/ miércoles 13 de marzo de 2024

Perspectivas hacia el Futuro del Foro China-CELAC


Por Daniel Morales Ruvalcaba

La región de América Latina y el Caribe está compuesta por 33 países, lo que refleja una amplia diversidad de intereses, aspiraciones y posibilidades de acción en el ámbito internacional. Esta diversidad también se manifiesta en los diversos vínculos que estos países mantienen con potencias extraregionales. En este contexto, el Foro China-CELAC (FCC) constituye como un mecanismo extraordinario pues ha contribuido a fomentar el diálogo, la cooperación y el entendimiento entre América Latina y el Caribe como región y China.

China ha mantenido una estrategia duradera, coherente y activa hacia Latinoamérica desde la década de 1990. Uno de los principales impulsores de esta estrategia de acercamiento fue el entonces presidente Jiang Zemin (1993-2003). Durante su mandato, Jiang Zemin no solo visitó países de la región en diversas ocasiones, sino que también impulsó significativamente el comercio, las inversiones y el intercambio de misiones empresariales.

Durante el gobierno de Hu Jintao (2003-2013), estos avances se vieron fortalecidos de diversas maneras, pero es posible destacar dos momentos clave: primero, con la publicación del "Documento de Política de China sobre América Latina y el Caribe" o Libro Blanco de 2008; y luego, en 2012, con el discurso del Primer Ministro chino Wen Jiabao en las oficinas de CEPAL, en Santiago de Chile. En este discurso, Wen Jiabao expresó el compromiso de su país para impulsar la cooperación en diversos sectores y anunció la asignación de una línea de crédito especial de 10,000 millones de dólares destinada a promover la construcción de infraestructuras clave. Además, propuso la creación del FCC, que serviría como una plataforma para institucionalizar y fortalecer los vínculos entre ambas partes.

Continuando con la voluntad expresada por Jiang y Hu, la propuesta del FCC finalmente se materializó el 17 de julio de 2014, cuando el actual presidente de China, Xi Jinping, asistió a la reunión de líderes chino-latinoamericanos y caribeños en Brasilia. Desde entonces, el FCC se ha consolidado como el principal mecanismo de diálogo entre China y América Latina, destacando su flexibilidad institucional y su enfoque en las necesidades de cada parte.

A pesar de los logros alcanzados, el FCC ha perdido dinamismo en los últimos años, lo que plantea el reto de seguir fortaleciendo esta asociación. En este contexto, el año 2024 podría ser clave para las relaciones entre China y Latinoamérica, así como para el futuro del FCC, por tres razones.

Primero, la última reunión ministerial del FCC se llevó a cabo en diciembre de 2021 de manera virtual debido a la contingencia de ocasionada por el COVID-19. Dado el deseo de China de restablecer sus relaciones internacionales tras la pandemia, es ahora urgente una reunión ministerial que reactive sus lazos con la CELAC. Más aún, después de la primera reunión en Beijing, la segunda en Santiago y la tercera virtual, es probable que la cuarta reunión de Ministros del Foro China-CELAC tenga a China como anfitrión, lo cual daría a Beijing un papel más destacado en la configuración de la agenda bilateral.

Segundo, el último Plan de Acción abarcó el período 2022-2024, lo que implica que su vigencia ha concluido y será necesario un nuevo plan que cubra, al menos, los próximos tres años. Este nuevo plan deberá tener en cuenta el cambiante y complejo contexto internacional actual, marcado por la intensa competencia que tiene lugar en el interregno hegemónico en curso (https://bit.ly/3NEA7om), en el que, además de la iniciativa china de la Franja y la Ruta (BRI), han surgido otras iniciativas globales como la Build Back Better World (B3W), liderada por Estados Unidos, y la Global Gateway de la Unión Europea, que buscan, de diversas maneras, tener incidencia en América Latina y el Caribe.

Tercero, China ha publicado dos “Libros Blancos” para América Latina, uno en 2008 y otro en 2016. En ese sentido, es crucial reconocer que pronto podría ser publicada la tercera edición del Libro Blanco hacia América Latina, que trazaría las nuevas directrices y objetivos de China en su relación con la región. Este nuevo Libro Blanco podría no solo plantear ajustes en las estrategias y prioridades en la cooperación bilateral, sino también marcar pautas importantes para el futuro del FCC.

Así, el Foro China-CELAC se enfrenta a desafíos considerables en su camino hacia el futuro, los cuales demandan una atención urgente en este año 2024.

La pandemia de COVID-19 ha representado el obstáculo más reciente para los países latinoamericanos en su búsqueda de desarrollar sus capacidades nacionales y mejorar su poder en el ámbito internacional (https://bit.ly/42RqY0b). En el contexto post-pandemia, es crucial que América Latina y el Caribe, como región, continúe ampliando y diversificando sus relaciones con otras potencias. La necesidad de fortalecer el diálogo y la cooperación con China es aún más necesaria, dada su consolidación como la principal potencia del Sur Global

Por todo ello, resulta ineludible para los líderes latinoamericanos abordar la necesidad de adaptar el FCC a las nuevas realidades geopolíticas y geoeconómicas, garantizando su relevancia y eficacia para promover una asociación de alta calidad, que impulse la cooperación entre China y Latinoamérica en áreas clave como la infraestructura, la economía digital, la energía limpia y en comercio en los próximos años.

Daniel Morales Ruvalcaba es profesor asociado de la Sun Yat-sen University (China) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (México). Su última publicación académica es: “The impact of COVID-19 on the national power of Latin American countries”, en Lessons from Regional Responses to Security, Health and Environmental Challenges in Latin America (Vernon Press). Sígalo en twitter: @moralesruvalcab.


Por Daniel Morales Ruvalcaba

La región de América Latina y el Caribe está compuesta por 33 países, lo que refleja una amplia diversidad de intereses, aspiraciones y posibilidades de acción en el ámbito internacional. Esta diversidad también se manifiesta en los diversos vínculos que estos países mantienen con potencias extraregionales. En este contexto, el Foro China-CELAC (FCC) constituye como un mecanismo extraordinario pues ha contribuido a fomentar el diálogo, la cooperación y el entendimiento entre América Latina y el Caribe como región y China.

China ha mantenido una estrategia duradera, coherente y activa hacia Latinoamérica desde la década de 1990. Uno de los principales impulsores de esta estrategia de acercamiento fue el entonces presidente Jiang Zemin (1993-2003). Durante su mandato, Jiang Zemin no solo visitó países de la región en diversas ocasiones, sino que también impulsó significativamente el comercio, las inversiones y el intercambio de misiones empresariales.

Durante el gobierno de Hu Jintao (2003-2013), estos avances se vieron fortalecidos de diversas maneras, pero es posible destacar dos momentos clave: primero, con la publicación del "Documento de Política de China sobre América Latina y el Caribe" o Libro Blanco de 2008; y luego, en 2012, con el discurso del Primer Ministro chino Wen Jiabao en las oficinas de CEPAL, en Santiago de Chile. En este discurso, Wen Jiabao expresó el compromiso de su país para impulsar la cooperación en diversos sectores y anunció la asignación de una línea de crédito especial de 10,000 millones de dólares destinada a promover la construcción de infraestructuras clave. Además, propuso la creación del FCC, que serviría como una plataforma para institucionalizar y fortalecer los vínculos entre ambas partes.

Continuando con la voluntad expresada por Jiang y Hu, la propuesta del FCC finalmente se materializó el 17 de julio de 2014, cuando el actual presidente de China, Xi Jinping, asistió a la reunión de líderes chino-latinoamericanos y caribeños en Brasilia. Desde entonces, el FCC se ha consolidado como el principal mecanismo de diálogo entre China y América Latina, destacando su flexibilidad institucional y su enfoque en las necesidades de cada parte.

A pesar de los logros alcanzados, el FCC ha perdido dinamismo en los últimos años, lo que plantea el reto de seguir fortaleciendo esta asociación. En este contexto, el año 2024 podría ser clave para las relaciones entre China y Latinoamérica, así como para el futuro del FCC, por tres razones.

Primero, la última reunión ministerial del FCC se llevó a cabo en diciembre de 2021 de manera virtual debido a la contingencia de ocasionada por el COVID-19. Dado el deseo de China de restablecer sus relaciones internacionales tras la pandemia, es ahora urgente una reunión ministerial que reactive sus lazos con la CELAC. Más aún, después de la primera reunión en Beijing, la segunda en Santiago y la tercera virtual, es probable que la cuarta reunión de Ministros del Foro China-CELAC tenga a China como anfitrión, lo cual daría a Beijing un papel más destacado en la configuración de la agenda bilateral.

Segundo, el último Plan de Acción abarcó el período 2022-2024, lo que implica que su vigencia ha concluido y será necesario un nuevo plan que cubra, al menos, los próximos tres años. Este nuevo plan deberá tener en cuenta el cambiante y complejo contexto internacional actual, marcado por la intensa competencia que tiene lugar en el interregno hegemónico en curso (https://bit.ly/3NEA7om), en el que, además de la iniciativa china de la Franja y la Ruta (BRI), han surgido otras iniciativas globales como la Build Back Better World (B3W), liderada por Estados Unidos, y la Global Gateway de la Unión Europea, que buscan, de diversas maneras, tener incidencia en América Latina y el Caribe.

Tercero, China ha publicado dos “Libros Blancos” para América Latina, uno en 2008 y otro en 2016. En ese sentido, es crucial reconocer que pronto podría ser publicada la tercera edición del Libro Blanco hacia América Latina, que trazaría las nuevas directrices y objetivos de China en su relación con la región. Este nuevo Libro Blanco podría no solo plantear ajustes en las estrategias y prioridades en la cooperación bilateral, sino también marcar pautas importantes para el futuro del FCC.

Así, el Foro China-CELAC se enfrenta a desafíos considerables en su camino hacia el futuro, los cuales demandan una atención urgente en este año 2024.

La pandemia de COVID-19 ha representado el obstáculo más reciente para los países latinoamericanos en su búsqueda de desarrollar sus capacidades nacionales y mejorar su poder en el ámbito internacional (https://bit.ly/42RqY0b). En el contexto post-pandemia, es crucial que América Latina y el Caribe, como región, continúe ampliando y diversificando sus relaciones con otras potencias. La necesidad de fortalecer el diálogo y la cooperación con China es aún más necesaria, dada su consolidación como la principal potencia del Sur Global

Por todo ello, resulta ineludible para los líderes latinoamericanos abordar la necesidad de adaptar el FCC a las nuevas realidades geopolíticas y geoeconómicas, garantizando su relevancia y eficacia para promover una asociación de alta calidad, que impulse la cooperación entre China y Latinoamérica en áreas clave como la infraestructura, la economía digital, la energía limpia y en comercio en los próximos años.

Daniel Morales Ruvalcaba es profesor asociado de la Sun Yat-sen University (China) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (México). Su última publicación académica es: “The impact of COVID-19 on the national power of Latin American countries”, en Lessons from Regional Responses to Security, Health and Environmental Challenges in Latin America (Vernon Press). Sígalo en twitter: @moralesruvalcab.