¿Te acuerdas de la casa de Cantinflas? Ahora es un museo

Ubicada en Cuernavaca, el lugar fue refugio de uno de los más grandes cómicos de México; ahora es un museo

Valeria Díaz | El Sol de Cuernavaca

  · lunes 31 de octubre de 2022

Agustín Espinoza | El Sol de Cuernavaca

En el número 102 del bulevar Benito Juárez, en el corazón de Cuernavaca, se puede apreciar un inmueble con fachada color azul y marcos blancos.

Es lo que antes fue la casa de Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, mejor conocido como Cantinflas. Pero ahora es el Museo Cassa Gaia.

El recinto artístico que expone a grandes artistas de los siglos XIX y XX abre sus puertas de martes a domingo, en un horario de 12:00 a 18:00 horas. La entrada es gratis para todo el público.

Si deseas visitarlo y viajas en transporte público debes saber que todas las rutas o combis que pasen por el centro de la ciudad te dejan casi enfrente. Solo debes ubicar el mercado de plata que está enfrente.

Alejandra Zermeño, directora del Museo Cassa Gaia, contó que en la época de los años 50 Mario Moreno compró el inmueble para convertirlo en su lugar de descanso.

Se presume que el artista aquí vivió grandes momentos de creatividad. De hecho, fue en alguna de sus habitaciones donde escribió el guión de la película El señor fotógrafo, estrenada en 1953.

Hay quienes afirman que esta casa fue visitada por otras personalidades destacadas como María Félix y Lauro Ortega.

Agustín Espinoza | El Sol de Cuernavaca

“Esta casa tiene una gran historia. Desde que se hicieron todas esas casas de la zona, porque se construyeron en los años 20. Y en lo que ahora es la Plazuela del Zacate los viajeros que iban hacia la zona sur o norte del país se detenían para darle agua y alimento a sus mulas y caballos”.

Gracias a la afluencia de personas muchos vecinos empezaron a ofrecer el servicio de alojamiento y hospedaje, "incluso por ahí se comenta que la casa del museo era de citas", narró Zermeño.

Cantinflas falleció de un infarto al corazón el 20 de abril de 1993. Sus cenizas descansan en el Panteón Español de la Ciudad de México, pero sus recuerdos viven en las cuatro paredes de Cassa Gaia.

Luego de haber sido un popular restaurante llamado Casa Rivera, en 2018 la propiedad fue adquirida para mostrar arte en su forma más natural.

De acuerdo con información que posee Zermeño, Diego Rivera era uno de los mejores amigos de Cantinflas, pues ellos se conocieron a través del productor de cine y coleccionista de arte, Jacques Gelman.

La amistad entre Rivera y Moreno fue tan cercana que el muralista realizó una obra acuática en la alberca de su propiedad, y que a la postre se convirtió en el segundo realizado en el país. Esta muestra de arte está elaborada por mosaicos venecianos y hace referencia al árbol de la vida Gaia, diosa de la fertilidad.

La firma de Diego Rivera está escondida en un sapo prehispánico y así se confirmó su autoría, pues su amada Frida Kahlo lo apodaba El sapo.

Al entrar a Cassa Gaia encontrarás una recepción y una fuente del lado derecho y a la izquierda hay unas escaleras que conducen directamente al museo, al subir se observa una pared amarilla donde hay imágenes de Cantinflas con algunos de sus amigos. La casa está dividida en 10 salones, los cuales fungen como línea del tiempo para llevar al visitante desde el siglo XIX hasta el XX.

La galería comienza con obras de los alumnos de la academia San Carlos, quienes en Europa estudiaron arte y pintura junto a Diego Rivera, es decir, José Clemente Orozco Flores y José de Jesús Alfaro Siqueiros.

En otro de los salones se puede observar el movimiento de la ruptura, el cual surgió en la década de los años 50 en México, y así el arte te llevará hasta las obras más contemporáneas.

El salón principal es muy grande y luminoso. Tiene dos ventanales que dan hacia el jardín con alberca. Este lugar expone más de 15 pinturas y las acompaña un piano color negro y junto a él un cuarto más con dos puertas de madera, donde hay obras de Carlos Medina, Gunther Gerzso y Mathias Goeritz.

Al concluir el recorrido en la parte de arriba puedes bajar al jardín y apreciar la Gaia de Diego Rivera, hecha en 1955 y cuyas medidas son 3.95 x 9.90 x 2.30 metros. En este mismo espacio está la Escultura danzante, hecha de bronce puro y con un peso de dos toneladas, cuya autoría es de Carlos Mérida.

Una cita con el arte

Ya sea acompañado o en solitario, en el Museo Cassa Gaia se puede tomar un rico café, ya que cuentan con servicio de cafetería. Los precios van desde los 25 pesos. Además, es un excelente plan para una cita con tu pareja.

Alejandra Zermeño, directora de este museo, informó que a la semana en promedio reciben a poco más de 200 visitantes, quienes se maravillan con las obras expuestas, así como por toda la historia que rodea a esta casa donde vivió un grande del cine mexicano.





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Miriam Estrada Dorantes

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