El público se dio cita en el espacio cultural de El Motivo, durante la inauguración de tres grandiosas exposiciones, Zyan de Esther Téllez, Sombras Amorfas de Liliana Aguilar y Déja-Vú de Mateo Reyes, conjuntando tres propuestas muy distintas.
La inauguración estuvo a cargo de Wilfrido Ávila y Octavio Jiménez, quienes felicitaron a los artistas por su grandioso trabajo y reafirmaron su compromiso por apoyar la difusión del arte en Morelos.
La muestra Déja-Vú de Mateo Reyes, parte de un libro llamado Mexicanitos de una fundación dedicada a rescatar a niños huérfanos, con el apoyo de diversas empresas que los patrocinan hasta que cada uno termina sus estudios universitarios.
La exposición surge a partir de la memoria, pues todos fuimos niños y esto nos une; porque trabajo desde los elementos simbólicos y cómo los utilizamos e identificamos. Y a partir de eso, juego con la memoria como una cosa incierta generando una especie de poética y cómo podemos concebir la realidad desde el pasado, destacó Mateo Reyes.
Mientras que Esther Téllez incursiona en la joyería en barro y cerámica, como parte de un proceso creativo, pensando en la posibilidad de plasmar una remembranza hacia las prendas de las mujeres de diferentes regiones de México.
Rescato algunos rasgos de las vestimentas, pensando en esa sensación de orgullo. Asimismo, los materiales que utilizo son tan dúctiles, como la tierra tratando de que los ojos del mundo volteen hacia Cuernavaca con un tema que fue tan importante en los sesentas y setentas, pues la ciudad fue punto neurálgico de la producción de cerámica en todo el mundo, detalló Esther Téllez.
Por su parte, Liliana Aguilar procedente de la Ciudad de México, llegó a la capital morelense para compartir su obra a través de “Sombras amorfas”, muestra fotográfica realizada a través de la técnica de la cianotipia, en la que la artista presenta un concepto innovador de estudiar la deformidad del cuerpo humano en movimiento, pues generalmente la cianotipia presenta obras estáticas.
En algunas imágenes podemos ver que se distinguen perfectamente los rasgos humanos, pero de repente se empiezan a deshacer, a deformar y se multiplican, generando bólidos u otras quizás más estáticas pero donde se pierden las formas o se alargan las extremidades; eso hace que adquieran rasgos bestiales y el movimiento mismo le da un carácter a la persona con una energía más agresiva, comentó Liliana Aguilar.
Después de la inauguración, los artistas hablaron con los presentes acerca de sus obras. Asimismo, todos disfrutaron de deliciosos bocadillos y bebidas cortesía de El Motivo, con la tradicional sazón que caracteriza su cocina.