años de establecer dinámicas facilitadas por la globalización, el desarrollo económico de los países no puede avanzar si no se considera de manera preponderante la diversificación de relaciones comerciales, el fortalecimiento de las cadenas de suministro, y la participación de aliados estratégicos.

En este último sentido, el sector privado representa un aliado estratégico a considerar de manera casi obligada. A su vez, este sector es consciente de que la integración y el trabajar en equipo conlleva a mejores resultados, por lo que se alía con otras empresas que tienen intereses similares llevando a conformar una red integral que trabaja por fortalecer la economía de los países en donde tienen presencia, y que incluso si el común denominador de las empresas que forman alianzas es el país de origen, se enfocan en aportar su perspectiva con el fin de mejorar las condiciones de las relaciones diplomáticas y económicas.

De esta manera es como podemos hablar del papel que toman las cámaras de comercio en las relaciones internacionales. Las cámaras comerciales que se enfocan en fortalecer las relaciones de comercio entre dos países son mayormente asociaciones que trabajan en suscribir como miembros a empresas de origen extranjero y en especial si provienen del mismo país al que están enfocados. También entablan relaciones de alto nivel con el cuerpo diplomático respectivo del país de enfoque con el fin de alinear los objetivos de la Cámara a las políticas económicas y comerciales del país de origen.

Con estos ingredientes es que se conforma la receta que da pie a que las Cámaras de Comercio sean considerados actores relevantes en el desarrollo de la dinámica comercial y económica internacional.

En México existen varias cámaras de comercio, dentro de las cuales podemos mencionar a la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham), la Cámara de Comercio de Canadá (CanCham), y la Cámara de Comercio de España (Camescom), las cuales representan a las empresas que provienen de los tres países que más aportan a la inversión directa en el país. Es decir, en 2023 las empresas de Estados Unidos aportaron $13,641 millones de dólares (mdd); empresas españolas invirtieron en México $3,774 mdd; y empresas canadienses invirtieron en nuestro país $3,472 mdd.

En este sentido, vemos la relevancia que tiene la participación de las empresas en el desarrollo de las relaciones internacionales, por el tamaño de la derrama económica que traen consigo. A su vez, es válido resaltar que las empresas de Estados Unidos y de Canadá tienen mayores facilidades de invertir en nuestro país dada la existencia del T-MEC.

A propósito de esto, debemos recordar que en 2026 se realizará la revisión de este tratado, en el cual existen diferentes asuntos que seguramente saldrán a discusión, como las reglas de origen en el sector automotriz, y las disputas en materia agrícola y energética que continúan pendientes.

Con lo anterior mencionado, es pertinente comentar que las Cámaras de comercio deberán tomar acciones y encaminar esfuerzos con el fin de dar a conocer las consideraciones de sus membresías, más aun teniendo el contexto que lo que se proponga a revisión puede impactar en el desarrollo económico de Norteamérica.

Por describir un ejemplo de cómo las cámaras pueden tener influencia en este tipo de actividades, podemos mencionar que AmCham publicó durante 2023 su documento “Ruta AmCham” o “Ruta 2024-2030”, en el cual, a través de 6 pilares y 22 líneas de acción, conjunta las propuestas de su membresía a fin de fortalecer las relaciones comerciales, la competitividad, y el desarrollo social, sostenible y económico de México y de Norteamérica. Este documento se ha presentado a los equipos de las y el candidato a presidente de México, así como a otros actores políticos, teniendo como objetivo que se tengan en cuenta estas perspectivas desarrolladas por las empresas estadounidenses.

El tiempo apremia a quien sabe aprovecharlo, y afortunadamente aún queda tiempo para que el sector privado tome acción con el fin de hacer saber sus consideraciones y sean tomadas en cuenta en la revisión del Tratado más importante que tiene México, en especial aquellas empresas de origen canadiense, estadounidense, y mexicano.

SAÚL GOPAR ENSÁZTIGA es Licenciado en Relaciones Internacionales por la UNAM. Ha realizado diferentes ensayos, artículos, y publicaciones académicas con relación a la cooperación internacional descentralizada y la actualidad internacional. Actualmente trabaja como analista político para una empresa transnacional del sector energético y es asociado en el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI).

Por Saúl Gopar

Dentro de las relaciones diplomáticas entre dos o más países, indudablemente el factor económico tendrá un lugar en la mesa. En el contexto actual, con un mundo hiperconectado, y tras años de establecer dinámicas facilitadas por la globalización, el desarrollo económico de los países no puede avanzar si no se considera de manera preponderante la diversificación de relaciones comerciales, el fortalecimiento de las cadenas de suministro, y la participación de aliados estratégicos.

En este último sentido, el sector privado representa un aliado estratégico a considerar de manera casi obligada. A su vez, este sector es consciente de que la integración y el trabajar en equipo conlleva a mejores resultados, por lo que se alía con otras empresas que tienen intereses similares llevando a conformar una red integral que trabaja por fortalecer la economía de los países en donde tienen presencia, y que incluso si el común denominador de las empresas que forman alianzas es el país de origen, se enfocan en aportar su perspectiva con el fin de mejorar las condiciones de las relaciones diplomáticas y económicas.

De esta manera es como podemos hablar del papel que toman las cámaras de comercio en las relaciones internacionales. Las cámaras comerciales que se enfocan en fortalecer las relaciones de comercio entre dos países son mayormente asociaciones que trabajan en suscribir como miembros a empresas de origen extranjero y en especial si provienen del mismo país al que están enfocados. También entablan relaciones de alto nivel con el cuerpo diplomático respectivo del país de enfoque con el fin de alinear los objetivos de la Cámara a las políticas económicas y comerciales del país de origen.

Con estos ingredientes es que se conforma la receta que da pie a que las Cámaras de Comercio sean considerados actores relevantes en el desarrollo de la dinámica comercial y económica internacional.

En México existen varias cámaras de comercio, dentro de las cuales podemos mencionar a la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham), la Cámara de Comercio de Canadá (CanCham), y la Cámara de Comercio de España (Camescom), las cuales representan a las empresas que provienen de los tres países que más aportan a la inversión directa en el país. Es decir, en 2023 las empresas de Estados Unidos aportaron $13,641 millones de dólares (mdd); empresas españolas invirtieron en México $3,774 mdd; y empresas canadienses invirtieron en nuestro país $3,472 mdd.

En este sentido, vemos la relevancia que tiene la participación de las empresas en el desarrollo de las relaciones internacionales, por el tamaño de la derrama económica que traen consigo. A su vez, es válido resaltar que las empresas de Estados Unidos y de Canadá tienen mayores facilidades de invertir en nuestro país dada la existencia del T-MEC.

A propósito de esto, debemos recordar que en 2026 se realizará la revisión de este tratado, en el cual existen diferentes asuntos que seguramente saldrán a discusión, como las reglas de origen en el sector automotriz, y las disputas en materia agrícola y energética que continúan pendientes.

Con lo anterior mencionado, es pertinente comentar que las Cámaras de comercio deberán tomar acciones y encaminar esfuerzos con el fin de dar a conocer las consideraciones de sus membresías, más aun teniendo el contexto que lo que se proponga a revisión puede impactar en el desarrollo económico de Norteamérica.

Por describir un ejemplo de cómo las cámaras pueden tener influencia en este tipo de actividades, podemos mencionar que AmCham publicó durante 2023 su documento “Ruta AmCham” o “Ruta 2024-2030”, en el cual, a través de 6 pilares y 22 líneas de acción, conjunta las propuestas de su membresía a fin de fortalecer las relaciones comerciales, la competitividad, y el desarrollo social, sostenible y económico de México y de Norteamérica. Este documento se ha presentado a los equipos de las y el candidato a presidente de México, así como a otros actores políticos, teniendo como objetivo que se tengan en cuenta estas perspectivas desarrolladas por las empresas estadounidenses.

El tiempo apremia a quien sabe aprovecharlo, y afortunadamente aún queda tiempo para que el sector privado tome acción con el fin de hacer saber sus consideraciones y sean tomadas en cuenta en la revisión del Tratado más importante que tiene México, en especial aquellas empresas de origen canadiense, estadounidense, y mexicano.

SAÚL GOPAR ENSÁZTIGA es Licenciado en Relaciones Internacionales por la UNAM. Ha realizado diferentes ensayos, artículos, y publicaciones académicas con relación a la cooperación internacional descentralizada y la actualidad internacional. Actualmente trabaja como analista político para una empresa transnacional del sector energético y es asociado en el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI).